Facción Jaime

Dejó de llevar la cuenta a los 80 que tiene muchas cosas en la cabeza.

Vamos con los POVs más detallados, según me vaya inspirando. Jorund es muy largo pero es que no puede no ser largo a no ser que me lo salte todo xD

-Jorund Frostbjorn, Rey en la Montaña

Jorund abandonó Isfjellheim muy joven, hastiado de la vida miserable y aislada que se le ofrecía. Para cuando volvió, las historias sobre sus andanzas le precedían. Si nos fiamos de ellas (y por qué no deberíamos, pues son historias muy bien rimadas y con aliteraciones muy conseguidas) había derrotado con su astucia a bestias mágicas de terrible poder en las más altas cumbres, yacido con ninfas de río y vivido para contarlo, atravesado los mares como polizón en navíos fantasmales y conocido tierras lejanas, pobladas por hombres con patas de cabra y la cabeza en mitad del pecho, donde había engañado a los mismos dioses para robarles sus más preciados tesoros. A su vuelta, trajo sacos llenos de plata y joyas, un pequeño cofre de hierro cerrado con tres llaves del que nunca se separaba, hombres armados que hablaban lenguas extrañas, y fuego en los ojos. Al día siguiente, congregó a los hombres del clan y les dijo que una nueva era había comenzado para ellos y todos los Hijos de la Nieve. Que bajo su mandato llegaría el día en que descenderían sobre las Tierras Verdes y les pagarían con hierro y sangre tantos abusos y desprecio. Nadie le preguntó que dónde estaba su hermano Sigvard, hasta entonces el jefe. No hacía falta.

Los avances para el clan fueron tan rápidos que, desde entonces, todo tipo de oscuros rumores sobre pactos secretos le persiguen. Lo cierto es que, apenas una década más tarde, los Frostbjorn ya se habían erigido en el clan preeminente de las Kvölbergen y las minas del Gyldenåre habían pasado de producir un goteo de hierro a un auténtico aluvión, que diligentemente era trabajado con técnicas hasta entonces desconocidas en las entrañas de Bjornfestning, la fortaleza de roca negra que Jorund había comenzado a construir el mismo día de su regreso, en el anillo central amurallado que ahora se llamaba Viejo Isfjellheim, donde antaño se habían levantado las chozas y almacenes ruinosos que le habían visto nacer. Y, lo que era más importante, Jorund había comenzado a reunir, entrenar y equipar a sus Járnvaki.

Cuando los Hijos de la Nieve descendieron, lo hicieron con la fuerza de una avalancha. Clanes antaño orgullosos fueron expoliados y esclavizados, y solo una alianza desesperada entre los clanes preeminentes de las Tierras Verdes consiguió contener su avance, que no derrotarle. Jorund, acercándose ya a la vejez, dio por bueno lo conseguido, y centró sus esfuerzos en consolidar sus conquistas, reparar las maltrechas relaciones con el resto de tribus, y aplastar todo signo de disidencia. Los demás Fiska respiraron aliviados y esperaron acontecimientos. Sin duda, a la muerte del tirano, surgiría una oportunidad para contraatacar, quebrar de una vez por todas la fuerza de los montañeses y mandarlos de vuelta a las Kvölbergen.

La mayoría de los que pensaban eso, sin embargo, ya han muerto de viejos.

A día de hoy, el rostro de Jorund es una máscara de arrugas, solo le quedan algunos mechones de pelo ralo, y nunca se levanta de su silla, que es cargada de aquí para allá por musculosos porteadores con largas pértigas, pero en sus ojos, casi cegados por las cataratas, sigue presente el mismo fuego de su juventud. Quienes le toman por un viejo senil no suelen tener tiempo suficiente para apreciar la profundidad de su error. A estas alturas, para su gente, Jorund es poco menos que un dios entre mortales, y es frecuente que, allí donde va, la gente se arroje al suelo, presa de una profunda veneración, o quizá de un terror atávico. Para bien o para mal, él es la Tribu Snjórsonr. Su liderazgo no ha sido cuestionado desde hace casi medio siglo, su carácter y sus métodos se han convertido en los de la tribu, y sus logros son festejados como propios por clanes que, antaño, habrían contado a los Frostbjorn entre sus enemigos mortales. No cabe duda de que el día que muera, los Hijos de la Nieve sufrirán el más duro revés de su historia reciente, y está por verse cómo se repondrán de él o si lo harán, pero hasta entonces cuentan con la indudable ventaja de tener al mando de sus destinos a una leyenda viva: Jorund Frostbjorn, el Rey en la Montaña.




