No había dormido mucho… Había estado toda la noche pensando. Tenía la estrategia clara, pero los momentos previos a la batalla siempre eran tensos. Su hermano le había mandado un mensaje, al fin estaba todo listo y él, Aegon Targaryen, entraría en Valleoscuro, la primera de todo un continente de conquistas.
Había avisado a sus capitanes y sus hombres estarían preparados a media mañana, él prendería fuego a la puerta norte y ellos entrarían por la puerta sur, los mejores planes eran los más sencillos.
Cansado de no poder dormir y con el alba cerca, Aegon se levantó del camastro y comenzó a prepararse. Su escudero llegó presto, le colocó la armadura y le trajo la espada. Caminaría un poco por el campamento, eso levantaría la moral de los hombres.
Todavía no había salido de la tienda cuando oyó el cuerno. AUUUUUUUU
Un sudor frío le vino durante un segundo, algún imbécil se había venido arriba y había convocado a los hombres, se enteraría de quién habría sido y se lo daría de comer a Balerion.
AUUUUUUUU
Aegon se quedó helado durante un segundo.
— Majestad…— dijo el joven escudero. — Nos atacan!
El campamento estaba patas arriba, muchos hombres estaban a medio vestir y corrían como pollo sin cabeza. Nadie parecía saber desde donde había venido el ataque.
Miles y miles de hombres de los Darklyn habían penetrado desde el Sur al poco de salir el sol y estaban matando a placer. El rey no se lo podía creer, tantos planes para nada, su ejército destruido en la primera batalla.
—* Balerion*— dijo para nadie en particular, — Dónde está Balerion?
Como si este lo hubiera oído, la gran bestia hizo acto de presencia. Un torbellino de muerte y destrucción. El fuego calcinaba, las patas aplastaban y la cola destruía.
Los Darklyn con el Mirlo Negro a la cabeza, lejos de amedrentarse, se lanzaron a por él. Primero fueron unos pocos, luego decenas, más tarde cientos, quizá un millar, los que fueron a por él dragón.
El rey lo llamaba a gritos, pero uno no podía llegar donde estaba el otro.
Las espadas de los Darklyn se cebaban con la bestia quien se defendía con todo y mataba hombres a cientos.
Aegon estaba cerca, Fuegoscuro chorreaba sangre de sus enemigos, y su mirada se cruzó con la del dragón. El rey pudo ver en ellos la muerte, la de sus enemigos, pero también la suya propia. No podía permitirlo.
— ¡Vuela!— gritó. — ¡Vuela Balerion!
Y el Terror Negro obedeció. Batiendo sus grandes alas el reptil comenzó a elevarse mientras la sangre le chorreaba desde el vientre, poco a poco fue ganando altura y, finalmente el dragón desapareció en el cielo.
Poco a poco los números se impusieron, Balerion no estaba, pero había causado un daño brutal a las líneas de los Darklyn, quienes no pudieron recomponerse. El ejército Targaryen, ahora reagrupado en torno a su rey avanzó sin contemplaciones haciendo huir a los pocos que quedaban.
Resultados:
Los ejércitos Celtigar y Velaryon, sin efectos.
Ejército 1 Targaryen: Numeroso -1, Veterano +2
Balerion está vivo pero MUY jodido, confías en que vuelva cuando esté bien, pero algo te dice que tardarás en saber de él.