MISION 13: Mediación, aglutinamiento y poner la bota en el continente

PoV

Lord Triston Sunderland

Señor de Tres Hermanas

Tokens

Lord Triston Sunderland

Es la voluntad de las Islas, su mejor representante

Los dedos de las Hermanas

Token abstracto, espionaje. Representando la influencia y los contactos en esta zona de la geografía del Valle y en Puerto Gaviota.

Lady Lyra Sunderland

Diplomacia: sus encantos y la capacidad para leer a la gente le permiten desenvolverse a la perfección en negociaciones diplomáticas.

Hijos de las Hermanas

Abstracto: orgullo de pertenecer a las islas, aumenta la moral y la tenacidad del personaje/guerreros.

Legado Pirata

(Token Mejorado) Economía: Riquezas atesoradas tras décadas de piratearía.

Ejércitos

  • 1 de Rompeolas (Alzado) , en Villahermana grupo AZUL [Leva, Hda +3, Arqueros +1, Marinos, ] FUE: 11.0
  • 2 de Rompeolas (Alzado) , en Villahermana grupo AZUL [Leva, Hda +2, Arqueros +1, Marinos, ] FUE: 9.5

Objetivo

El objetivo es aglutinar una fuerza capaz de complicarle más la vida a Arryn y con fortuna y pericia conseguir una base en el continente.

Misión

Con el pretexto del conflicto entre los Belmore y los Hunter, Lord Sunderland desembarca en el continente y se dirige a Arcolargo. A través de la red de espionaje en el valle se convoca en Arcolargo a todos aquellos vasallos menores descontentos con la casa Arryn por su apoyo a los negros, se pagaran sobornos y servicios si es necesario. El objetivo es aglutinar una fuerza capaz de complicarle más la vida a Arryn y con fortuna y pericia conseguir una base en el continente.

Localización

Desde Villahermana hasta Arcolargo
Un ejército de tamaño 2 necesita un día para ir desde Villahermana hasta Arcolargo

  • 10 hexágonos de costa, a marcha rápida en 20 horas
  • 1 hexágono de llanuras, a marcha normal en 5 horas

Roleo

Lord Triston Sunderland, con la fría precisión de un cirujano, comenzó a tejer su intrincada red. No se trataba de una guerra abierta contra la Casa Arryn, al menos no todavía. Esta era una guerra de sombras, una guerra librada en susurros y promesas, en sobornos y traiciones. Su objetivo: desestabilizar el poder de Lady Arryn en el Valle, aprovechando la creciente disidencia entre sus vasallos menores.

Desde su fortaleza, Sunderland activó su red de espías, una intrincada telaraña que se extendía por todo el Valle de Arryn, alcanzando incluso los rincones más remotos y olvidados. Estos no eran agentes brutos ni asesinos a sueldo, sino una mezcla cuidadosamente seleccionada de mercaderes, clérigos, criados y pequeños nobles, todos ellos con un resentimiento latente hacia la Casa Arryn, o con necesidades que podían ser satisfechas con la ayuda discreta de Sunderland.

Las instrucciones eran claras: identificar a todos los vasallos menores que se sintieran agraviados por las políticas de Lady Arryn, aquellos que se oponían a su apoyo incondicional a la facción de los Negros y a Rhaenyra Targaryen. Se buscaba a los nobles con ambiciones insatisfechas, a los que se sentían ignorados o menospreciados, a aquellos que veían en la lealtad a la Casa Arryn una carga más que un beneficio.

La información fluía a través de canales secretos: mensajes ocultos en rollos de pergamino, encuentros furtivos bajo el amparo de la noche, y susurros en las tabernas y posadas. Sunderland, a través de sus emisarios, les ofrecía a estos nobles descontentos una alternativa: una alianza tácita con la Casa Sunderland, una promesa de protección y apoyo, un futuro donde sus necesidades y ambiciones fueran satisfechas, siempre y cuando permanecieran leales a la Casa Sunderland en secreto.

Los sobornos no eran solo de oro y plata. Sunderland ofrecía favores políticos, protección contra las represalias de Lady Arryn, y la promesa de un futuro más brillante fuera de la sombra del Valle. El mensaje era sutil pero claro: la Casa Arryn estaba débil, su poder se tambaleaba, y ahora era el momento de cambiar de bando.

