Rhaegar Targaryen, príncipe de Rocadragón

El príncipe Rhaegar Targaryen fue el hijo primogénito del rey Aerys II Targaryen y su hermana esposa, la reina Rhaella Targaryen. Tuvo seis hermanos menores, de los que sólo sobrevivieron a la infancia Viserys y Daenerys. A su nacimiento fue nombrado Príncipe de Rocadragón, título tradicionalmente otorgado al heredero de los Siete Reinos.

TABLA DE TROPAS:

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Rhaegar Targaryen, príncipe de Rocadragón


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Tiene una canción. Es el príncipe que fue prometido, y suya es la Canción de Hielo y Fuego. Debe haber uno más. El dragón tiene tres cabezas.

Con sus 22 años, Rhaegar Targaryen es una de las personas más importantes e influyentes de los Siete Reinos debido a su condición de príncipe heredero. Muchos son los hombres que revolotean a su alrededor, bien para buscar su favor, bien para tomar medida del que puede ser el futuro rey tras unos años.

Rhaegar cuenta con los rasgos típicos de la sangre de Valyria, “la sangre del dragón” de la que habla el vulgo: alto, de facciones y dimensiones de extraordinaria belleza, cabello de color plateado y ojos violeta. A excepción de sus detractores, todos los que han tratado al príncipe coinciden en considerarlo una persona digna del más absoluto de los respetos; pues no solo su presencia imponente y su voz de hierro inspiraban autoridad, si no también su sumo talento en todas las empresas en las que se embarcaba y su condición de caballero modélico. Debido innegable carisma del príncipe muchas son las amistades que ha cultivado el joven Targaryen. Entre las más notables se encuentran sus antiguos escuderos; ahora ya caballeros, Ser Myles Mooton y ser Richard Lonmouth; Lord Jon Connignton, el señor del Nido del Grifo, es sin duda su amigo más fogoso y arrojado. Pero no hay nadie que sea tan cercano al príncipe como ser Arthur Dayne, la Espada del Amanecer, considerado por muchos el caballero más virtuoso del reino.

A pesar de haber sido bendecido con innumerables virtudes que habrían sido motivo de dicha para el común de los mortales, parecía verse rodeado siempre de una pesada capa de melancolía. Como una pesada losa, Rhaegar cargaba con estoicismo sus grandes preocupaciones. Algunos decían que había nacido de luto, y en la corte la llamaban la “Sombra de Refugio Estival”, dada la afición del príncipe de pasear entre las ruinas de aquel funesto castillo. No ha habido doncella o dama de los Siete Reinos que no haya llorado tras escuchar las trágicas historias que arrancaba a la cuerda de su arpa, inspiradas sin duda por entre las otrora hermosas paredes de la residencia estival de los Targaryen. Por supuesto, los rumores estaban muy alejados de la realidad.

Desde que conoció el triste el relato, a Rhaegar siempre le fascinó como murió su bisabuelo Aegon. Poco tiempo pasó hasta que cayeron en sus manos las mismas profecías que el viejo monarca escuchó en los últimos días, y poco tiempo pasó hasta verse absorbido por ellas. Aegon quiso traer de vuelta a los dragones no sólo para implementar sus reformas a favor del vulgo, si no también para prepararse contra la amenaza que -pensaba- se avecinaba, la inminente Larga Noche. A su abuelo Jaehaerys le predijeron que de su linaje nacería el Principe que fue prometido, aquel que debía comandar a la humanidad en tal aciaga hora. El príncipe de Rocadragón piensa igual y cree que es de suma importancia que la profecía se cumpla.

En los últimos tiempos, la corte ha quedado dividida en dos facciones. Una, la del monarca reinante, Aerys II, formada principalmente por hombres que aprovechándose de la locura del rey han medrado satisfaciendo sus caprichos y aplaudiendo sin titubear todas sus decisiones; pues como todo el reino sabe, El Rey Loco es sumamente generoso con quienes le agradan. La opuesta está formada por los partidarios del príncipe Rhaegar, que buscan poner coto a la locura de su padre. Muchos son los que ven al joven Targaryen como la única esperanza y solución que le quedan a los Siete Reinos, y muchos son los que le han invitado a tomar la corona por la fuerza para restablecer el orden, más el príncipe de Rocadragón sigue resistiéndose a la idea. A pesar de que el hombre alegre y encantador que era su padre partió hace mucho, Rhaegar lo sigue queriendo y el príncipe busca una transición de poder pacífica que sea lo menos traumática posible para su progenitor.

