…ataque de lobos terminó con el caballo de Hothar Umber. El castellano ha mandado algunos hombres a tratar de dar caza a la manada, pero las noches cada vez son más cortas y el hielo y la nieve cubre los accesos a los bosques…
…las lluvias y la pérdidas de tierras en el pantano, cada vez se avistan con más facilidad las tortugas gigantes. El olor a podredumbre cubre Foso Cailín y los caminos se pierden en el pantano, pronto el Norte quedará aisla…
…pérdidas que empiezan a notarse en el Nido. La mula de carga se despeñó arrastrada por el carro cuanto éste perdió la tracción de la rueda trasera derrapando por la nieve hacia la ladera. El carro, la mula y los 5 sacos de harina suponen unos 150 dragones de oro. Los caminos ya están libres de nuevo, pero si las nevadas se repiten, los salvajes y los gatosombras bajarán cada vez con más frecuencia de los valles altos, el Camino Alto ya no será seguro, dependiendo más del propio valle de Arryn…
…pies azules, gorros rojos y hongos de panadero. Hacia un tiempo que no se encontraban con facilidad estas setas tan esenciales en las cercanías de Seto de Piedra. Por fin voy a poder preparar tónico de Morchella Mística y elixir de…
…uvas frescas del Rejo para preparar mostos que sustituyan al vino que normalmente toma Lord Tywin cada noche que pasa en la Roca…
…Lady Hightower se pasa las mañanas consolando a la joven señora Margaery. La pérdida durante la juventud es dura, aunque a nosotros no nos toque juzgar esos menesteres. Todas las mañanas Lady Alerie acerca un ramo de crisantemos y dalias a su hija recogidas en los mismo jardines de Altojardín…
El Senescal Theobald dejó los pergaminos encima de la mesa, se colocó la máscara de plomo y salió de su celda. Llamó al primer novicio que trataba de esquivarle por los pasillos.
— Rápido, ve a los aposentos del archimaestre Walgrave. Que comience a preparar sus cuervos blancos. Poniente debe saber que ha llegado el Otoño.
Cada maestre, en su respectivo castillo, sentía el peso del cambio estacional de manera diferente. Sin embargo, todos compartían una certeza: el Otoño era sólo una transición, un preludio a la prueba más grande que enfrentarían. Los maestres eran los guardianes del conocimiento y los guías de sus señores, y en este tiempo de cambio, su papel se volvía aún más crucial. Con cada hoja que caía y cada día que se acortaba, los Siete Reinos se preparaban para la oscuridad y el frío que se avecinaban. El Otoño había llegado, ¿qué vendría después?