Misión 1: El Desembarco

Las palabras cruzaron piedra y madera, se oyó un ruido sordo y la puerta quedó abierta. Aegon desenvainó a Fuegoscuro y entró en la habitación solo y cerró la puerta tras de si. Tras unos momentos de tensión por parte de sus acompañantes, la puerta volvió a abrirse y el rey salió de allí, la espada estaba envainada, ni una palabra salió de sus labios, no era necesario.