Ante el príncipe de Rocadragón se plantean dos titánicas tareas. La más apremiante, apartar del poder a su padre para protegerlo de su propia locura y evitar que siga dañando el prestigio de su Casa y la estabilidad del continente. La segunda, y no menos importante, asegurar el nacimiento del Príncipe que fue prometido para evitar la destrucción del mundo de los hombres tal y como se conoce. El destino solo puede conducir a este hombre a la mayor de las glorias o a la más dolorosa tragedia. Sólo los dioses saben qué camino será el que terminará tomando.

Arthur Dayne, hermano juramentado de la Guardia Real


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Todos los caballeros deben sangrar, Jaime. La sangre es el sello de nuestra devoción.

A sus 23 años, Ser Arthur Dayne es el caballero más joven de los que componen la Guardia de Real de Aerys, y no por ello es más pequeña su leyenda. En su haber se encuentra haber sido campeón del torneo que se celebró en Lannisport en el año 276 DC, así como haber sido finalista del torneo celebrado en Bastión de Tormentas. Aunque su logro más reciente y memorable ha sido la derrota de la Hermandad del Bosque Real, con la que además de ganar fama por todo el continente se ganó el aprecio del pueblo llano, al que trató siempre con respeto e intercedió sus peticiones ante el mismo rey. Por todo ello, algunos bardos han comenzado a ver a Ser Arthur como la quintaesencia de la caballería, y no son pocas las canciones que lo tienen como protagonista.

A pesar de que Ser Arthur ha heredado los mismos hechiceros ojos púrpuras de su hermana Ashara, no es ni mucho tan apuesta como ella. Sus cabellos son morenos, cortos y bien recortados, al igual que su barba, y es alto y corpulento, aunque no tanto como el Toro Blanco. Debido a que porta la heredad ancestral de su familia, la espada Albor, es conocido también por su título de “Espada del Alba”. Si su dominio de la espada no es el mejor de los Siete Reinos, sin duda se encuentra entre los mejores. A pesar de su destreza y sus logros, es una persona extraordinariamente humilde. Por su conversación fácil, cortés y agradable Dayne es apreciado entre los que le rodean.

Ser Arthur es el confidente más cercano del príncipe Rhaegar, y es uno de los motivos por los que el rey Aerys, alentado por su cohorte de aduladores, ha empezado a desconfiar de él. Si bien es cierto que el caballero blanco es conocedor de los planes de Rhaegar y está de acuerdo en actuar, pues considera que ha llegado el momento de proteger al rey de sus propios demonios; sigue teniendo algunas reticencias, pues sabe que de seguir este camino es más que probable que tenga que enfrentarse a los que ahora son sus hermanos. Si no fuera por su absoluta confianza en la buena voluntad del príncipe, es posible que nunca hubiera albergado estos sentimientos.

Rhaegar Targaryen

Tanto amigos como enemigos consideran a Rhaegar un hombre digno de respeto. Dotado de una gracia natural en todo lo que se propone, pocas cosas se le pueden echar en cara al príncipe, salvo su propensión a la melancolía y a evadirse del mundo que le rodea.

Oswell Whent

Su tormentoso humor es ya su seña de identidad entre sus hermanos de la Guardia Real, pero es la espada blanca más leal al príncipe desde la ejecución de todos los Darklyn tras la resistencia del Valle Oscuro. Es un hombre de fuertes principios y convicciones, lo que le convierte en alguien extraordinariamente testarudo.

Arthur Dayne

El más cercano confidente del príncipe Rhaegar y probablemente el más virtuoso entre los caballeros de Poniente. Su dominio de la espada no tiene igual y es también un gran caballero de justas. Dentro de Ser Arthur sigue combatiéndose una batalla dura, la de ayudar o no abiertamente al príncipe a conseguir sus objetivos. Todo Poniente conoce a Ser Arthur y nadie honrado cuestiona su honor o sinceridad.

Ser Richard Lonmouth

Uno de los antiguos escuderos del príncipe Rhaegar y uno de sus amigos más cercanos. Ser Richard es un hombre de apetitos voraces, amante de los grandes torneos, los banquetes y las mujeres. Muchos jóvenes caballeros y señores disfrutan de su avasalladora confianza y sus chistes groseros, aunque otros lo censuran, considerándolo demasiado libertino.

