Los Hermanos Juramentados de la Guardia Real

Su excelencia Aerys Targarien estaban sentado en el Trono de Hierro, visiblemente incómodo como cualquiera que ocupara esa maldita silla estaba siempre. Frente a él grandes señores y caballeros se presentaban. La mayoría de los hombres del Valle estaban allí, incluyendo a Lord Jon Arryn.

Frente a todos ellos, arrodillado, se encontraba el joven Ser Lyn Corbray, con su padre a escasos metros contemplando la escena orgullo. Ser Jonothor Darry sostenía su espada sobre los hombres del caballero del Valle mientras este pronunciaba sus votos.

… juro proteger y obedecer a su alteza real Aerys, el segundo de su nombre …— la espada de Ser Jonothor cambió de hombro cuando el nombre del rey fue pronunciado y, finalmente, la voz de Aerys se escuchó.

Levantáos, Ser Lyn— Lord Tywin Lannister dio un paso al frente y colocó la capa blanca en los hombros del muchacho mientras este se levantaba y la multitud vitoreaba —como un caballero de la Guardia Real

Los vítores de los hombres del valle resonaron en la Sala del Trono, pero no fueron multitudinarios. Nadie podría discutir el nombramiento, un joven y capaz guerrero nombrado caballero en el mismo Torneo de Harrenhall tras descabalgar al caballero misterioso. Aquel hombre era afortunado, las recompensas del rey se magnificaban y alargaban tanto en el tiempo como contundente era su ira y largos sus castigos. Hoy tocaba ver al rey alegre y generoso.

Pero en la mente de todos resonaba la misma pregunta una y otra vez. Seis caballeros blancos, falta uno, ¿quién será el séptimo Guardia Real?

-Los hombres del valle en conjunto, nos sentimos honrados de que la guardia real vuelva a contar con uno de los nuestros. Comprendo y aplaudo la elecccion del rey. Ser Lyn sabra honrar su juramento, enorgulleciendo a su casa y a todos quienes lo tenemos por cercano. ¡Enhorabuena Ser Lyn! Confiamos en vos para cumplir el cometido que se os ha asignado.