El Juicio de Lord Hoster Tully

La sala del Trono estaba a rebosar de señores de diversa índole entre los cuales destacaban, a parte del Rey Aerys y la Mano del Rey, Tywin Lannister, los que habían sido llamados en calidad de testigos: Gerion y Jaime Lannister, Brandon Stark, Lord Dustin, Ser Oswell Whent, Ser Myles Mooton, Stevron Frey, Emmon Frey y Aerys Frey, y Lord Jon Arryn junto a varios nobles el Valle.

Y, por supuesto, Lord Hoster Tully, Señor Supremo del Tridente, quien estaba de pie frente al trono.

La Mano, de pie a la derecha de Aerys, elevó la voz.

Lord Hoster Tully, se os acusa de conspirar, de quebrar la paz del rey y de falso encarcelamiento de la dama Lady Barbra Dustin. ¿Qué tenéis que decir en vuestra defensa?

Hoster se mantuvo en la posición que le habían encomendado. Escuchó las palabras de Tywin Lannister y se sorprendió de dos acusaciones más de las que no tenía ni idea.

- ¿Conspirar?- Alzó una de sus cejas.- No tengo constancia de esa acusación. ¿Contra quién? ¿Y quién propone esa acusación?- Lo cierto es que no tenía idea de que alguien hubiese dirigido alguna palabra a que él mismo llevase a cabo una conspiración contra…¿El Rey?

- La defensa es la verdad. Nunca nadie de la casa Tully retuvo a Lady Barbrey Dustin. Y la defensa también es la lógica. Mi hijaCatelyn Tully está comprometida con Brandon Stark, aquí presente.- Y señaló al Stark, esperando que asintiese tras esto.- El mismo Rey Aerys sabe que así es, pues se lo comunicamos en Harrenhall. Ya la idea de atacar a una comitiva resulta un tanto descabellada, sobretodo sabiendo que los Tully siempre han servido a los Targaryen con fidelidad, e incluso luchamos por ellos en las Guerras de Nuevepeniques y en el Bosque Real, como debía hacerse. Pero aparte de eso, realizar ese acto hubiese puesto en peligro el casamiento de mi hija Catelyn, y además hubiese sido una estupidez tener a esa mujer encerrada en las mazmorras de Aguasdulces y reunir allí a gran cantidad de hombres de otras tierras, incluso a Brandon Stark.- Tomó aire y lo dejó ir lentamente. Lo cierto es que Brynden había intentado algo loco, pero había admirado el valor de, por él, enfrentarse al mismísimo Rey.

- Mi Rey Aerys Targaryen, la Casa Tully juró hace muchos años vasallaje a los Targaryen, mi abuelo lo hizo, y mi padre antes que yo. Y os reitero mi posición frente a vos. Nos erigimos en Aguasdulces por Aegon el Conquistador, y nunca hemos olvidado eso, nuestro Deber para con la figura que se sienta en el Trono de Hierro. Os conmino a que tengáis a bien entender que, todo esto, no ha sido planeado por mi, ni por nadie de mi familia. Tan bien como yo sabéis que puse los medios para hacer saber lo ocurrido con Lady Dustin. Pido que tengais a bien mis palabras.

-Con la venia del Rey… Lord Tully, pedis atencion a la logica. No suena muy logico, ir contra el re o alzarse en armas contra el rey u atacar al rey, o la guardia real como ha sido el caso. Si tan seguro estaba vuestro hermano de vuestra inocencia. ¿Porque ataco para liberaros? ¿No deberia un hombre inocente desear la oportunidad de proclamar al rey su innocencia?

Si vuestro hermano estaba tan seguro de vuestra inocencia, deberia haber cabalgado a vuestro lado para dar fe de la veracidad de vuestras palabras. Su actitud rebelde no os hace parecer tan inocente como afirmais ser. Quizas, la logica de los hechos expuestos, se escape a mi juicio. Quizas.

- Lord Jon, ¿Veis aquí a Ser Brynden Tully?- Alzó ambas manos, en un intento de abarcar a la gente alrededor.- Entonces, si no está aquí, no entiendo vuestra pregunta. Según tengo entendido los hombres que atacaron a la comitiva Stark provenían del Paso Alto. Supongo que vos podréis dar también una explicación a ello.

- Hoster Tully no se ha alzado en armas contra el Rey. No ha atacado al Rey. No ha atacado a ningún Guardia Real. En el Torneo de Aguasdulces muchos desenvainaron sus espadas, Lord Jon, y ninguno de ellos fueron mis hombres o los de mis banderizos, sino otros. Vos sois un hombre capaz, Lord Jon. La lógica no escapa a vuestro juicio en nada de lo dicho acerca de Lady Dustin.