Ser Myles Mooton

Uno de los antiguos escuderos del príncipe Rhaegar y uno de sus amigos más cercanos. Ser Myles es un hombre tranquilo y un caballero de impecable etiqueta en lo que a usos de la corte respecta. Debido a su elocuencia es incluso respetado por algunos partidarios del rey Aerys. No gusta de los excesos y es hombre mesurado en las empresas que se propone.

Riqueza de Rocadragón

ESTADO: AGOTADO

A pesar de carecer de importantes materias primas, la prosperidad de Rocadragón se sustenta por su extraordinaria posición en la bahía del Aguasnegras, pues prácticamente la totalidad del comercio naval de Desembarco del Rey y Valleoscuro tiene que pasar por la isla. La riqueza ha permitido la atracción de personas así como la formación de una incipiente clase de comerciantes que pueden vivir gracias al tráfico de mercancías y la especulación.

Príncipe de los Siete Reinos

La posición de poder e influencia que otorga ser el heredero legítimo del hombre más poderoso del reino permite tomar muchos senderos vedados para el común de los mortales y para buena parte de la nobleza. Muchos hombres son los que buscan el favor del príncipe, pero también levanta bajas pasiones y envidias entre los que buscan denigrarle y complacer a su padre.

El Príncipe que fue Prometido

La hora en que llegará la Larga Noche está muy cerca: las antiguas escrituras y el devenir de los tiempos así lo han señalado. El advenimiento de Azor Ahai es necesario para la salvación de la humanidad y debe de contar con la mayor cantidad de ayuda para evitar el cataclismo que se avecina.

Lord Randyll Tarly (Veneno de Corazón)

ESTADO: DESTRUIDO

Uno de los más recientes apoyos del príncipe Rhaegar. Hombre duro y curtido, poco dado a mostrar piedad, pero un gran capitán y líder de hombres, así como un administrador vivaz y eficiente. Poco apto para gobernar en tiempos de paz, pero no hay hombre mejor para los tiempos de guerra que corren.

Lyanna Stark

La rosa del Invierno, la hija más querida del norte y el Hielo de la Canción que se ha compuesto para el Príncipe que fue Prometido que crece en su viente. Una joven enamorada del príncipe hasta el amargo final, valiente, testaruda, con una gran sensibilidad y un gran sentido de la justicia.

Actualizados los estados de los tokens tras la resolución de las misiones XII y XIII.

Rhaegar Targaryen, príncipe de Rocadragón

Tiene una canción. Es el príncipe que fue prometido, y suya es la Canción de Hielo y Fuego. Debe haber uno más. El dragón tiene tres cabezas.

Con sus 22 años, Rhaegar Targaryen es una de las personas más importantes e influyentes de los Siete Reinos debido a su condición de príncipe heredero. Muchos son los hombres que revolotean a su alrededor, bien para buscar su favor, bien para tomar medida del que puede ser el futuro rey tras unos años.

Rhaegar cuenta con los rasgos típicos de la sangre de Valyria, “la sangre del dragón” de la que habla el vulgo: alto, de facciones y dimensiones de extraordinaria belleza, cabello de color plateado y ojos violeta. A excepción de sus detractores, todos los que han tratado al príncipe coinciden en considerarlo una persona digna del más absoluto de los respetos; pues no solo su presencia imponente y su voz de hierro inspiraban autoridad, si no también su sumo talento en todas las empresas en las que se embarcaba y su condición de caballero modélico. Debido innegable carisma del príncipe muchas son las amistades que ha cultivado el joven Targaryen. Entre las más notables se encuentran sus antiguos escuderos; ahora ya caballeros, Ser Myles Mooton y ser Richard Lonmouth; Lord Jon Connignton, el señor del Nido del Grifo, es sin duda su amigo más fogoso y arrojado. Pero no hay nadie que sea tan cercano al príncipe como ser Arthur Dayne, la Espada del Amanecer, considerado por muchos el caballero más virtuoso del reino.

