Cientos de cuervos y mensajeros partieron de Lanza del Sol portando la noticia, los primeros, en los salones de los castillos, los segundos, en las plazas de los pueblos más importantes. Al principio fue un leve rumor, pero con el paso de los días se fue convirtiendo en un clamor, e incluso entre los señores de más baja raigambre era difícil encontrar a uno que no hubiera recibido noticia de la nueva. Todos, con sus más y sus menos, pudieron escuchar o leer un mensaje similar al que se transcribe a continuación.
Los recientes acontecimientos han quebrantado la paz y la integridad del Reino. Poniente se desangra y nadie hace nada por detenerlo. Es hora de que cese esta demencia.
Mi padre, el rey Aerys, no está en plenas facultades mentales para ejercer el gobierno. Su locura lo ha llevado a la ofensa de tres de las Grandes Casas y a la aplicación de penas exageradas e injustas. Por el bien del reino y por el de mi Casa, debe de ser apartado del poder. Por ello yo, Rhaegar Targaryen, príncipe heredero de los Siete Reinos por derecho de sangre, declaro nula su autoridad, y proclamo el inicio de una regencia para gobernar en su nombre hasta el final de sus días. Los señores de los Siete Reinos que respeten los ideales de paz, justicia y prosperidad solo tienen un camino: aceptarme como Protector del Reino. Los que renieguen de la autoridad legítima de la Casa Targaryen serán debidamente ajusticiados.
Escribo estas líneas con gran dolor, pues me ha resultado muy difícil renegar de mi padre, pero las cuestiones de Estado deben de estar por encima de los lazos familiares. Es mi más sincera voluntad pacificar los Siete Reinos, mantener la paz que se ha cimentado sobre su unidad indisoluble y gobernarlos siguiendo la estricta observancia y el respeto a las leyes de las que nos hemos dotado.
Como Lord Protector declaro nula la sentencia emitida hacia Lord Hoster Tully, cuyo castigo ha sido guiado por la envidia y el rencor, y no por la razón ni los hechos. Lord Hoster no ha tenido nada que ver con el cautiverio de Lady Barbrey Dustin ni es un señor incapaz, tal y como se le ha acusado. Ha sido víctima de un complot para hacerle caer en desgracia. Desde la Conquista de Aegon la Casa Tully se ha contado entre los defensores más acérrimos de la Casa Targaryen y así ha de seguir siendo.
Así mismo, es mi deseo nombrar como Mano del Rey a Lord Jon de la Casa Connington por sus condiciones excepcionales: sabiduría, talento, firmeza, lealtad, mesura; todo lo que se puede invocar en una persona para rodearlo de la autoridad digna de tales honores.
Así he hablado yo, ante los ojos de los Siete y de los habitantes del Reino;
Rhaegar Targaryen, príncipe de Rocadragón, Lord Protector de los Siete Reinos y regente del reino