***Notas: Unas cosas son ciertas y otras no de las aventuras de juventud de Jorund, normalmente las partes más inverosímiles son las que son verdad. Igualmente le sirvió para construirse muy conscientemente una leyenda a su alrededor. En el pequeño cofre de las tres llaves solo hay efectos personales y recuerdos de su primer amor, lo guarda tan celosamente porque es un tío muy privado. Que él sepa, no hizo un pacto oscuro con nadie para vivir eternamente, pero la verdad es que está empezando a sospechar que en algún momento debió de hacer algo que alargó antinaturalmente su vida, porque esto ya se está volviendo bastante raro y él está tan sorprendido como los demás. Igual aquella vez que se bañó en la sangre de la sierpe, no lo tiene muy claro. Tampoco hizo un pacto oscuro para llevar su tribu a la gloria, solo vio a extranjeros hacer las cosas mucho mejor de lo que las hacían en casa y, siendo un tío avispado y que sabe aprovechar las oportunidades, tomó muchas notas y se llevó de vuelta a una buena colección de herreros, artesanos y maestros constructores.

Halvar Frostbjorn

Halvar no es un comandante tan temible como su hermanastro Sten. Ni tan listo como Vidar. No es tan elocuente como Sven, ni tiene, como Ragna, una conexión especial con las fuerzas de lo sobrenatural. Pero lo que hace de Haldar el favorito de su padre, de entre toda la legión de hijos y nietos que pululan por sus dominios, su mayor cualidad, es su absoluta falta de ambición. Halvar está totalmente satisfecho con su suerte. Tiene vino, mujeres, el respeto de los hombres, la aprobación de su padre, y la libertad para ir a dar largas caminatas y disfrutar del aire puro de las montañas siempre que le apetezca. ¿Qué más podría querer? Desde luego, no los dolores de cabeza que le daría estar al mando.

Se dice que Halvar no tiene enemigos, y esto es cierto al menos en parte. Como brazo derecho y ejecutor de la voluntad de su padre, hay muchos Fiska que le consideran su enemigo, pero él no les guarda rencor por ello y está seguro de que, si tuvieran la oportunidad de compartir un cuerno de hidromiel y hablar desde el fondo de sus corazones, encontrarían causa común y se harían buenos amigos. Veterano de la Guerra de las Tierras Verdes, su rostro, que ya de por sí no era especialmente agraciado, está surcado por cicatrices, pero su expresión afable y su franqueza es, para los viajeros o emisarios que llegan hasta Bjornfestning, un respiro entre la desconfiada hosquedad que se respira en la fortaleza, y que él no parece percibir en absoluto.

Activo e incansable, como un niño grande, no es raro ver al heredero de Jorund entrenando con los Járnvaki, escuchando con arrobo las historias y leyendas que cuentan los ancianos, o jugando con los perros de la fortaleza, que le adoran, pero en cuanto tiene la oportunidad, se escapa en largas expediciones con su lobo Skuggi y su hija Ingrid, la niña de sus ojos, a enseñarle las maravillas ocultas de las Kvölbergen. Tumbado bajo el inmenso cielo estrellado, con una manta de pelo bien gruesa, Skuggi aullando a la luna desde un risco y su hija dormida apoyada en su pecho, Halvard se pregunta a menudo por qué otra gente busca la felicidad en la consecución de poder, riquezas o gloria, cuando la felicidad está tan cerca y es tan simple de lograr.

