Diplomacia Martell

Bastantes más de 100 naves salieron al encuentro de la pequeña flota Martell, enarbolando el hipocampo de los Velaryion y el dragón de los Targaryen. Pronto un esquife hizo llegar el mensaje de Lord Lycerys Velaryon.

A quien comande la flota, bajo autoridad real, acudid a presentaros ante Lord Velaryon en el Orgullo de Marcaderiva.


Doran Martell acata la orden y se presenta ante el almirante. Tras los saludos de rigor, y suponiendo que no me hayas cortado la cabeza antes que eso nunca se sabe, le comenta:

-Impresionante flota. Veo que la Corona se prepara para la guerra. En materia de barcos, como veis, no podemos aportar mucho, pero espero que los mercenarios que traemos de las Ciudades Libres puedan marcar la diferencia en tierra.

Sin más, queda a la espera de que Velaryon le diga lo que le tenga que decir.


Vuestra llegada es de lo más inoportuna, Lord Doran, mas estáis aquí y es algo con lo que tendré que lidiar. Dad a vuestros hombres órdenes de ponerse bajo mi mando, tengo una misión que cumplir, pero antes os llevaré a Desembarco del Rey. Estoy seguro su majestad querrá veros.


Aunque lo disimuló, estaba claro que no le había gustado nada el tono de ese señorzuelo de una isla de tres palmos de longitud que vivía de la madera que traía la corriente.

-Príncipe. Príncipe Doran -remarcó con una sonrisa-. En cuanto a mis hombres, que he contratado con mi dinero para ponerlos a servicio del reino, como fiel servidor que soy del Rey; haré con ellos, faltaría más, lo que el Rey Aerys me ordene. Para eso los he traído. Ahora, si consideráis necesario escoltarme ante él, agradeceré vuestra protección. Gracias por todo, Lord Velaryon.

Se preguntó, en su fuero interno, si en todas las Tierras de la Corona y aledaños no había una sola persona que tuviera un mínimo de educación. ¿Los había educado a todos un salvaje caníbal? ¿Estaba muerta la cortesía en Poniente? ¿Por qué toda la gente de Desembarco del Rey trataba a los príncipes de Dorne, el mayor aliado del trono, como mendigos molestos?

//De verdad, ¿no tiene Hammer un solo personaje que no sea un puto loco anarquista que jamás ha tratado con humanos antes, no digamos ya con nobles? Vale que el Rey sea así, pero macho, es que hasta si hablo con el que limpia los váteres de la Fortaleza Roja me va a decir “tú, escoria, aparta de mi camino”. Vaya tela xD