Descripción del Clan Mindarorön

Mindarorön, que en la lengua enana signifca Los de la Poderosa Voz, son un grupo de irreductibles enanos (como debe de ser) que se mantienen en las montañas de Fiska solo porque las vetas de Kelebïn parecen inagotables y son necesarias, más que nunca, para poder mantener su lucha contra el Kaos.

Los Mindarorön usan el Kelebïn para forjar armas, armaduras y cualquier otra herramienta para la guerra que se pueda necesitar en el frente; suelen enviar sus productos a través de los ríos de magma hasta donde se necesiten y, según parece, es en muchos lugares a la vez. Por ello a veces ni tan siquiera esperan a que se les requieran, los envían y punto.

Sin embargo, últimamente están probando algo nuevo para conseguir mejores armas y armaduras. Mediante una técnica especial han aprendido a destilar poder puro con el que imbuir sus creaciones; ese poder proviene de las almas de los humanos y se consigue tras un ritual por el que se despoja de la mácula del Kaos a los humanos y el alma nutre de energía la forja con la que se crean las armas.
Estas almas, por supuesto, deben ser voluntarias, por lo que solo si un humano accede a sacrificarse en pos de la guerra contra el Kaos, podrán forjarse los poderosos Kazad’karak o “Compañeros de Alma”. De alguna manera estas armas tienen consciencia propia, reminiscencias del alma que les otorgó poder, por lo que cuanto más pura y valiente sea la persona que se sacrifica, mayor poder y personalidad tendrá el arma. Se sabe que si el portador de un Kazad’karak se comporta de una forma contraria al alma que la imbuye, esta es capaz de cambiar de propietario mediante una serie de coincidencias y accidentes.

Los Mindarorön realizan sus rituales mediante una serie de cantos sin instrumentación; sus graves y profundas voces se unen en coros y una voz principal, el Uzbad’azrak - Voz del Señor - se eleva sobre el resto para dotar de significado la canción.

No solo para realizar rituales los Mindadorön cantan, lo hacen cuando trabajan en las forjas, cuando combaten, cuando almuerzan, cuando se relacionan por primera vez con desconocidos y, si tuvieran sexo, seguro que también cantarían.

Las Puertas de Bronce están siempre cerradas y solo se abren si se cantan los versos adecuados a la potencia adecuada. Ningún humano, elfo o ent es capaz de poder llegar a las cotas de los Mindarorön por lo que es imposible que puedan abrirlas incluso si conocieran la letra de la canción que hace de llave. La voz de un solo Miradorön puede equivaler a la de 50 humanos , quizás por ello cuando hablan la lengua de otras razas dicen que están susurrando. Por otro lado, el orgullo de los Mindarorön hace que hablar en una lengua que no sea el Khazalid sea algo muy difícil de presenciar.

Acerca del Uzbad’azrak.

Contrario a lo que puedan pensar los foráneos, el Uzbad’azrak no es Sami Canción de Hierro. La figura del Uzbad’azrak es aquella que durante una canción toma la voz principal; en una batalla, es más probable que sea Jarkko Afilarocas el Uzbad’azrak pues es quien comanda los ejércitos. Durante la forma de un Kazad’karak, Jonne Fundefuego es sin duda la Voz del Señor pues ella es la única que conoce los secretos últimos de la creación de armas de alma; en un banquete no es Sami Canción de Hierro quien toma la voz principal sino el cocinero. Por supuesto, Sami es Uzbad’azrak en casi todos los ritos, reuniones importantes y asuntos que requieran de un liderazgo claro.

Nadie duda que Sami es el mejor cantor de los Mindarorön y que su voz es más potente que nadie en las montañas, pero no por ello será el Uzbad’azrak en cada canción. Insinuar lo contrario es un grave insulto a la Voz del Señor que esté dirigiendo el coro y los enanos no son comprensivos con los agravios.