A pesar de haber sido bendecido con innumerables virtudes que habrían sido motivo de dicha para el común de los mortales, parecía verse rodeado siempre de una pesada capa de melancolía. Como una pesada losa, Rhaegar cargaba con estoicismo sus grandes preocupaciones. Algunos decían que había nacido de luto, y en la corte la llamaban la “Sombra de Refugio Estival”, dada la afición del príncipe de pasear entre las ruinas de aquel funesto castillo. No ha habido doncella o dama de los Siete Reinos que no haya llorado tras escuchar las trágicas historias que arrancaba a la cuerda de su arpa, inspiradas sin duda por entre las otrora hermosas paredes de la residencia estival de los Targaryen. Por supuesto, los rumores estaban muy alejados de la realidad.

Desde que conoció el triste el relato, a Rhaegar siempre le fascinó como murió su bisabuelo Aegon. Poco tiempo pasó hasta que cayeron en sus manos las mismas profecías que el viejo monarca escuchó en los últimos días, y poco tiempo pasó hasta verse absorbido por ellas. Aegon quiso traer de vuelta a los dragones no sólo para implementar sus reformas a favor del vulgo, si no también para prepararse contra la amenaza que -pensaba- se avecinaba, la inminente Larga Noche. A su abuelo Jaehaerys le predijeron que de su linaje nacería el Principe que fue prometido, aquel que debía comandar a la humanidad en tal aciaga hora. El príncipe de Rocadragón piensa igual y cree que es de suma importancia que la profecía se cumpla.

En los últimos tiempos, la corte ha quedado dividida en dos facciones. Una, la del monarca reinante, Aerys II, formada principalmente por hombres que aprovechándose de la locura del rey han medrado satisfaciendo sus caprichos y aplaudiendo sin titubear todas sus decisiones; pues como todo el reino sabe, El Rey Loco es sumamente generoso con quienes le agradan. La opuesta está formada por los partidarios del príncipe Rhaegar, que buscan poner coto a la locura de su padre. Muchos son los que ven al joven Targaryen como la única esperanza y solución que le quedan a los Siete Reinos, y muchos son los que le han invitado a tomar la corona por la fuerza para restablecer el orden, más el príncipe de Rocadragón sigue resistiéndose a la idea. A pesar de que el hombre alegre y encantador que era su padre partió hace mucho, Rhaegar lo sigue queriendo y el príncipe busca una transición de poder pacífica que sea lo menos traumática posible para su progenitor.

Ante el príncipe de Rocadragón se plantean dos titánicas tareas. La más apremiante, apartar del poder a su padre para protegerlo de su propia locura y evitar que siga dañando el prestigio de su Casa y la estabilidad del continente. La segunda, y no menos importante, asegurar el nacimiento del Príncipe que fue prometido para evitar la destrucción del mundo de los hombres tal y como se conoce. El destino solo puede conducir a este hombre a la mayor de las glorias o a la más dolorosa tragedia. Sólo los dioses saben qué camino será el que terminará tomando.

Arthur Dayne, hermano juramentado de la Guardia Real

Todos los caballeros deben sangrar, Jaime. La sangre es el sello de nuestra devoción.

A sus 23 años, Ser Arthur Dayne es el caballero más joven de los que componen la Guardia de Real de Aerys, y no por ello es más pequeña su leyenda. En su haber se encuentra haber sido campeón del torneo que se celebró en Lannisport en el año 276 DC, así como haber sido finalista del torneo celebrado en Bastión de Tormentas. Aunque su logro más reciente y memorable ha sido la derrota de la Hermandad del Bosque Real, con la que además de ganar fama por todo el continente se ganó el aprecio del pueblo llano, al que trató siempre con respeto e intercedió sus peticiones ante el mismo rey. Por todo ello, algunos bardos han comenzado a ver a Ser Arthur como la quintaesencia de la caballería, y no son pocas las canciones que lo tienen como protagonista.

A pesar de que Ser Arthur ha heredado los mismos hechiceros ojos púrpuras de su hermana Ashara, no es ni mucho menos tan apuesta como ella. Sus cabellos son morenos, cortos y bien recortados, al igual que su barba, y es alto y corpulento, aunque no tanto como el Toro Blanco. Debido a que porta la heredad ancestral de su familia, la espada Albor, es conocido también por su título de “Espada del Alba”. Si su dominio de la espada no es el mejor de los Siete Reinos, sin duda se encuentra entre los mejores. A pesar de su destreza y sus logros, es una persona extraordinariamente humilde. Por su conversación fácil, cortés y agradable Dayne es apreciado entre los que le rodean.