Pocos, o ninguno, consideran a Halvard el líder más capaz que la tribu podría tener en un futuro. Pero, a su vez, casi todos conceden a regañadientes que, en lo fundamental, Halvard es un gran tipo y que, probablemente, tampoco lo haría mal, si tuviera buenos consejeros. A nadie le apasiona la idea de entregarle las riendas de la tribu, pero tampoco a nadie le hace sentirse amenazado en modo alguno. Y eso, quizá, sea suficiente para asegurar el futuro.

Freydis Frostbjorn, la Princesa Pálida

Una noche, hace 16 inviernos, durante una fuerte ventisca, Jorund salió por las puertas de hierro de Bjornfestning, apoyado en su bastón y rehusando escolta o acompañamiento alguno, y se dirigió a las montañas. Al amanecer, la ventisca amainó y Jorund reapareció sujetando una niña recién nacida, envuelta en un manto de una tela transparente que, a la luz del sol naciente, se convirtió en rocío. El viejo patriarca estaba aterado de frío y pequeños carámbanos colgaban de sus cejas, pero el bebé dormía plácidamente, y el sonrojo en sus mejillas desmentía el aire gélido. La presentó como su hija Freydis, y como era costumbre en él, no dio más explicaciones.

De entre su numerosa prole, Jorund solo tuvo desde ese día ojos para “su” Freydis. Desde pequeña, su figura estilizada, facciones cinceladas, ojos aguamarina y larga melena blanca llamaron la atención de los visitantes de Bjornfestning, más aún debido a la complexión robusta y achatada característica de los montañeses. Freydis parecía esculpida en mármol por un maestro escultor loreleano; el resto de su familia habían sido esculpidos por un aprendiz miope en un día de borrachera. El interés en la Princesa Pálida de Bjornfestning por parte de pretendientes de ilustres linajes comenzó a una edad indecente, y más de un joven altivo fue apaleado en la misma sala del trono por orden de su malhumorado padre, que se negaba a entregarle su joya más valiosa a nadie.

La promesa de violencia disuadió a los muchos pretendientes de una aproximación directa, pero no de pavonearse ante ella y hablarle de sus muchas tierras, dotes y virtudes, encontrando por su parte nada más que una gélida cortesía. Los jóvenes se batían en duelo en los banquetes por el privilegio de sentarse cerca de ella, y en una noche en la que los ánimos estaban especialmente caldeados, el joven Leif Haglsteinn, primogénito del jefe de su clan, se encontró con un punzón clavado en el cuello y la sangre saliéndole de la boca a borbotones tras posar una mano distraídamente donde no debía. Pero todos estos desafíos no parecían sino hacer el premio aún más deseable.

Aburrida de tanta atención, murmullos y envidias, Freydis encontró refugio en la creciente biblioteca de Bjornfestning, que entre los tratados técnicos sobre minería y metalurgia que Jorund había recopilado o mandado escribir a lo largo de su dilatada vida, de escaso interés para ella, incluía también clásicos loreleanos y de tierras aún más lejanas, y tomos sobre astrología, alquimia y otras artes ocultas de mayor interés para el lector curioso, escritos por su madrastra Þórdís, su hermanastra Astrid y otros notables eruditos. Su capacidad para la asimilacion y memorización de conocimientos dejó consternados a todos los que prestaron la menor atención a esa faceta de Freydis, que fueron muy pocos. Parecía tener una facilidad innata para comprender misterios y enigmas que a otros les había llevado toda una vida de dedicación descifrar.

Pese a su reputación de mujer de hielo, Freydis no es ajena a los impulsos y ensoñaciones propios de su edad, pero el problema es que no ha conocido a ningún hombre que esté, ni remotamente, a su altura. Siente que Bjornfestning, o incluso Fiskeya, se le está quedando pequeña. Tiene claro que su destino no es abrirse de piernas para algún palurdo y tejer en un estandarte los logros del clan de su marido; pero, si no es ese, ¿entonces cuál podría ser? ¿Acaso hay otra opción?