Lord Jon— gritó el rey —nadie os ha dado permiso para hablar, estáis presente como prerrogativa a vuestro rango, pero nada más— las palabras del rey fueron duras, pero más lo fue su tono. Aerys no tenía un buen día, eso estaba claro. —Y ahora, Lord Tywin, prosigamos

Lord Tywin prosiguió con las formalidades y pronto llamó a los primeros testigos, Ser Myles Mooton y Lord Jon Connington.

El hombre de Poza de la Doncella fue el primero en hablar.

Qué acontecimientos llevaron a Lady Dustin a las mazmorras de Aguas dulces me son desconocidos, pero yo en persona, acompañado de Lord Connington la rescaté de ellas, y la lleve ante Ser Willem Darry.

Jon Connington se adelantó. Observó a Lord Hoster y a Ser Myles Mooton, antes de fijar su vista en la Mano.

-Lo que ha dicho Ser Myles es cierto. Lady Dustin estaba en las mazmorras de Aguasdulces y de allí la saqué junto con él. Estaba herida, tiritaba de frío y lloraba. - Jon apretó los puños. -Fuera lo que fuera lo que había ocurrido, no era propio de caballeros.

Observó al resto del público antes de continuar.

-Durante el viaje aquí, intenté hablar con ella para saber qué había ocurrido. Apenas podía hablar. Seguía asustada. - Fijó su vista en el rey para terminar. - Nada vio de aquellos que le atacaron o cómo terminó allí, tal fue la brutalidad del evento. - Se relajó ligeramente. Había dicho todo lo que sabía, que los Siete ampararan a todos. - Esto es todo lo que vi, escuché y viví. Que los Siete guíen vuestro juicio.

Tywin escuchaba lo que iban diciendo uno tras otro sin que hubiera habido lugar para la sorpresa. El rostro de Lord Hoster permanecía impasible quizás porque había aceptado su destino o porque tenía la consciencia tranquila; posiblemente no pudiera saberlo nunca.

Tras el relato de Connington, la Mano tomó de nuevo la palabra.

Hemos oído lo que el acusado, Lord Hoster Tully, tenía que decir en su defensa así como lo que los testigos de primera mano, Ser Myles Mooton y Lord Jon Connington, han relatado.

Debemos darle la palabra ahora a la víctima, Lady Barbra Dustin.

El Lannister hizo un gesto para que la aludida relatara su versión de los hechos.

Nos atacaron, cabalgué durante días soportando violaciones por las noches. Me encerraron en una mazmorra y continuaron las violaciones, las humillaciones y las vejaciones. Lo siguiente que recuerdo es caminar entre cadáveres escoltada por los caballeros aquí presentes. -las lágrimas inundaban sus mejillas- Por fortuna debí perder el conocimiento durante días antes de mi rescate.

Las palabras de Lady Barbrey fueron duras y Tywin pudo observar cómo algunos caballeros apretaron los puños; cínico como él era - un rasgo muy Lannister - se limitó a hacer una mueca que cada cual podría interpretar como quisiera.

Lord Hoster Tully, ¿qué tenéis que decir al respecto a los testimonios realizados?

Aquello era una especie de alegato final. Poco quedaba ya que discutir puesto que era la palabra de uno contra la de muchos.

Hoster se volvió hacia la mujer, hacia Barbrey Dustin.- Las palabras son duras. Pero mi señora, ningún hombre al servicio de los Tully hizo tal cosa. Quizás penséis eso por toda vuestra vida, quizás nunca olvidéis el dolor ni aquellas noches, o mis palabras no os sirvan, pero si algún día queréis saber quien os provocó todo eso…seguid buscándolo.- E inclinó apenas su cabeza ante ella.

- Rey Aerys Targaryen, esas son mis palabras, pero antes de que dispongáis la sentencia, si me gustaría saber como es que Ser Mooton supo del lugar donde se encontraba Lady Dustin. Es de suponer que alguien debió ver por primera vez a Lady Dustin en las mazmorras de Aguasdulces. ¿Por qué unos hombres entran en las mazmorras de una fortaleza, matando a sus guardias, por qué si? Supongo que eso sería importante de saber.- Se encogió de hombros. Estaba nervioso, si. Al fin y al cabo aquello podía significar su muerte.- Sabed que nunca intrigué contra vos. Habéis sido mi Rey, por el que he luchado. Y seguís siéndolo. Confío en vuestra decisión.