El trabajo era lento y meticuloso, pero Sunderland era paciente. Sabía que la clave del éxito residía en sembrar la discordia, en minar la lealtad de los vasallos de Lady Arryn desde dentro, hasta que el Valle se convirtiera en una polvorienta colección de facciones enfrentadas, demasiado débiles para oponerse a la creciente influencia de la Casa Sunderland.

Paralelamente, Sunderland comenzó a mover sus piezas en el tablero militar. Los ejércitos de las Islas, dos de ellos camino a Puerto Gaviota a apoyar a los Strong. Y otros dos, se dirigen a Arcolargo comandados por Lord Triston Sunderland en persona, listos para intervenir si la situación en Arcolargo se tornaba demasiado peligrosa. Sin embargo, la idea era evitar una confrontación abierta, al menos por ahora. El objetivo era que la revuelta pareciera un movimiento orgánico, surgido de la propia gente del Valle, no una invasión de fuerzas externas.

Hijos de las hermanas está en las tres misiones que tienes abiertas, no contara en ninguna, queda retrasado hasta el jueves 31

Entiendo que Lord Tristan en persona va aquí, no?

Si, el va en persona.

Las montañas del Valle se alzaban imponentes al oeste, cubriendo todo el horizonte pero, pese a ello, las costas de Arcolargo eran sencillas y fáciles, quizás por eso ningun puerto había crecido en ellas. Largos bancos de arena hacían que las embarcaciones pequeñas pudieran alcanzar tierra sin problemas, pero sin ninguna bahía natural que las protegiera las naves ancladas quedaban a merced de los elementos, Lord Triston solo podía rezar que lo peor de las tormentas ya hubiera pasado, pues si volvían, con los hombres en tierra las naves se perderian, sin duda alguna.

Para cuando la primera chalupa tocó tierra las flechas plateadas de los Hunter cubrian la playa, apenas unos 100 hombres, pero bien armados y parecia que capaces para todo. Unos minutos después Lord Triston se encontraba frente a Torrhen Hunter, heredero de Arcolargo.

Lord Triston Sunderland― Torrhen sonrió ―Nunca habría podido prever este encuentro, y venis acompañado por docenas de barcos y miles de hombres, ¿qué hacéis en Arcolargo, señor?

No os angustiéis, vengo en son de paz, tengo temas que tratar con vuestro padre.

Venid pues a Arcolargo. Vuestros hombres …― Torrhen dudó un instante ―será mejor que permanezcan en los barcos, una vez lleguemos al castillo me encargare de que os envíen provisiones.

Acompañado por Lord Yoren Borrell y un puñado de guardias de su casa vais a Arcolargo donde sois recibidos por Lord Robar Hunter, un hombre de mediana edad, fornido y recio.

En vuestra reunión queda claro que no es imbécil, sabe a lo que habéis venido, sabe que Lady Arryn está ocupada en Puerto Gaviota, no le tiene ningún cariño, pero no va a levantarse en armas por una discusión familiar. No mientras haya otro camino, Lady Arryn aún tiene la posibilidad de hacer las cosas bien y juzgar al secuestrador, si no … él siempre prefirió a Arnold Arryn, solo sería cuestión de que alguien lo rescatara del Nido de las Águilas.

Mientras disfrutáis de la hospitalidad de los Hunter enviados del Nido de las Águilas llegan, Ser Arthur Royce al mando de una docena de caballeros escoltando al maestre del Nido. Piden acceso al cuerpo del difunto Brandon Belmore para investigar lo sucedido.

Lord Robar no se toma la llegada a bien, y tras gritar a los recién llegados sobre las insinuaciones de Lady Arryn los envia de vuelta al Nido, el cuerpo ya está de camino a Rapsodia, a cargo de las hermanas silenciosas y en vez de jugar a la danza de los dragones, Lady Arryn deberia estar trayendo a los Belmore ante la justicia.

Tras esto Lord Robar os invita a quedaros cuanto queráis, pero vuestros ejércitos no son bienvenidos. A menos que volváis con un plan razonable para poner a Arnold Arryn o a su hijo Eldric en el trono del Nido, claro.

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