Una larga resaca

Por fin Rhaegar se había decidido a dar su golpe contra Aerys. Era el momento que Stannis Baratheon tanto había esperado, marchó vestido para el combate junto a los hombres de la Compañía Dorada.

Stannis Baratheon observó como Ser Gerold se iba a enfrentar a la muerte. “Otro tonto que confunde la lealtad y el deber.” pensó “No tiene sentido perpetuar a un loco en el poder, ni morir cuando ya no tiene sentido luchar. Pero sin duda este hombre morirá por su honor, como Connington. Tras una guerra cada vez quedan menos hombres de honor en el mundo. Pero son los vivos los que bebes vino y joden con mujeres hermosas, no los que mueren por un ideal que les acaba llevando a tolerar los más infames actos. El amor nos vuelve absurdos ¿no?” Escuchó tirar a los ballesteros. Vio caer las flechas. “Un nuevo comienzo está cerca.”