El cruel invierno

Tras poco más de un año de guerra y la derrota de los Negros en la tercera batalla de Harrenhal, la lucha parecía estancada. Cuando los hombres del Dominio alcanzaron Desembarco del Rey, aún defendida por las fuerzas Velaryon comandadas por el príncipe Jacaerys, todos supieron que no quedaba más que negociar. Con los principales actores muertos, una paz de compromiso fue aceptada: Jacaerys se casó con su tía Helaena, y el príncipe Jaehaerys fue despojado de sus derechos de sucesión en favor del futuro hijo de la pareja. Sin embargo, las heridas distaban mucho de cerrarse, y se alcanzaron todo tipo de pactos para mantener el poder del consejo y la administración del reino equilibrados entre Verdes y Negros.

Para cuando los hombres volvieron a sus casas, el invierno ya estaba bien entrado, y muchos sufrieron por no haber podido recoger las últimas cosechas. En el año 132 d.C. llegaron las fiebres invernales, que arrasaron primero las zonas costeras y poco después el interior del continente, dejando muchos muertos. Entre las víctimas se contaron Lady Jeyne Arryn, Lord Grover Tully, Ser Tyland Lannister y Alicent Hightower.

La sucesión en el Valle fue sencilla. Pese a lo complicado de la situación, Lord Joffrey Arryn, primo de la difunta Lady Jeyne, fue elevado a señor del Nido de las Águilas con el apoyo de todas las grandes casas. Tal como se firmó en Puerto Gaviota años después, el heredero de Lord Joffrey fue enviado a dicho puerto para servir como escudero de Ser Marq Grafton.

La muerte de Ser Tyland generó muchos más problemas para el reino. Obcecado con mantener la estabilidad entre Negros y Verdes, el consejo privado de Jacaerys fue incapaz de encontrar un sustituto, demostrando así su ineptitud para atender los asuntos del reino.

En Harrenhal, Lord Oscar Tully había tomado el señorío del castillo para sí. Sin embargo, arrasadas por la guerra y contaminadas por los cadáveres de incontables dragones y hombres, las antaño ricas tierras de los Strong se convirtieron en un regalo envenenado. Incapaz de mantener a sus sirvientes con las reservas del castillo, Lord Oscar pidió ayuda a su padre, Lord Elmo Tully de Aguasdulces, quien ordenó a los vasallos cercanos —Bracken, Roote y Butterwell— enviar socorro. Pero este nunca llegó. Para cuando las tormentas invernales escamparon, Harrenhal se había convertido en un lugar de perdición gobernado por Alys Ríos, hija natural del difunto Lord Lyonel Strong, junto con cientos de bandidos, mercenarios y hombres quebrados.

En el 134 d.C., la primavera volvió a Poniente, pero con ella resurgieron problemas que habían quedado ocultos durante el invierno. Lord Veron Greyjoy, Lord Segador de Pyke, había tratado de mantener a los Hijos del Hierro bajo su mando durante el invierno. No obstante, con el buen tiempo, los isleños se lanzaron al mar sin un liderazgo claro, saqueando y arrasando los campos del oeste de Poniente. Lord Lucerys Velaryon, hermano del rey y señor de Marcaderiva, negó su ayuda, diciendo: «Los Verdes se han causado esto ellos solitos; que ellos lo arreglen». Acto seguido, tomó rumbo a los Peldaños de Piedra, buscando recrear las glorias de su abuelo. Sin mayores opciones, Lord Jason Lannister pidió auxilio a Lord Oswell Redwyne. La flota Redwyne navegó en su totalidad a Lannisport, pero, donde los occidentales esperaban un amigo, encontraron un enemigo. Tras quemar los astilleros, Lord Redwyne tomó para sí las nuevas galeras de Lord Lannister, esgrimiendo los pactos que el rey Aegon II había firmado con ellos y que la paz de Desembarco les había negado.

En las fronteras del reino, las cosas tampoco estaban calmadas. En el Norte, Lord Cregan tuvo que reunir a sus hombres para hacer frente a varias incursiones de salvajes. Pese a las bajas sufridas durante la guerra, los norteños resistieron orgullosos y lograron expulsar a los atacantes en tres ocasiones. Peor suerte corrieron las marcas de Dorne. Sin el liderazgo de Bastión de Tormentas —pues Lord Aegon Baratheon era un niño creciendo en la corte de Desembarco—, y con la mayoría de sus hombres muertos en años recientes, los dornienses, liderados por Wylla de Wyl, saquearon a placer, llegando a tomar Refugio Negro y todas sus riquezas.

En los ríos, Lord Elmo Tully trató de reunir a sus vasallos para actuar contra Alys Ríos, pero quedó claro que su poder de convocatoria no había mejorado desde la Danza. Con escasas fuerzas, tuvo que pedir ayuda al Trono de Hierro. El consejo, bloqueado por luchas internas, apenas pudo responder. Finalmente, Jacaerys y Helaena, a lomos del ciego Vermax, acudieron en persona para recuperar la plaza, tomándola como posesión real hasta que fue entregada a Lucas Lothston en el 154 d.C.

En los Peldaños de Piedra, Lord Lucerys Velaryon pudo haber ganado la guerra contra el reino de las Tres Hijas, pero la llegada de Lord Oswell Redwyne sentenció el conflicto. Este destruyó la flota de la Serpiente Marina y el rescate pagado por Lord Lucerys cerró la posibilidad de cualquier resurgimiento del poderío de Marcaderiva.

En el Valle, Viserys, medio hermano del rey, apoyado por Lord Sunderland, llegó a Piedra de las Runas para reclamar el castillo como herencia de Daemon Targaryen, bajo el derecho de conquista. Sin embargo, Lord Yohn Royce se burló del muchacho que acudió a Lord Arryn para hacer valer el pacto firmado por su predecesora. La respuesta del Nido fue contundente: Viserys fue expulsado del Valle, sellando la separación que se había gestado entre el Valle y la corona y rompiendo los pactos matrimoniales de Lady Arryn con Jacaerys durante la guerra.

Para el año 141 d.C., quedaba claro que el inmóvil consejo orquestado por la paz no había causado más que horrores al reino. El rey y la reina disolvieron el consejo completamente y tomaron en sus manos el control del reino, que, poco a poco, volvió a su cauce.

Lord Oswell Redwyne fue apaciguado con un puesto en el consejo, el perdón de sus recientes gestas y oro para revertir el pacto firmado con Lord Otto Hightower.

Con una flota de guerra bajo su mando, la corona avanzó contra las Islas del Hierro. Su flota fue destruida, sus riquezas tomadas y sus siervos liberados. Una vez más, los Greyjoy agacharon la cabeza y volvieron al redil del reino.

El príncipe Viserys fue casado con Larra Rogare, hija del señor del Banco Rogare. Este matrimonio desestabilizó el reino de las Tres Hijas, terminando con su capacidad de proyectar poder en los Peldaños de Piedra.

Cuando Jacaerys murió en el 157 d.C., su hijo Daeron I heredó un reino lo suficientemente fuerte como para mirar hacia Dorne y corregir el error histórico que era su independencia.

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