Notas: tiene capacidades mágicas innatas, debido a su ascendencia mágica, poderosas pero difíciles de controlar. En concreto, de los poderes que conoce…
-Cuando está en tensión o se siente agredida, su cuerpo exuda un frío antinatural que es capaz incluso de congelar en el sitio a quien la toque. Leif Haglsteinn, el manos largas del banquete, se quedó a medio centímetro de convertirse en una estatua de hielo, lo cual habría causado aún más consternación que matarlo.
-La aurora boreal, cuando hace aparición, le muestra con claridad imágenes de lugares lejanos y personas que desconoce, que nadie más parece ver.
-El estado emocional de Freydis parece tener un impacto directo en la climatología local, sin duda el poder que más le cuesta controlar. Más de una vez, las cosechas se han helado a raíz de una súbita granizada porque Freydis estaba furiosa con alguien, y en los días en que se siente sumida en la desdicha el sol apenas asoma de entre las nubes.

No me los he leído y no me los voy a leer. Sáltatelo todo, es irrelevante. Necesito su personalidad, virtudes y defectos. No toda su historia, ni sus poderes ni sus capacidades (para eso están los tokens)

Si quieres escribirte un libro para apoyarte tú mismo, pero en 200 palabras (si te ves muy apurado de compro 300) tienes espacio más que suficiente. Sus aventuras concretas me son irrelevantes.

PS: No te lo tomes a mal, pero es que no me da la vida a leerme PoVs de 900 palabras, tu escríbete lo que quieras y lo vas sacando según sea relevante para la partida. Pero lo que yo (y otros jugadores) necesitan es una descripción corta que te de alas para empezar a rolear sobre ella, de huecos para puntos de trama y demás.

Los poderes de la peña … eso son tokens, en vez de tener un solo token para el PJ que represente todo lo que sabe hacer puedes tener varios representando varios aspectos.

Me cago en tu nación! No, es coña, en realidad es para eso, lo escribo para saber yo quienes son xD. Si lo único que sé es que Pepe es un tipo rudo de aspecto amigable que lucha con un hacha, luego a la hora de decidir cómo actúa, el cerebro se me convierte en natillas y se me sale por las orejas. Sería como jugar un Valar basado en una serie de Disney+. Luego le digo a chatgpt que haga una versión de 200 palabras para consumo en masa.

Y los tokens… a ver qué hago, a ver. Está un poco por decidir.

Jorund, el Rey en la Montaña

Jorund abandonó su hogar en Isfjellheim en su juventud. Las leyendas cuentan que enfrentó bestias mágicas, sedujo a ninfas y burló a dioses en tierras distantes, regresando con riquezas inimaginables, hombres leales de tierras desconocidas, y fuego en sus ojos. Asumió por la fuerza el mando de los Frostbjorn, prometiendo grandeza y venganza contra aquellos que habían menospreciado a los Hijos de la Nieve.

Pronto, Jorund estableció Bjornfestning, una majestuosa fortaleza de roca negra que simbolizaba la potencia emergente del clan. Las minas del Gyldenåre florecieron bajo su tutela, utilizando técnicas avanzadas que cambiaron la fortuna de su pueblo. No solo mejoró la economía, sino que también forjó una fuerza militar formidable: los Járnvaki. Bajo su liderazgo, llevaron a cabo campañas de conquista, subyugando clanes y expandiendo territorios. Solo una coalición de clanes de las Tierras Verdes pudo frenar su avance implacable.

Físicamente, el tiempo ha dejado su marca en Jorund. Es llevado en una silla por porteadores, las arrugas profundas surcan su rostro, y sus cabellos ralos apenas cubren su cabeza, aunque sus ojos, nublados por las cataratas, aún destellan con el fuego de su juventud. A pesar de su aparente fragilidad, es un líder con una determinación inquebrantable. Aquellos que subestiman su astucia rara vez sobreviven para lamentarlo. Su presencia impone un profundo respeto a los suyos, casi una devoción religiosa.

Psicológicamente, Jorund es un visionario astuto e implacable. Ha moldeado el carácter del clan a su imagen, transformando viejos enemigos en aliados fervientes. Aunque su muerte es inminente y plantea incertidumbres para el futuro de los Hijos de la Nieve, su legado como Rey en la Montaña es indudable y perdurará en las leyendas por generaciones.


