La batalla del Aguaslentas

La Montaña que Cabalga llevaba semanas saqueando las tierras de los ríos y si por Ser Marq Piper hubiera sido la respuesta habríá sido inmediata, pero la mano del rey dispuso que fuera la corona quién debiera encargarse del asunto. Pero ello no detuvo a las alimañas de Clegane que, azuzadas desde Roca Casterly, seguían arrasando pueblo tras pueblo hasta que Ser Marq no pudo más, desafiante exigió a Lord Hoster Tully permiso para acabar con la amenaza Lannister y el viejo señor no pudo más que concedérselo.

Acompañado tan solo de un puñado de camaradas rastreó a los hombres de la Montaña a lo largo y ancho de las tierras y dio con ellos lo suficientemente cerca de su ancestral hogar de Princesa Rosada como para labrar un plan. Sin un minuto que perder reunió a los hombres de su padre y desplegó a sus exploradores, Gregor Clegane cayó en la trampa como las bestia que era y pronto, con el río a sus espaldas, se vio acorralado por los rivereños.

Como un perro sin honor, tan pronto Clegane se vio enfrentado a sus iguales ―en lugar de masacrar a campesinos indefensos― decidió huir abandonando a sus hombres. Ser Marq dudó por un momento pero la gloria deberíá esperar, lo importante era mantener a los hombres de los ríos a salvo y para ello urgía más acabar con las huestes que con el perro que huíá con el rabo entre las piernas.

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