Misión 11. Vuelan libres los murciélagos

PoV:

Lord Walder Whent.

Tokens:

Ser Aegon Whent (Estrategia) y Lord Walder Whent (Diplomacia).

Misión:

Cuando tenga lugar la batalla, las tropas de la Casa Whent intentarán colocarse cerca de las del rey Aerys, a poder ser en una posición más bien exterior. Intentarán evitar la confrontación con las tropas de Lannister. A una señal acordada con la Casa Lannister, las tropas se distanciarán ligeramente del ejército del Rey y cargarán contra ellas, intentando sacar la mayor ventaja táctica posible de la sorpresa. Especialmente la caballería (que el ejército 1 tiene como característica), que podrá hacer más daño cargando. (No sé qué ejércitos, de los tres que tengo, has supuesto que van, y cuales se quedan en Harrenhal, podemos decir, por ejemplo, que van 1 y 2 y se queda el 3 en Harrenhal. Ahora actualizo la posición de tropas, si me dices que van/se quedan otros, por supuesto, lo cambio.)

Ser Aegon comandará las tropas, mientras su padre (menos habilidoso en materia de guerra), a su lado, menos intentará evitar el conflicto directo y se dedicar a arengar a los soldados, mantener el orden y observar cómo va marcha la contienda. Si llegara el caso de alcanzar una mayoría, podemos también utilizarlo para, con su habilidad diplomática, conseguir la rendición de alguna Casa temerosa del león.

La idea es atacar a las tropas bajo vasallazgo de Aerys, porque con Arryn tengo una unión matrimonial. Una vez dado el golpe, si se diera el caso de que mis tropas se enfrentaran con las de Arryn, Lord Whent le ofrecería deponer las armas, dejar de apoyar al rey loco y la Casa Whent intercedería para que fuera respetado por la Casa Lannister. Si aún así quisieran luchar, pues na, a luchar, pero yo les he ofrecido un pacto en nombre de nuestro matrimonio, así que puedo considerar que me he guiado por el honor xD.

Roleo:

Ser Aegon entró en la tienda de su padre. El viento soplaba fuerte en dirección norte, y se introducía por los resquicios de la tienda, silbando, casi aullando. Aegon sonrió, se sentía como en casa. La faz de su padre era oscura y seria. Rara vez había visto su rostro ancho y redondo desprovisto de esa sonrisa que tanto odiaba Aegon, pero no le extrañó. Era la última noche antes de la batalla contra Lannister.

-Ven aquí, hijo.

Lo hizo sentarse a su lado. Aegon siempre había odiado el contacto físico, y soportó a duras penas aquel gesto tan familiar de su padre de rodear sus hombros con su grueso brazo. Lo soportó porque Lord Walder estaba serio, y era una ocasión para celebrar. Éste empezó a hablar en susurros:

-Hijo mío, mañana va a ser un día difícil. Hemos soportado durante muchos días la presencia impuesta de las huestes del rey loco, muy en contra de nuestra voluntad, pues están los valores del rey Aerys bien lejos de aquellos de la honradez y la sensatez que siempre ha defendido la Casa Whent, que siempre he defendido yo - hizo una pausa antes de proseguir - . No estoy orgulloso de lo que va a ocurrir mañana, pero no me ha quedado otra opción - Ser Aegon observaba divertido la mueca retorcida de sufrimiento verdadero de su padre - . Mañana… Mañana abandonaremos el lado equivocado en esta guerra, y pasaremos a aquél que me parece… que nos parece más justo y mejor para los hombres de Poniente. A la señal del ejército Lannister, nos separaremos del ejército de Aerys y cargaremos contra ellos. Sé que es una táctica deshonrosa, y me duele en lo más profundo del alma, como se puede comprobar en mi semblante, mas no queda otra opción. En ocasiones, uno debe actuar por el bien de su familia y dejar de lado, siempre que no fuere en gran medida, su propio orgullo y su propio honor.

-No os preocupéis, Padre - respondió Aegon divertido. Él no tendría problemas de conciencia.