Desde el estrado a los pies del rey una figura a la que pocos habían hecho caso hasta la fecha se levantó.
Con vuestro permiso, mi señor— dijo Lord Varys dirigiéndose al rey —Entraron en vuestras mazmorras porque yo se lo dije, pues mis informes eran claros, Lady Dustin se encontraba allí. Y se demostraron ciertos como hombres de intachable honor dejan claro.

Todos callaron durante unos segundos tras la declaración de Varys ya que sabían que el Consejero de Rumores era alguien bien informado y más que capaz de haber averiguado eso.

Tywin Lannister chasqueó la lengua hastiado y volvió a acaparar la atención sobre él.

Hemos escuchado al acusado, a la víctima, a los testigos y al Consejero de Rumores así como algunos señores. ¿Alguien desea añadir algo?

Ante el silencio general el Señor de Occidente iba a darle la palabra al rey pero alguien se adelantó entre el público.

Yo deseo testificar, Lord Mano. – Quien hablaba era un hombre fornido de largas barbas rubias y melena de igual color; llevaba los colores Lannister y no parecía contento. – Soy Gerion Lannister y quiero añadir algo.

Es verdad que Lady Dustin estaba en las mazmorras de Aguasdulces tal y como relatan Ser Mooton y Lord Connington. Pero no estaba allí el día anterior.

Hubo comentarios callados al respecto y varios señores se miraron entre ellos y miraron a la Mano quien parecía confundido.

¿Qué queréis decir? Explicaos.

Lo que digo, Lord Mano, es que el día antes Lady Dustin no estaba en las mazmorras de Aguasdulces.
Lo sé porque estuve allí igual que estuve el mismo día en que la rescataron. Pude ver cómo entraban y la sacaban de allí, lo relatado por Ser Mooton y Lord Connington es cierto, pero lo es porque alguien la llevó allí para que la encontraran.

Y, ¿qué hacíais en las mazmorras, Ser Gerion? No es lugar donde debiérais.

Estaba con una dama haciendo cosas que no diré aquí por respeto a ella y su familia. Si alguien necesita que le explique qué hacía se lo diré en privado si bien no daré detalles.

Tratad el asunto como se merece, Ser Gerion. – Dijo Tywin molesto ante la desfachatez de su hermano.

Y así lo hago, Lord Mano. Puede que Lord Varys recibiera el soplo pero está claro que lo único que querían es que se encontrara a Lady Dustin cuando quien fuera que estuviera detrás del secuestro lo quisiera y no cuando tuvimos que hacerlo.

Alguien llevó a Lady Dustin a las mazmorras para que la encontraran y apuesto mi espada a que no fue el propio Lord Hoster.

La Mano miró a su hermano y luego al rey.

La cara de Jon Arryn seguia mostrando seriedad. Pero habia pasado de tristeza a incredulidad, al menos para los que lo conocian. Pero el rey habia mandado callar y no dijo ni pio.

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Varys volvió al centro de la sala y se acercó a Gerion para tomar la palabra con total tranquilidad.

¿Revisásteis todas las celdas de las mazmorras, Ser Gerion?

La voz aflautada del eunuco fue tan incisiva como su pregunta. Gerion negó con la cabeza.

¿Hablásteis con todos los prisioneros? – Una nueva negación por parte del Lannister. – ¿Hicísteis algo más que ocuparos de vuestros propios asuntos, Ser Gerion?

¡Decidmelo vos ya que tanto sabéis! – Dijo malhumorado Gerion.

Suficiente. – Era Lord Tywin quien hablaba. – Ser Gerion ha testificado y Su Majestad ha oído lo que tenía que decir al igual que ha oído a todos los demás.

Creo que Su Majestad puede tomar una decisión.

Ser Gerion– comenzó a hablar el rey –os honra vuestra búsqueda de la verdad, más cuidaos de asumir como hechos meras suposiciones. Lady Dustin confirmó que tras su rapto fue llevada a unas mazmorras que solo abandonó del brazo de Ser Myles Mooton y Lord Jon Connington.– Los mencionados asintieron ante las palabras de su majestad que se levantó del estrado

