Durante la larga noche

La noche avanzaba, los hermanos Targaryen discutían en el Gran Septo de Baelor, pero lo que dos muchachos imberbes poco incumbía a Lord Randyll, la mano se ocuparía de los grandes asuntos del reino, él tenía cuestiones más importantes.

Lord Tygett — comenzó el señor de Colina Cuerno, el título era meramente ceremonial como miembro del consejo, puede que Tygett no fuera un Gran Señor, pero seguía siendo el más curtido de los hombres de Roca Casterly y nadie dudaba que su palabra pesaba mucho ante sus sobrino.

¿Qué es lo que deseais, Lord Randyll? — el tono de Lord Tygett era impecable, pero no dejaba duda alguna de que por mucho que el rey hubiera elevado a los Tarly había clases entre los señores de Poniente y un león de la roca siempre estaba por encima del cazador de Colina Cuerno y sus vasallos. —La situación es muy precaria para visitas de cortesía.

Precaria o no los grandes asuntos de estado corresponden a los príncipes y a Lord Stannis, nosotros tenemos otros asuntos que tratar— sentenció mientras esperaba a que Lord Tygget le diera permiso para cerrar la puerta —Un Lannister siempre paga sus deudas, eso se dice, ¿verdad? También se dice que al menos una deuda ha quedado sin pagar desde la guerra.

Tygett cambió el ceño, ¿qué se había creído Lord Randyll para hablar así a un Lannister? Se levantó preparado para dar por terminada la reunión cuando un nombre lo cambió todo: —Baelish

¿Sabéis, Lord Tarly? Me recordáis a Lord Reyne.— dijo Tygett sin sorna alguna; no era tanto un insulto como una advertencia.

Randyll, que no se iba a dejar aminalar por las palabras del Consejero de Naves, respondió sin necesitar buscar las palabras adecuadas porque estas surgieron de forma natural.

Cuando no se nace Lannister hay que jugar con las cartas que se tienen.

Por supuesto,— dijo el aludido sin ofenderse. —Pero hay que asumir que se están jugando. Y no sólo eso, cuando alguien llega a una posición, por nacimiento o por méritos, debe demostrar que es digno de tal. Os deseo suerte, Lord Tarly, en ese aspecto; a pesar de haber estado en bandos opuestos en la pasada guerra sé reconocer la valía.

El Señor de Colina Cuerno se quedó pensando, esta vez, un poco antes de dar el siguiente paso. El Lannister no había dicho nada aún acerca de la propuesta.

Entonces, ¿he de entender que rechazáis mi oferta?

En efecto. Tenéis razón en algo pero no en todo. Aún así, gracias, recordaré el gesto.

Tode sea pues, Lord Tygett— Lord Randyll no supo ocultar su decpción, creía que tenía una mano ganadora y no entendía muy claro qué llevaba a Tygett Lannistar a rechazar la oferta. Pero sabía reconocer la derrota y sin mas que tratar hizo una reverencia y se dispuso a marchar. —Gracias por la atención, sabed que aunque pueda que sea que el León y el Cazador no puedan ser amigos espero que vos y yo podamos serlo. Nunca dudéis de pedir mi ayuda si la necesitáis