-Mírame a los ojos, hijo - y había en ellos un brillo especial, anticipador de la salada lágrima - . Todo quedará entonces en tus manos. Sabes bien que yo no soy ducho en los asuntos de la guerrá. Así que mi futuro, tu futuro y el de la Casa Whent estarán en tus manos. No puedo darte consejos, pues conoces los entresijos de la contienda militar mucho mejor que yo. Te pido sólo que seas fuerte y determinado - tomó su rostro entre las manos. Aegon había empezado a temblar ligeramente - . Has luchado con valentía previamente, pero era al lado de un gran ejército. En esta ocasión, estaremos solos, quién sabe cuán lejanos de los hombres Lannister, y nuestro plan podría salir mal. Mas no desfallezca tu ánimo, no asome la duda en tus ojos, y nuestros hombres te seguirán hasta el final. Confían en ti, hijo, pues han visto lo que vales. Y yo confío también en ti - una lágrima asomaba en sus ojos. Un escalofrío recorrió la espalda de Aegon, cuya voluntad había cedido a la elocuencia y el cariño de su padre - . Puede… puede que no siempre te haya valorado como a los demás. Pero si te he traído aquí es por algo. Si te he traído aquí, a ti y no a tu bravísimo hermano Duncan, es por algo. Puede que no seas el hijo perfecto, ni el guerrero más talentoso, pero eres el mejor de todos en ingenio y encuentro una valentía en tus ojos que no he encontrado siquiera en los de tu hermano. Por eso te he traído, y por eso confío en ti. Alza la mirada, hijo. No temas la muerte, pues mañana cabalgará a nuestro lado.

Y Lord Walder empezó a cantar en voz baja una canción *:

Las tierras, las tierras, las tierras de los Ríos,
las grandes, las verdes, fluviales llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete de Harrenhal,
al sol y a la luna.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras del Tridente, en las herraduras.
Galopa, jinete del río,
caballo cuatralbo,
canto del río que ruedas
por las calzadas y por las veredas.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete de Harrenhal,
que la tierra es tuya.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

*(Adaptación de ‘A galopar’ de Rafael Alberti)

Objetivo:

Dar un golpe por sorpresa al ejército Aerys-Arryn durante la contienda contra Lannister.

Añadido el Roleo :smiley:

//Me copio esto aquí para tenerlo para el roleo. Voy a estar off mañana y pasado, así que me viene genial el parón, pero el domingo pongo un roleo. Aegon… :cry::cry: Pero me ha gustado mucho cómo has contado su muerte con la sonrisa cínica, y en general buen roleo :wink:

Y por eso nunca debéis faltar a vuestra palabra, ¡a vuestro honor! Ser Willem estaba disfrutando de verdad viendo como los mercenarios abandonaban a la antigua Mano. ¡A los traidores se les paga con la misma moneda! Lord Jon, vos y Lord Yohn tomad el flanco derecho, envolved al enemigo, el Pez Negro acecha nuestra retaguardia, no es seguro pelear en estas condiciones. El caballero de Darry estaba extasiado dando órdenes, la victoria estaba al alcance de su mano y quizás el puesto de Mano del Rey. Ser Elys, tomad el mando de la caballería del valle, destrozad el punto que han abandonado esos hijos de mala madre, demostrad lo que valen los hombres que no pelean por oro.

La maniobra se ejecutaba con milimétrica exactitud, los dos viejos señores del valle eran dos lobos de mar versados en esos lances. Ser Merwyn Grafton mantenía el paso del centro, acompasando sus líneas a todo lo que se sucedía a su alrededor. Atended Ser Elbert, vos y yo no pelearemos hoy, el Pez Negro nos jodió a los dos, pero hoy veremos como cae su único aliado. Hoy veremos como cae un gran hombre, la sobra de lo que fue, mejor dicho. Por otro lado Ser Aegon mantenía su flanco para una posible defensa ante una respuesta enemiga, pero los Lannister no tenían ningún interés en abandonar su posición y se limitaban a imitar los movimientos enemigos, para tratar de no ofrecerles un flanco fácil de atacar. La caballería de Harrenhall aún tendría que esperar un poco más para participar en esa batalla. Lord Walter Whent observaba todo lo que sucedía en silencio, nervioso, las artes de la guerra se le escapaban, era el menos capaz de su familia, cualquiera de sus hijos era mejor que él. Una gota de sudor recorría su rostro, ¿había mandado a su hijo más inteligente a la muerte?

