Misión 14: A por los tonticos de Haglsteinn

PoV

Jorund, el Rey en la Montaña

Jorund abandonó su hogar en Isfjellheim en su juventud. Las leyendas cuentan que enfrentó bestias mágicas, sedujo a ninfas y burló a dioses en tierras distantes, regresando con riquezas inimaginables, hombres leales de tierras desconocidas, y fuego en sus ojos. Asumió por la fuerza el mando de los Frostbjorn, prometiendo grandeza y venganza contra aquellos que habían menospreciado a los Hijos de la Nieve.

Pronto, Jorund estableció Bjornfestning, una majestuosa fortaleza de roca negra que simbolizaba la potencia emergente del clan. Las minas del Gyldenåre florecieron bajo su tutela, utilizando técnicas avanzadas que cambiaron la fortuna de su pueblo. No solo mejoró la economía, sino que también forjó una fuerza militar formidable: los Járnvaki. Bajo su liderazgo, llevaron a cabo campañas de conquista, subyugando clanes y expandiendo territorios. Solo una coalición de clanes de las Tierras Verdes pudo frenar su avance implacable.

Físicamente, el tiempo ha dejado su marca en Jorund. Es llevado en una silla por porteadores, las arrugas profundas surcan su rostro, y sus cabellos ralos apenas cubren su cabeza, aunque sus ojos, nublados por las cataratas, aún destellan con el fuego de su juventud. A pesar de su aparente fragilidad, es un líder con una determinación inquebrantable. Aquellos que subestiman su astucia rara vez sobreviven para lamentarlo. Su presencia impone un profundo respeto a los suyos, casi una devoción religiosa.

Psicológicamente, Jorund es un visionario astuto e implacable. Ha moldeado el carácter del clan a su imagen, transformando viejos enemigos en aliados fervientes. Aunque su muerte es inminente y plantea incertidumbres para el futuro de los Hijos de la Nieve, su legado como Rey en la Montaña es indudable y perdurará en las leyendas por generaciones.

Tokens

10: La prole de Jorund

Con tantos hijos y nietos, Jorund cuenta con una diversidad de talentos y habilidades en su propia familia. Para cada tarea, desafío o situación, parece haber un descendiente adecuado, haciendo de su linaje no solo una herencia, sino también una herramienta polifacética y adaptativa.

4: Duros como las montañas

Frase emblemática de los montañeses, refleja su carácter inquebrantable y resistencia ante adversidades. Personifica su conexión con el terreno escarpado y su perseverancia. Es un recordatorio constante de su orgullo, fortaleza y capacidad para enfrentarse a rivales superiores.

Ejércitos

Grupo de ejército verde.

  • 1 Lething de Bjornfestning (Alzado), en Bjornfestning grupo VERDE [Veterano –1, Lething] FUE: 8
  • 1 Lething de Stjerneskjold (Alzado), en Bjornfestning grupo VERDE [Veterano –1, Lething] FUE: 8
  • 1 Lething de Hrafnaflug (Alzado), en Bjornfestning grupo VERDE [Veterano –1, Lething] FUE: 8

Objetivo

Vamos a Haglsteinn, buscamos a la gentuza esta y la masacramos.

Misión

Las tropas se ponen bajo el mando de Aslaug, hija de Jorund, y sus hijas las guerreras Ylva y Jora, y marchamos a Haglsteinn a hacer frente a quien quiera que haya por allí y hacerle pupa fuerte. Jorund obviamente se queda en casa, no van POVs con el ejército.

No tenemos prisa ninguna por encontrarles, quiero decir, si nos quedamos por allí y no se atreven a actuar más, también vale. Al final llevo un ejército de chichinabo, pah salir del paso. No vamos a arriesgarnos a emboscadas ni perseguirlos hacia territorio hostil ni hostias así.

Localización

mision 15

Desde Bjornfestning hasta Haglsteinn
Un ejército de tamaño 3 necesita un día y una hora para ir desde Bjornfestning hasta Haglsteinn

  • 1 hexágono de paso de montaña, a marcha normal en 15 horas
  • 1 hexágono de llanuras, a marcha normal en 10 horas

Roleo

Aslaug se consideraba, como mínimo, igual de capaz que Sten. Ambos tenían una experiencia en batalla comparable, y además ella había parido dos hijas y Sten no. Pero por supuesto, a él le tocaba ir al oeste con la hueste principal a buscar la gloria, y a Aslaug le habían dado un puñado de viejos y niños para ir a matar a unos bandidos o algo así.

Ni siquiera sabía quién era el enemigo, o cuántos eran, aunque no podían ser una gran hueste, pero sabía que sus propias tropas no eran nada del otro mundo así que iba a ser extremadamente precavida. No podía permitirse la vergüenza de una derrota ante un enemigo que bien podría ser superior. Una vez llegaron a Haglsteinn, mandó multitud de exploradores, empezó a buscar valles montañosos interesantes en los que podrían estar escondiéndose o que podrían usarse para emboscarlos, y se aseguró, cuando salía con las tropas, de no alejarse demasiado de la seguridad de sus muros. No le importaba esperar, ni perder el tiempo, pero no se iba a arriesgar a perder.

Llega un mensajero desde Haglsteinn, han tomado posiciones en la fortaleza y tratan de mantener la paz, pero no han logrado entablar batalla contra quienes sean que estén en la zona.

Ok, eso está correcto. Que sigan así.

Llegan noticias de aquí.

Los bandidos siguen asentados en la zona.

El pozo de Haglsteinn está contaminado y los hombres que enviaste mantienen control de la zona para poder asegurar que los campesinos tienen acceso al agua. Pero hay una constante lucha, con escaramuzas y emboscadas de ambos bandos.