PoV : Tywin Lannister
Tokens : . Impuestos de Occidente. Minas de oro: Colmillo Dorado. Tywin Lannister.
Misión :
Tywin quiere minar la autoridad de Aerys y controlar el Consejo. Para ello debe ir haciendo que los Consejeros decidan apoyarle a él o eliminarlos del juego. El primero objetivo será el eslabón más débil: Lord Qarlton Chelsted.
Tywin conoce al Consejero de la Moneda - ya era Mano cuando él llegó a su puesto - y conoce sus debilidades y flaquezas. Es un cobarde y un ambicioso por lo que si se le pone un cebo lo suficiente jugoso para que pique, Tywin podrá presionarlo con facilidad.
Las Minas de Colmillo Dorado generan gran parte del oro que hace ricos a los Lannister, algo que conoce a la perfección Tywin; para él es fácil mover ese oro de tal forma que al Consejero de la Moneda le lleguen los impuestos desde Occidente con una merma de la que el Consejero podría ganar una parte. Sería Lefford quien enviaría el soborno: si Qarlton accede a hacer la vista gorda en las cuentas (Lefford pagaría menos oro a Lannister y por tanto menos a la Corona pero de esa cantidad una parte iría directa a las arcas de Qarlton.
Si Qarlton cae en la trampa que Tywin orquesta - al fin y al cabo es su oro - cuando la cantidad sea suficiente como para considerar que Chelsted está en un gran aprieto, podrá presionarlo.
Roleo :
Números. Todo se trataba de números. El Señor de la Roca revisaba los pergaminos llenos de cuentas que le llegaban desde Roca Casterly y que detallaban todos los impuestos que se cobraban de Occidente y la cantidad que enviaba después al rey. Para él era una rutina comprobarlo puesto que pocas veces variaba y menos aún había fallos.
Pero eso lo sabía él pues eran sus impuestos y su riqueza; el Consejero de la Moneda, aquel desgraciado, no sería capaz de controlar como él hacía las idas y venidas de oro de las minas hacia Roca Casterly y de esta hacia Desembarco. Así que para Tywin era fácil producir un desfalco y, luego, ese desfalco hacérselo llegar al Consejero para comprar su silencio sin que pareciera que era Roca Casterly donde se producía.
Si Qarlton Chelsted era el hombre avaricioso que Tywin suponía que era, aquel oro lo compraría. Y una vez comprado, era hora de decirle quién era el dueño.
Objetivo :
Engañar a Qarlton Chelsted para que acepte sobornos para enriquecerse como Consejero de la Moneda para poder chantajearlo en el futuro.