-Ser Elbert. Ya esta todo a bordo. Caballos, viveres y armas. tambien han embarcado los demas. Solo quedamos nosotros de hecho.
-Mi esposa esta de 3 meses Ryam. Tenemos 6 meses para volver, no me lo perdonara nunca si llego tarde y no estoy con ella en el parto.
-Pero… ¿No seria mejor esperar a que nazca vuestro hijo?
-No soy la misma persona que fue a Harrenhal Ryam. Necesito hacer esto. No puedo esperar. ¿Nunca has sentido algo en tu interior que te impele a hacer algo que ni siquiera tiene sentido?
-¿Decis algo como cargar contra el pez negro y no retirarse cuando sonaron las llamadas a la retirada? Imagino que sabreis, que no queria estar ahi, sobre todo despues de la llamada a retirada. Pero estaba con Lord Rykker cuando os subimos a su caballo y os llevamos al maestre para que volviera a juntar vuestra piel. rezamos porque solo fuera piel lo que el maestre debio juntar, pero sebeis que la hoja del pez llego mas adentro.
-No se si hablamos de lo mismo. Vos sois un amigo y estubisteis a mi lado por eso, creo yo. Yo os hablo de fe, de una llamada espiritual. De una fuerza que no puedo nombrar, entender ni explicar.
-Bueno. Pues esperemos que de camino a nuestro destino pueda sentir esa misma llamada. Porque solo por amistad… es agotador ser amigo vuestro.
-Pues preparaos ser. Cuando sea señor del valle, os cansareis mucho mas. Eddard, Robert, incluso Kyle y Vardis, han sido mis mejores amigos desde niños, a vos ni os conocia. Pero habeis peleado a mi lado en 3 batallas, un derrota y otras dos que no fueron victoria tampoco. Os habeis ganado mi confianza de sobras. Os necesitaire cuando este al mando.
-Mi espada es vuestra. Y os prometo llevaros la contraria siempre que no crea que esteis acertado.
-Bien bien, mal amigo seriais si dijerais a todo que si siempre. Pero ni se os ocurra decir que no vendreis conmigo en mi viaje. Demasiado tarde. ¡Soltad amarras!