PoV
Lord Triston Sunderland
Señor de Tres Hermanas
Tokens
Sir Alyn Sunderland
Lider Militar, uno de los mejores guerreros de las tres Hermanas. Con gran capacidad de mando y astucia militar.
Hijos de las Hermanas
Abstracto: orgullo de pertenecer a las islas, aumenta la moral y la tenacidad del personaje/guerreros.
Grandes Marinos
Token abstracto, naval. Modificador para todo aquello relacionado con lo naval, viajes, batallas navales etc.
Ejércitos
- 1 de Aguasrecias (Alzado) , en Villahermana grupo AZUL [Leva, Hda +2, Arqueros +1, Marinos, ] FUE: 9.5
- 1 de Marea Roja (Alzado) , en Villahermana grupo AZUL [Numeroso –1, Leva, Hda +2, Arqueros +1, Marinos, ] FUE: 7.6
Objetivo
Llegar a Puerto Gaviota para prestar apoyo militar a la Casa Strong. Nos quedaremos cerca del puerto para desembarcar si las condiciones son favorables.
Misión
Llegar a Puerto gaviota lo más rápido posible a prestar apoyo a Strong.
Localización
Desde Villahermana hasta Puerto Gaviota
Un ejército de tamaño 2 necesita un día y medio para ir desde Villahermana hasta Puerto Gaviota
- 17 hexágonos de costa, a marcha rápida en 34 horas
Roleo
El viento azotaba las ventanas de la fortaleza de Sunderland, silbando una canción fúnebre que parecía reflejar el estado de ánimo de Triston. La sala estaba iluminada por el débil resplandor de una chimenea crepitante, contrastando con la sombría expresión en el rostro del Lord. Frente a él, Alyn, su hermano, aguardaba con una impaciencia apenas contenida. Alyn, con su armadura reluciente y su espada colgada a un lado, era la imagen misma de la fuerza, pero la gravedad de la situación se reflejaba en sus ojos.
Triston se levantó de su silla, la madera crujiendo bajo su peso. Caminó hacia la ventana, sus pasos resonando en la silenciosa sala. Miró hacia las tierras que se extendían bajo la fortaleza. El mapa de los Siete Reinos, parcialmente oculto por una cortina, mostraba claramente la posición estratégica de Puerto Gaviota .
“Alyn,” dijo Triston, su voz grave y resonante, "las noticias de Puerto Gaviota son sombrías. La Casa Strong, nuestros aliados… o mejor dicho, nuestros futuros aliados, piden apoyo militar.
Alyn asintió, los dedos jugueteando con el pomo de su espada. Había escuchado los rumores. Sabía también del delicado equilibrio: su lealtad nominal a la Casa Arryn, y la ambición de su propia Casa.
Triston se volvió hacia su hermano, la gravedad de su mirada penetrante. “Necesito que te dirijas a Puerto Gaviota inmediatamente. Llevarás contigo dos ejércitos. Dos ejércitos completos, para asegurar que la Casa Strong reciba el apoyo que necesita. Esto significa ir en contra de la orden tácita de los Arryn, que, como sabes, son leales a Rhaenyra.”
Alyn frunció el ceño. “Hermano, esto es una abierta rebelión. Los Arryn podrían desatar su ira sobre nosotros.”
Triston se acercó a Alyn, poniendo una mano en su hombro. “Rhaenyra busca usurpar el trono, Alyn. En esta lucha de Dragones somos simples peones que deben sobrevivir y sacar el mayor rendimiento. Nuestro futuro reside en consolidar nuestro poder, en establecer nuestra influencia en el continente. Apoyar a los Strong, aunque nos ponga en conflicto con los Arryn, nos dará una posición mucho más sólida. Es una apuesta arriesgada, sí, pero es una apuesta que debemos hacer. Nuestra lealtad es para con la Casa Sunderland, siempre lo ha sido.”
“Entiendo,” dijo Alyn, su voz firme ahora. “Marcharé a Puerto Gaviota al amanecer. Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurar la victoria, y el futuro de la Casa Sunderland.”
Triston asintió, una expresión de alivio mezclándose con la preocupación en su rostro. “Que los dioses te guíen, hermano. Regresa con la victoria, o regresa con honor. Recuerda, nuestro destino está en nuestras manos, no en las de los Arryn o Rhaenyra o Aegon”
Alyn hizo una reverencia, la imagen misma de la lealtad y el deber… pero una lealtad a su propia casa, por encima de todas las demás. Esa noche, bajo la luz de la luna, el ejército de Sunderland se preparó para partir, llevando con ellos no sólo la esperanza de un pueblo, sino también la ambición de una casa que buscaba su propio destino. El destino de la Casa Sunderland, descansaba sobre los hombros de Alyn, mientras marchaba hacia el peligro, hacia Puerto Gaviota, y hacia un futuro incierto.