Llamada a las armas

Mis señores, los Siete Reinos están sumidos en la guerra. En las Marcas, la Princesa Arianne ha inflingido una dolorosa derrota a los ejércitos Baratheon. En las Tierras de la Tormenta, el afamado Ser Ronald Connington, cuyo apellido es sinónimo de honor y justicia, ha alzado su bandera en rebelión contra la tiranía de Stannis. Y en el Valle, Lord Grafton resiste valientemente los envites de las fuerzas lealistas de Arryn. Por todos los rincones del reino, caballeros y señores afilan sus armas y ensillan sus bestias. Y quien sea ajeno a esta turbulencia, será devorado por esta, de una manera o de otra.

Yo, el Rey Aegon, convoco a la guerra a todos los leales de Poniente, a los bravos, a los honorables; que no vengan los cobardes ni los cambiacapas, a esos no los quiero de mi lado. Reunid a vuestros caballeros y vuestras levas y marchad raudos a Altojardín, donde ya se reúne la Hueste Real que pondrá fin a este conflicto de manera rápida y decisiva. El peligro es grande, y la recompensa será magnífica. No esperéis a que vuestros señores, atenazados por el miedo y la indecisión, actúen. Acudid a la llamada de vuestro rey, y vuestro rey nunca olvidará que lo hicisteis.

Aegon, el Sexto de su Nombre, rey de los Ándalos, de los Rhoynar y de los Primeros Hombres.