El Melocotón y el Caballero

En la tranquilidad de su tienda de campaña, Renly Baratheon se recostaba desnudo sobre la cama, deleitándose con un jugoso melocotón. La suave carne de la fruta cedía bajo su mordisco, liberando un dulce jugo que se deslizaba por sus labios. La noche envolvía el campamento en una quietud reconfortante, interrumpida solo por el suave sonido de sus mordiscos.

Un paje, ajeno a la intimidad del Señor de las Tormentas, irrumpió en la tienda, trayendo consigo la necesidad de limpiar y mantener la armadura. Al percatarse de la presencia del joven, Renly no se inmutó, su figura bañada por la luz parpadeante de las velas. El paje, con la timidez propia de su posición, se acercó y limpió con un dedo el jugo que se deslizaba por la comisura de la boca de Renly.

El contacto inesperado despertó una chispa de sorpresa en los ojos del Señor de las Tormentas, pero pronto se transformó en una sonrisa indulgente. El paje, con gesto tembloroso, llevó el dedo a sus propios labios, saboreando el dulce néctar del melocotón. Renly observó con diversión la acción del joven, una mezcla de camaradería y complicidad pasajera entre ellos en la noche serena del campamento.

Y así, en ese instante fugaz, la distancia entre señor y sirviente se desvaneció, reemplazada por un breve momento de conexión humana en la oscuridad de la noche.

Mientras el paje retiraba discretamente, Loras Tyrell, con su gracia característica, hizo su entrada en la tienda. Con una sonrisa juguetona, tomó el melocotón de la mano de Renly y se sentó con elegancia en una silla junto a la cama.

Renly lo observó con una mezcla de sorpresa y complicidad mientras él daba un jugoso mordisco al fruto, el jugo escapándose por la comisura de sus labios. Con un brillo travieso en sus ojos, Loras le ofreció una mirada significativa.

“Tenga cuidado, mi señor,” murmuró con tono divertido, “con quién deja entrar y salir de su tienda en la oscuridad de la noche. No todos los visitantes son tan inofensivos como yo.”

Renly no pudo contener una risa amistosa y cómplice con su buen amigo y compañero de torneos.

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