Halvar Frostbjorn, el Satisfecho

Halvar es el heredero designado y un miembro atípico de la prole de Jorund. No posee el feroz comando de su hermanastro Sten, ni la inteligencia aguda de Vidar. A diferencia de Sven, no es particularmente elocuente, y carece de la afinidad sobrenatural que Ragna muestra. Sin embargo, su virtud reside en su completa falta de ambición, algo que su padre, Jorund, valora profundamente. Halvar está plenamente satisfecho con lo que la vida le ha brindado: vino, mujeres, respeto y la aprobación paterna.

Veterano de la Guerra de las Tierras Verdes, las cicatrices en su rostro no enmascaran su expresión afable. Es conocido por su cordialidad, un alivio en el ambiente tenso de Bjornfestning. Es un hombre enérgico, al que a menudo se ve entrenando con los Járnvaki o jugando con los perros del castillo. Las montañas Kvölbergen son su santuario; allí, junto a su lobo Skuggi y su querida hija Ingrid, encuentra serenidad bajo el cielo estrellado.

Pocos ven en Halvar a un líder nato, pero su genuina bondad es indiscutible. Si bien no es la elección obvia para liderar, su naturaleza no amenazante y amigable podría, con la guía adecuada, ser suficiente para un futuro estable.


Freydis Frostbjorn, la Gema de Bjornfestning

Freydis, apodada la “Princesa Pálida”, es el mayor enigma de los Frostbjorn. Nacida durante una tempestuosa noche de invierno, su entrada en el mundo es igualmente misteriosa; con su padre, el ya anciano Jorund, emergiendo de una ventisca con la niña en brazos, envuelta en un manto que se volvía rocío bajo el sol.

Con su estampa etérea, Freydis contrasta con los rudos montañeses. Ojos aguamarina, melena alba y facciones finas, parece más una escultura loreleana que un miembro de la robusta familia Frostbjorn. La Princesa Pálida rápidamente se convirtió en la obsesión de la nobleza, atrayendo pretendientes desde tierras distantes. Pero la joven deslumbrante solo muestra cortesía fría ante sus avances. A pesar de los numerosos enfrentamientos y duelos por su atención, que culminaron en la muerte de Leif, el heredero del clan Haglstein, por propasarse durante un banquete, la dificultad para conseguirla solo intensifica el deseo de los hombres.

Sin embargo, el verdadero esplendor de Freydis yace en su intelecto. Refugiada de las atenciones varoniles en la vasta biblioteca de Bjornfestning, devoró literatura clásica y obras sobre alquimia y artes místicas. Su prodigioso entendimiento y retentiva la hacen única, aunque pocos aprecian este rasgo.

A pesar de su exterior glacial, Freydis posee un corazón joven lleno de ensoñaciones y ambiciones. Pero Bjornfestning parece pequeño para su espíritu inquieto. Se resiste a un destino tradicional y se pregunta: ¿cuál es su verdadero lugar en el mundo?


300, 200 y 250 palabras respectivamente, ni pa ti ni pa mi :stuck_out_tongue:

1: Bjornfestning, la Fortaleza Negra: Más que una simple construcción, Bjornfestning simboliza el poderío montañés. Dentro de sus murallas, alberga arsenales, almacenes y bibliotecas, haciendo de la fortaleza un nexo inquebrantable de autoridad y control. Es la representación palpable de la dominación y unidad de los montañeses en Fiskeya.

2: Járnvaki: Élite de guerreros montañeses, los Járnvaki son el baluarte de Bjornfestning, y los hombres que hicieron posible la campaña de conquistas de la tribu. Con origen en diversos clanes de la isla, todos ellos llevan la misma armadura pesada, fea pero funcional, y usan las mismas hachas largas.

3: Las Minas del Gyldenare: Estas minas son la principal fuente de riqueza de la tribu. Extraen de ellas hierro, metales preciosos y piedras raras, esenciales para el comercio y la artesanía. Su explotación ha posibilitado la dominación económica de los montañeses sobre la región.