Mas os entiendo Lord Gerion, al igual que entiendo las reticencias que Lord Connington ha mostrado, nadie creería capaz de hacer algo así a Lord Hoster Tully ¿Por qué secuestrar a Lady Dustin y luego poner Aguasdulces en el centro de miras celebrando una boda y un torneo? ¿Por qué someterse de buena gana a este juicio sabiendo las incontables pruebas que se presentarían? Pues porque se sabe inocente, porque no me cabe duda de que Lord Hoster Tully, aquí presente no ordenó el secuestro de Lady Dustin– el silencio se rompió, todos los asistentes buscaban la confidencia de compañeros y familiares. El rey dejó por unos instantes que los cuchicheos se produjeran, pero pronto emprendió su discurso nuevamente –Pero Lady Dustin fue capturada por alguien y encerrada en las mazmorras de Aguasdulces ante su mirada, suya es la responsabilidad. Como he dicho nadie creería a Lord Hoster capaz de tales intrigas, capaz de organizar metódicamente un rapto en tierras de sus vasallos, capaz de encontrar hombres lo bastante leales, o como queda cristalino, capaz en general. Lord Hoster no es capaz de ocupar con soltura el lugar que le corresponde y, por el bien del reino, como tal debe ser removido. Así pues, yo, Aerys Targaryen, despojo a Lord Hoster Tully de su lugar como señor de Aguasdulces y libero a todas las casas de las tierras de los ríos de su juramente de vasallaje para con él. El gobierno de Aguasdulces recaerá en Lord Edmure Tully, como legítimo heredero, pero sabiendo a su padre incapaz de gobierno debemos asumir su educación deficiente, por lo que yo mismo lo tomaré como pupilo y me encargaré que las tierras de los ríos tengan un gobernante justo en el futuro. Sobre la cuestión de quien realmente ordenó y llevó a cabo el secuestro de Lady Dustin me temo no poder emitir sentencia, la intución me hace mirar en el rebelde Pez Negro que rápidamente, ignorando la seguridad de su hermano, decidió levantarse en armas, mas hasta que no sea capturado poco podrá decirse. Una vez sea capturado y las tierras de los ríos pacificadas Aguasdulces será gobernada por Ser Willem Darry como regente de Ser Edmure que se asegurará pagará dos tercios de sus ingresos durante cinco años, como pobre compensación por el daño causado, a Fuerte Túmulo y a los Riachuelos y, como compensación por el daño sufrido a sus tierras un tercio de sus ingresos, durante dos años, a Darry. Hoster Tully permanecerá como invitado de la corona en la Fortaleza Roja por el futuro previsible donde podrá disfrutar de la compañía de sus hijos Lord Edmure y Lady Lysa una vez estos acudan a cumplir su deber. En cuanto a Lady Catelyn– el rey hizo una pequeña pausa y elevó el tono de voz repentinamente –¡Brandon Stark! Partid inmediatamente a Aguasdulces para poner en cintura a vuestra prometida, si es lo bastante mayor para creerse la señora de Aguasdulces lo es para compartir el destino del Pez Negro, tenéis una oportunidad de salvar su honra y, con ella, la vuestra, pues cuando seáis marido y mujer compartiréis destino.

Cuando la sentencia de Aerys se hizo efectiva no tuvo más que pensar, todo estaba ya claro… si ni el propio Rey Loco podía culpar a Hoster Tully de encerrar a su querida Lady Barbrey es que con total seguridad quién había ejecutado aquella tropelía era alguien que estaba por encima del propio Hoster y el círculo se había estrechado tanto que para los posibles culpables ya sobraran varios dedos de una mano, así sería más fácil hacer cumplir su promesa…

“Acaso cree que un Stark pisoteará su honor haciendo que un inocente pague por los crímenes que otro cometió?” si eso pensaba el Rey es que ni conocía a Brandon Stark ni tenía un atisbo de conocimiento de lo que era, pero no tardó demasiado en responder pues allí estaba la oportunidad de lograr sacar a sus norteños y llevarlos a su hogar.

-Así será. - dijo partiendo en ese mismo momento con el rostro frío, como sólo un norteño puede tener… lanzó una última mirada a su futuro suegro, y rezó por él a los Antiguos para que tuviese oportunidad de volver a verlo fuera de aquellos muros y él era la única razón que perturbaba su pensamiento que no era otro el de no volver a poner jamás un pie en Desembarco del Rey.

Tras un año del juicio al antaño señor de Aguasdulces, desde el Dominio a las tierras del Cuello, se componen cantares de las andaduras de Lord Hoster y Lord Jon Connington. Un cantar con sabor infeliz, la historia acaba con el primero volviendo al hogar, devastado; y el segundo, caído en desgracia tras haber sido el segundo hombre más poderoso del reino y el más amado.