En el nido de las aguilas

El invierno ya habia llegado, se recrudeceria con el paso de los dias, pero sus efectos ya empezaban a notarse. Alla en el Nido de las Aguilas, se respiraba cierto nerviosismo ademas. La señora Daena, esposa del heredero del valle, estaba de parto. Todo apuntaba a que el parto seria dificil, su vientre al salir de cuentas, era enorma para ella. Ashara Dayne, esposa de Eddard Stark, que habia compartido tiempo de embarazo y habia dado a luz en el nido de las aguilas recientemente tambien, sostenia la mano de su amiga, le infundia animos. Le hablaba de como sus respectivos hijos contraerian nupcias o serian grandes amigos, segun eligieran los siete, pero seguro serian cercanos siempre.

Daena no se hacia ilusiones, muchas mujeres morian en el parto, maxime las que tenian partos complicados. Pero no se rendiria, daria a luz un bebe sano aunque le fuera la vida en ello. Solo lamentaba una cosa, su esposo Elbert aun no estaba con ella, aunque no estubiera a su lado durante el alumbramiento, hubiera querido verlo junto a ella los instantes previos o si todo fuera mal, en los ultimos instantes. Desecho esos pensamientos, lo importante era el fruto de su vientre, no habia nada mas ahora. Cruzo una mirada con Ashara, su amiga, y con la comadrona.

-Estoy lista. La casa Arryn tendra hoy un nuevo miembro, si los 7 quieren.

Una criada entro en la alcoba de la parturienta con sabanas y una noticia.

-Mi señora Daena. Hay hombres a las puertas, Eddard y Ser Humphrey estan parlamentando con ellos. Guss dice que parecen mendigos solo que van armados hasta los dientes. ¿Y si planean asaltar el castillo? ¿Como han podido llegar hasta aqui? Tengo miedo.

Instantes despues, Ser Humphrey que llego patinando por el pasillo.

-Daena. Mi señora. ¡Vuestro esposo esta aqui! Eddard lo acompaña en estos instantes, hemos tenido que convencerlo de que se asee y cambie sus ropas. Estaba irreconocible. Y ademas, cuando partio solo se llevo a 13 hombres y ahora tiene una horda. Es cierto que visten andrajos, pero por los siete que dan miedo.

-Castellano, por favor. Traedlo conmigo. Nuestro bebe ya casi esta aqui.

Entonces llego. 2 pares de botas resonaban en los pasillos, los sirvientes se inclinaban ante su paso. Eddard se asomo en la alcoba y lo anuncio.

-Daena, vuestro esposo.

Elbert Arryn entro en la alcoba donde su esposa luchaba por traer al mundo a su primer vastago. Vio la sangre en las sabanas y temblo. Habia cabalgado contra el pez negro y habia continuado luchando despues de recibir la orden de retirarse, solo una herida cuasimortal lo habia conseguido apartar de la lucha. Se habia arrastrado por un campo de espinos rasgandose la piel por todos lados cuando su tio ordeno avanzar a gatas en plena noche para sorprender al enemigo. Cuando los Dothrakis los habian atrapado a el y su tropa en aquel lecho seco, habia continuado luchando despues de que aquel arakh se llevara su ojo izquierdo. Combatio a aquellos infames piratas para conseguir volver al hogar y se quedo aislado de sus hombres, rodeado y en desventaja, aun entonces no sintio miedo sino que sonrio, vio aquella situacion como una oportunidad mas de demostrar su valor y a cambio, los siete le mandaron a la maza Hubbert el Jabali, la afilada espada de Clint Eastwood y el hacha de Ryam Redstones en su ayuda. El, que no sabia lo que era el miedo a morir, temblo ante la posibilidad de que su esposa muriera en aquel sangriento lecho trayendo al mundo a su prole. Corrio junto al lecho, hinco la rodilla y tomo la mano de su esposa.

-Como os prometi, mi señora. Estoy aqui, a vuestro lado. Siento haber tardado tanto.

-Estais aqui esposo. Pero estais diferente. ¿Me contareis vuestras aventuras en las noches de invierno?

-Os lo contare todo. Tengo mucho que contaros. Vos teneis algo para mi y ni siquiera es mi cumpleaños. Decidme esposa. ¿Como puedo serviros mientras dais a luz a nuestro primer retoño?

El parto fue dificil, como se esperaba. Y como se esperaba pero nadie osaba decir en alto… el nacimiento de la pequeña Alyssa Arryn costo la vida de su madre. Daena Whent dio la vida a cambio de la de su hija.

-Eddard, ha llegado un cuervo del sur. Malas noticias amigo, Robert ha muerto en combate y a manos de Rhaegar nada menos. Al menos murio con el martillo en la mano, seguro que lo hubiera preferida a morir en la cama de viejo.