4: Duros como las montañas: Frase emblemática de los montañeses, refleja su carácter inquebrantable y resistencia ante adversidades. Personifica su conexión con el terreno escarpado y su perseverancia. Es un recordatorio constante de su orgullo, fortaleza y capacidad para enfrentarse a rivales superiores.

5: La presciencia de Jorund: Un don casi místico, la presciencia de Jorund trasciende la mera experiencia. Es su habilidad innata para anticipar movimientos enemigos y adaptarse a situaciones cambiantes. Años de liderazgo y astucia se combinan, permitiéndole estar siempre un paso por delante, fortaleciendo su legado y asegurando el futuro de su tribu.

6: Metalurgia Loreleana: La técnica artesanal de los loreleanos en el trabajo de los metales es reconocida en todo el globo. Incorporar sus métodos en las forjas de los sótanos de Bjornfestning ha significado un salto cualitativo en la calidad de armas y herramientas, incrementando la eficiencia en combate y, sobre todo, la capacidad de producción, con el consecuente aumento en exportaciones.

7: El favor de los señores de las montañas: Cuando se les rinde tributo, estos enigmáticos seres responden ofreciendo ayuda, material o inmaterial. Acudir a ellos promete grandes recompensas, pero también enormes riesgos, ya que nadie que haya cruzado las puertas de bronce ha regresado. Esta alianza incierta ofrece ventajas inigualables en tiempos de desesperación, pero a un coste que muchos temen pagar.

8: Sten Frostbjorn: El veterano comandante de los Járnvaki, Sten es la encarnación de la disciplina y la ferocidad en batalla. Su reputación como líder implacable precede cualquier campaña, infundiendo temor en los enemigos y respeto inquebrantable entre sus tropas. Su habilidad para salir airoso de cualquier batalla lo convierte en un recurso inestimable para su padre.

9: La Princesa Pálida: Freydis Frostbjorn, la Princesa Pálida, es más que una cara bonita. De genio vivo y humor sutil, maneja las situaciones sociales con gracia y encanto, y está acostumbrada a conseguir lo que quiere. Pocos se pueden resistir a su poderosa mezcla de belleza, elocuencia e inteligencia.

10: La prole de Jorund: Con tantos hijos y nietos, Jorund cuenta con una diversidad de talentos y habilidades en su propia familia. Para cada tarea, desafío o situación, parece haber un descendiente adecuado, haciendo de su linaje no solo una herencia, sino también una herramienta polifacética y adaptativa.


Hala, no lo tengo muy claro pero estos son unos tokens, por ejemplo.

Bjornfestning, la fortaleza de los Frostbjorn (el pueblo se llama Isfjellheim pero por simplificar podemos poner la fortaleza) tenia pensado que estuviera cerca del río Kaven, o sea cerca de la frontera suroeste de nuestro territorio, para que tuviera acceso medianamente fácil a un río para el comercio y tal. Lo tenía pensado de hace tiempo pero no me acorde de mencionártelo xDD. En el mapa no la he visto, si estás pensando donde ponerla pues ahí queda.

Screenshot 2023-09-14 at 16-30-53 Mapa

The vale ahí, dominando un paso de montaña? Si quieres la muevo, pero siento tu fortaleza tiene poco sentido que esté en los llanos, que esas tierras son nuevas para ti

Mmm, sí no está mal, para el comercio tendría salida rápida al mar desde ahí, me sirve.

He decidido con Rafa que empecemos casándonos, mi heredero Halvar Frostbjorn de 36 (que tiene una hija previa de X mujer aleatoria pero no estaba casado aún) con su nieta Hilde Oddsvardottir de 16, en Bjornfestning, e invitar literalmente a todo el que quiera venir. Sería una cosa planeada de hace tiempo, la idea es una boda diplomática para intentar evitar una futura World War Fiska entre los 2 mayores poderes, que a ninguno nos conviene.

