Corre el año 1258 del calendario bretoniano. La primavera desciende sobre las colinas, las anchas praderas y los castillos que trufan el reino. Con el vigor del nuevo sol y la retirada de las nieves, arde también el corazón del joven rey, deseoso de imitar al glorioso Louen Mataorcos, que hace 35 años trajo la paz al reino después de clarar una guerra de los Caballeros Noveles contra los pielesverdes que se amontonaban en las fronteras de Bretonia.
Desde Couronne se emite una proclama: a todos los caballeros que quieran servir a la Dama y a su reino, el Rey convoca a una campaña de castigo contra los orcos que habitan cerca de las Hermanas Pálidas. Multiplicados bajo el fuego de la guerra y emigrados desde un Imperio en el que múuchos caudillos intentan hacerse con el trono, los orcos que antaño se habían retirado a lo alto de las montañas suponen un peligro ahora para el reino.
Impulsado por la juventud, y sin medir riesgo para su vida, la de su esposa o la de aquellos caballeros que con él galopan, el rey acaudilla a sus hombres en las marcas de Couronne, listo para el asalto en pocos días…