Mision 11. Cambio de manos

PoV
Varys

Token
Varys (es el consejero de los rumores con una amplia red de espías y agentes)
Conjuradores reales (grupo de agentes venidos de Essos para ayudar a Varys)

Misión
Llevar las revueltas hacia una de las puertas de Desembarco del Rey

Roleo
Varys recibía de sus pajaritos informes cada pocas horas. Los días de asedio estaban siendo más emocionantes y exigentes para él de lo que había podido imaginar. Normalmente los asedios son largos, lentos y aburridos. La situación en la ciudad había conseguido precisamente lo contrario. El descontento era palpable y cada vez mayor y la muerte del capitán de la guardia y las deserciones habían hecho estallar revueltas por toda la ciudad. Los hombres que Varys había hecho venir de Essos tenían órdenes claras al respecto. Si comenzaban las revueltas, debían hacer que se orientase la rabia del pueblo hacía las murallas, no hacia la Fortaleza Roja como presuponía Varys que pasaría. Era inútil y estúpido que atacasen la fortaleza, no iban a conseguir entrar, pero si podían tomar las puertas, abrir a los atacantes y acabar con todo en una jornada.

Denys el mulo era un caballero errante al que llamaban el mulo por sus prominentes orejas. Descendiente de caballeros de Poniente caídos en desgracia y venido desde Braavos a petición de Varys. Había trabado amistad con unos cuantos hombres de fortuna en su tiempo en la ciudad y en aquel momento se encontraba en la plaza de los zapateros junto a una turba de ciudadanos y desertores de la guardia hartos de las condiciones de hacinamiento y hambre intramuros - ¡vamos muchachos! ¡seguro que en la Fortaleza Roja el bastardo de la puta Lannister no pasa hambre! ¡vayamos a por ellos! – gritaba un soldado sin capa, un desertor de la guardia sin duda alguna que trataba de orientar a la gente desde lo alto de un taburete. Denys negó con la cabeza y se abrió paso agarrando al imbécil por el cinturón para bajarlo de allí, dejando que sus amigos lo agarrasen - ¡no seamos estúpidos! La Fortaleza Roja es un pastel demasiado grande! ¡Vayamos a la calle de los herreros, atraigamos a cuantos podamos y armémonos! Bien pertrechados podremos abrir las puertas, ¿acaso el bastardo de Cersei merece nuestra lealtad?¿merece que vuestras familias pasen hambre? ¡Yo digo que lo pasen por la espada los lobos de Invernalia! ¡Que les den por culo a Cersei y sus hijos!¡Abramos las puertas y que se entiendan lobos y leones!¡Ellos abrirán la Fortaleza Roja y ahí si que nos daremos un buen festin! – grito el orejudo caballero siendo seguido enseguida por sus amigos y poco a poco por el resto de la plaza.

En otra parte de la ciudad otro hombre, esta vez un comerciante de vinos de Myr hacía algo parecido. - ¡Mi negocio esta arruinado! ¡Los Guardias entraron hace tres noches y vaciaron mi almacén para que no les faltase de nada en el cuartel! ¡¿No te pasó a ti lo mismo Eustace?! – dijo señalando a otro ciudadano con la cara congestionada por la rabia y un ojo morado por una pelea reciente que asintió - ¡¿Y a ti Bronn?!¡¿No dejaron de pagaros vuestros servicios hace días Aillyn?!¡Estoy harto del abuso de los capas doradas y la familia a la que sirven! ¡El Norte se encuentra ahí fuera! – dijo señalando hacia donde presuponía estaban los muros - ¡Están ahí fuera porque no quieren servir a un bastardo! ¡Y yo tampoco! ¡Abramos las puertas! ¡Que les den por culo y se vayan todos a Occidente, que de ahí no debieron salir! – vociferó el comerciante mientras un buen puñado de hombres lo imitaba.

Por toda la ciudad pequeños núcleos iban creciendo, dirigidos, o al menos intentado, por los hombres de Varys y otros que sin saberlo, estaban siguiendo su plan. Si la gente abría las puertas, la ciudad capitularia y el bastardo sería derrocado.

Objetivo
Ayudar a que conquisten la ciudad

Ruta + Tiempos de movimiento