Los tiempos ya no los tengo tan claros, si empezamos directamente en la boda o lo anunciamos y que la gente vaya viniendo, sobre todo porque yo tengo toda la intención de invitar a Manuel xD pero claro para eso él tendrá que haber llegado. Se puede suponer que Jorund que es perro viejo y tiene muchos contactos fuera de la isla sabe ya que los loreleanos vienen, porque el ejército ha tardado tiempo en prepararse y tal, imagino, igual hasta lo invitó de antes xD. O al revés, que sean ellos los que oyeron que iba a haber un gran bodorrio. No sé, mira a ver y me dices.

Todo muy bien, pero no estoy 100% seguro de que Rafa no acabe conviertiéndose en un PNJ porque aún me debe varias cosas, y no me va a temblar la mano.

Igualmente, anunciadlo en partida, tú puedes saber que los Lorelanos están viniendo como concepto, pero no sabes los tiempos exactos tampoco, así que no te preocupes. Si quieres que sea tu primer post público/primera misión adelante.

Los lorelanos llegarán cuando lleguen.

Ah, el monte Gyldenåre que es relevante por ser la fuente principal de riqueza de la tribu deberías ponerlo también cerca de Bjornfestning, lo lógico sería que la fortaleza protegiera la entrada al monte porque si me lo quitan me hacen un roto xD

Está lleno de esclavos, la mayoría prisioneros de guerra, haciendo trabajos forzados, eso no lo pongo en el token porque es un secreto bien guardado pero básicamente ese es el “truco” de por qué produce tanto xD

Un par de familias que he ido creando según hacía falta:

Clan Skjaldar

1. Einar Skjaldar (45 años): Patriarca de la familia Skjaldar, es conocido por ser un destacado poeta y cronista. Su habilidad para componer himnos y sagas ha hecho de su familia un recurso valioso para documentar la historia y hazañas de Bjornfestning.

2. Astrid Skjaldar (43 años): Esposa de Einar, es experta en la historia y las leyendas de la tribu. Se encarga de educar a los niños en tradiciones y valores culturales.

3. Torvald Skjaldar (25 años): Hijo mayor de la familia. Aunque heredó la pasión por las palabras de su padre, su enfoque está en la diplomacia y las negociaciones.

4. Freja Skjaldar (22 años): Hija única, es una talentosa arpista y compositora. A menudo acompaña las recitaciones de su padre con su música.

5. Leif Skjaldar (18 años): Hijo menor, aprendiz de su madre en la historia y tradiciones de la tribu. Aspira a ser un gran guerrero, pero tiene un amor profundo por las sagas y los cuentos de héroes pasados.

6. Ingvar Skjaldar (70 años): Abuelo, es el conservador de la “Biblioteca de Runas” de la familia, una colección de piedras y pergaminos que documentan la historia de su gente.

Clan Hrafnaflaug

1. Jorvik Hrafnaflaug (Patriarca, 55 años)

  • Descripción: Un hombre robusto con una barba desgreñada y ojos penetrantes. Conocido por su crueldad y despiadada ambición. Devoró el cadáver de Publio Calosio.

2. Astrid Hrafnaflaug (Esposa de Jorvik, 52 años)

  • Descripción: Mujer de aspecto enfermizo pero ojos astutos. La mente detrás de la diplomacia retorcida de la familia.

Hijos de Jorvik y Astrid:

a. Ivar Hrafnaflaug (31 años) - Descripción: El hijo mayor, feroz y temible, encargado de las expediciones para conseguir “alimento”.

b. Helga Hrafnaflaug (28 años) - Descripción: Hija única, astuta y sádica. Se rumorea que practica artes oscuras. Esposa de su hermano Ivar.

3. Ulrik Hrafnaflaug (Hermano de Jorvik, 50 años)

  • Descripción: Menos cruel pero más inteligente que Jorvik, maneja el comercio y las finanzas de la familia.

4. Brynhild Hrafnaflaug (Esposa de Ulrik, 47 años)

  • Descripción: Prima de Jorvik y Ulrik, silenciosa pero letal.

Hijos de Ulrik y Brynhild:

a. Sven Hrafnaflaug (22 años) - Descripción: Joven tímido pero curioso, estudioso de los rituales familiares.

b. Elise Hrafnaflaug (19 años) - Descripción: Adolescente rebelde que empieza a cuestionar las tradiciones de la familia.

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