Las Cosas de las Bodas

¡Desgracia!

Lord Guy Piper ha fallecido en un banquete propiciado por los Lannister de Roca Casterly. El mismo Tytos Lannister pudo observar como el hombre de los Ríos perdía la consciencia y nadie era capaz de poder ayudarle.

Casi a la misma vez, la Mano del Rey, Lyonel Baratheon, sufrió el mismo síncope, pero por suerte el hombre de las Tormentas pareció ser capaz de hacer frente al mal que le acechaba.

Muchas lenguas hablan del envenenamiento, en el mismo banquete de los Lannister. La desgracia ha caído en esta boda…

Lord Tytos se levantó, angustiado ante la mirada de pavor de Lord Piper, que se derrumbaba entrelazando sus manos con su cuello, tratando de abrir una vía respiratoria por donde le resultaría imposible. Con el cadáver aún caliente y la Guardia Real pendiente de atender el malestar de la Mano, Lord Tytos Lannister por fin salió de su estupor. Levantándose de la manera más digna posible y tratando de imponer su voz a los lamentos y murmullos.

  • Poneos de inmediato al servicio de Lord Lefford - dijo dirigiéndose a su hijo Kevan y sus caballeros de mayor confianza-. Que nadie salga ni entre del castillo. Encontraremos al culpable.

Sin duda alguien pretendía socavar la paz de Occidente, llevar la guerra ante sus puertas. No permitiría que eso sucediese. Los señores y señoras nobles de las tierras del oeste permanecerían unidos, pasase lo que pasase.

  • Mi querido Lord Lefford, estoy a vuestra entera disposición para encontrar al culpable, para cuando el sol vuelva a caer una cabeza adornará las puertas de vuestro castillo y sabremos quién desea vernos enfrentados.

Cuando Lady Ellyn recibió la noticia del atentando en su boda casi estalló de rabia. Conminó a su nuevo marido a buscar a aquellos que intentaban socavar el prestigio de Occidente. Lord Lannister había sido descuidado. ¿Pero quién querría asesinar a Lord Piper? Lord Baratheon tenía bastantes enemigos por su puesto y su carácter. “El asesino está en esta boda. Hasta que no sea castigado nuestro honor no se verá restaurado. Tenemos que identificar a quién beneficia este ataque.”

“Señores, lamentamos este incidente y esperamos pronto encontrar a los autores y a los instigadores. La Paz del Rey no será quebrada en Occidente.”

Su hermano Lord Roger, que se encontraba a su lado en seguida se levantó, furioso y salió de la sala. “Hablaré con Lord Lefford y junto a mis hombres interrogaremos a todos los sospechosos. Esta noche espero tener algo.” Junto a él, marcharon una decena de caballeros con los colores de su casa.
“Que el resto de invitados se divierta. Pero si alguien quiere confesar que sepa que se le ahorrará sufrimiento y si alguien quiere lanzar una acusación formal contra los asesinos ahora es el momento.”

Lady Ellyn esperó a que el resto de invitados importantes se expresara, especialmente Lord Baratheon después de su recuperación.