La maniobra de Ser Elys fue tan grácil, tan bella de contemplar que pronto cargaron por el flanco de las fuerzas Lannister. Los lanceros de Lannisport trataron de aguantar la carga pero el ímpetu de los caballeros del Valle era inaguantable, las bajas se contaban por cientes, las línea se quebraba e incluso algún hombre huía ante una muerte segura. Más demasiado eficiente había sido el caballero del Valle, demasiado rápido, con demasiado ímpetu había penetrado en las líneas enemigas. Las cornetas sonaron y desde su retaguardia Ser Elys observó como un centenar de caballeros ataviados de naranja se dirigía hacia ellos, seguidos por miles de hombres. Putos mercenarios, nos han jodido. Serían los últimos pensamientos de Ser Elys Waynwood, los ejércitos de aquel que se hacía llamar Rosereed cargaron contra el flanco Lannister que estaba siendo destrozado llevándose con él a centenares de hombres del Valle, pronto Gerion Lannister apareció entre sus líneas, siendo recibido como un auténtico héroe. La maniobra había sido exquisita, fingiendo una retirada, una traición, habían atraído a la mejor tropa del enemigo a una trampa mortal.

Aún así la batalla pintaba mal para los leones, que seguían en clara desventaja. Podrían resistir pero finalmente sus líneas cederían, la rebelión del Gran León tocaría a su fin, jamás volverían a escucharse esas Lluvias que tanto gustaban en los salones de Roca Casterly, y si lo hacían sería con mofa y escarnio, ridiculizando todo el legado de aquel hombre.

Los hombres chocaron, caballos siendo ensartados, hombres arrollados, pronto era imposible distinguir amigo de enemigo. Los hombres de la Casa Real eran espléndidos, un lujo verlos pelear, penetraban en cuña subiendo la colina, donde caían hombre de la casa Estren, Crakehall, Brax y muchos otros caballeros menores que jamás obtendrían gloria alguna. Pero, ¿dónde se encontraba el premio gordo?¿dónde estaba el León?

Las dudas se resolvieron pronto. El ímpetu del centro de la batalla contrastaba con el flanco izquierdo, ¿por qué no había entablado aún batalla Ser Aegon? Sus hombres avanzaban al trote, caballos y hombres, sin ninguna prisa por entrar en batalla. De pronto sonaron más cornetas y de entre las líneas Lannister apareció una figura dorada, con una calvicie incipiente y su armadura rojiza deslumbrante al sol. Lord Tywin Lannister mantenía su espada envainada y cabalgaba con el brazo izquierdo elevado, con la palma extendida. Los siguientes instantes fueron incomprensibles, de pronto los sonidos de las cornetas cesaron y el puño del Guardián de Occidente se cerró, de súbito el avance de los Whent se detuvo, en seco, parecía que la batalla no fuese encarnizada a unos escasos 200 metros. Con una calma sorprendente las tropas Whent se desgajaron del flanco, viraron y chocaron contra los que habían sido sus compañeros durante largos días de marcha. La traición, la deslealtad, la mentira. Ser Aegon Whent penetró entre las líneas del ejército comandando por Ser Willem Darry, jamás volvieron a ver su cuerpo, los que lo conocían y sobrevivieron aseguran que hasta el último momento su rostro estaba adornado por una sonrisa cínica, con una falta absoluta de miedo a la muerte.

La batalla se alargó durante horas, pero a la caída del sol era evidente que no se podía ganar aquella batalla, no con ambos flancos caídos y acosados continuamente por la retaguardia. O tocaban retirada o sería un completo desastre, perderían el gran ejército de Aerys, a su principal seguidor, el noble Jon Arryn, que había mantenido su pacto de vasallaje con el Rey pese a sus numerosas excentricidades. El reino quedaría en manos de la lealtad de Lord Mace Tyrell. Ante este último pensamiento Ser Willem tocó retirada. Viviremos, para luchar otro día.

Pero antes…¿dónde está ese traidor? ¡Traédmelo vivo! ¡Traedme a Lord Walter!