Ser Arthur es el confidente más cercano del príncipe Rhaegar, y es uno de los motivos por los que el rey Aerys, alentado por su cohorte de aduladores, ha empezado a desconfiar de él. Si bien es cierto que el caballero blanco es conocedor de los planes de Rhaegar y está de acuerdo en actuar, pues considera que ha llegado el momento de proteger al rey de sus propios demonios; sigue teniendo algunas reticencias, pues sabe que de seguir este camino es más que probable que tenga que enfrentarse a los que ahora son sus hermanos. Si no fuera por su absoluta confianza en la buena voluntad del príncipe, es posible que nunca hubiera albergado estos sentimientos.

Ser Richard Lonmouth

El Desconocido nos sonríe a todos. Devolvámosle la sonrisa.

A sus 22 años nadie en el reino pone en duda que Ser Richard Lonmouth es el vasallo más alborotador del príncipe Rhaegar Targaryen y el que más alto pregona su lealtad a su regia persona. De espesos y cortos cabellos morenos, un bigote con perilla bien recortado encuadrado en un rostro común con porte castrense, de anchos hombros y cierta altura y corpulencia; nació como el tercer hijo varón de Lord Ulrigar Lonmouth, sonado veterano de la Guerra de los Reyes Nuevepeniques. Las perspectivas de heredar alguna clase de riqueza por parte del joven Lonmouth eran más bien remotas, si tenemos además en cuenta la modesta riqueza de su Casa: un nombre que no era conocido más allá de las tierras de la Selva, con tierras fértiles muy prosperas en el cabo de la Ira, limitando con las de los Wylde; con el inconveniente de ser de pequeño tamaño, más lo suficiente para salvar a los Lonmouth de trabajar para vivir.

Lord Ulrigar educó a su tercer hijo de manera marcial, al igual que hizo con los anteriores, descuidando su educación en las letras. Era el deseo del señor hacer de sus hijos buenos soldados pues creía que la única manera que tendrían de forjarse un porvenir era mediante la espada. De hecho, ser Richard fue iniciado en la lectura y escritura por el propio Rhaegar Targaryen, que consideraba su ignorancia en ese campo intolerable. Sería muy generoso afirmar que su dominio de la pluma es correcto, pero es el suficiente para no necesitar ayuda de nadie a la hora de leer y redactar mensajes, algo que realiza con gran esfuerzo y que procura evitar siempre que puede.

Nadie sabe como el curtido Ulrigar se las arregló para conseguir la venia del príncipe Rhaegar para aceptar a Richard como su escudero en el Torneo de Bastión de Tormentas del 276 AC. El caso es que la consiguió, y desde entonces, el príncipe y Richard fueron cercanos amigos, y fue armado caballero tras sus actuaciones contra la infame Hermandad del Bosque Real. Fue aquí donde estuvo a punto de ser capturado y ejecutado por los bandidos, y tras ese traumático incidente considera que está en el mundo de prestado.

Debido a sus humildes raíces en la baja nobleza y su vida particular, ser Richard es tremendamente materialista. No acostumbra a dejar para mañana lo que puede hacer en el hoy. Son muchos los señores que no lo tragan debido a las liberalidades que se toma y a los excesos a los que de cuando en cuando se entrega. Pero ante todo, ser Richard es un hombre apasionado en todas su facetas. Procura evitar tener que trabajar, pero cuando lo hace, da todo lo que puede de sí. A diferencia de Myles Mooton detesta la corte y todo el protocolo y pompa que rodea a la alta aristocracia. Tras dos meses en Desembarco no soportó más ese ambiente y marchó a viajar a lo largo y ancho de Poniente durante más de un año hasta que volvió con el príncipe Rhaegar. En su odisea trató con gente de toda condición y moral y el viaje le curtió, le confirmó la sospecha de que más allá de las torres y los castillos había un mundo muy miserable y aterrador.

Ser Richard considera al príncipe demasiado idealista, pero también es consciente de que es el único gran señor con principios lo suficientemente fuertes y nobles como para conseguir cambios profundos en el reino. Cree sinceramente que merece la pena embarcarse en esta peligrosa aventura y no traicionará al príncipe, ni de palabra ni de obra.

Actualizados los tokens.