Tierras en Desembarco del Rey…
Tierras en Desembarco del Rey…
¿Esto eran ahora los Hijos del Hierro?, ¿mendigos de un Señor del Oeste ante cuyas costas se levantaba Pyke?, ¿hijos de las olas o de putas ribereñas? Su flota había renunciado a los fértiles puertos de Lannisport, al tentador vino del Rejo o a las Islas del Roble. A remontar los ríos cercanos a Casa y a golpear Varamar, siempre atenta y vigilante, o a castigar la arrogancia de los nobles caballeros del Dominio.
En lugar de eso, arena, largas distancias y una capital a un mundo de distancia de Pyke. Todo…¿para qué?, ¿por unas tierras?
No para Euron Greyjoy.
Quellon era viejo, previsor y cauto. Quellon se había vuelto débil, enfermizo y siempre pensando en grano y campos y arados. Una deshonra para los hijos de las olas. Él no sería como su padre. Tampoco como el tozudo Victarion o el huraño Balon. Él gobernaría los mares y sembraría el terror entre sus vecinos. Arrasaría campos, demolería pueblos y recuperaría esclavos para su pueblo.
Euron, Ojo de Cuervo. Euron, el hijo no deseado. Euron, que aún no era nadie y podía serlo todo.
Cuando Quellon muriera, la Asamblea de Sucesión llamaría.