PoV: Jon Connington
Tokens: Jon Connington, la Caballería del Grifo, el Caballero del Pueblo, Sed de Gloria, Roland Connington.
Roleo:
Hacia el Norte, de nuevo.
Jon recordaba la última vez que había galopado por ese camino. Había sido rumbo al torneo en el que tantas sonrisas habían muerto. En Harrenhal, donde Rhaegar Targaryen había coronado a Lyanna Stark reina del amor y la belleza. Habían pasado meses, pero parecía una vida.
Ahora, a su lado, cabalgaba Robert Baratheon. Su señor, ante el que había vuelto a inclinar la rodilla. Él era Mano del Rey Aerys, al que odiaba. Tywin Lannister también llevaba corona y Hoster Tully, al que había salvado, podía ser su enemigo en menos de unos días.
¿Era esto la vida más allá del verano sin fin de sus cuentos?
-Anímate, Jon. Últimamente vas siempre con el rostro mustio. -Roland estaba a su lado. Siempre había sido más presto a la ira y a la cólera. A Jon solo le movía la pasión y la justicia. Quería a su primo, pero también le preocupaba. Le preocupaba que algún día decidiera que no merecía la pena luchar por lo que creían. - Esta vez venceremos. Y Nido del Grifo está a salvo.
Eso era un consuelo, algo que había hecho bien. Dorian llevaba aprovisionando con víveres el castillo desde hace meses, y las almenas estaban bien guarnecidas. Con Baratheon del lado de Aerys, aunque fuese en una tregua precaria, el este estaba protegido. Nido de Grifos sobreviviría. Y ahora, comenzarían a infligirle daño a las fuerzas de Lannister. Poniente necesitaba unidad.
-Estoy animado, Roland. Solo pensaba en lo que cambia uno en poco tiempo. ¿Queda algo del Jon que fue a Harrenhal?
-Sigues queriendo follarte a Rhaegar. - Roland se lo susurró al oído y le sonrió. Luego habló más alto, ante la cara de vergüenza de su primo. - Sigues queriendo lanzarte el primero al combate, ¡y no te culpo!, ¡gloria, mujeres, canciones! Pero si te matan, no me vengas llorando. Sentaré el culo en el Nido del Grifo y te enterraré lo más rápido posible.
Los hombres rieron. Era bueno para su moral. Jon hizo un amago de sonreír y dio orden de que flameara el estandarte con el grifo rampante. Los hombres vitorearon y rugieron. Al lado, los pendones de la Casa Baratheon y de los vasallos de las Tormentas, pero también de Arryn, de la Corona, de las islas cercanas a Desembarco del Rey y hasta de los Ríos…un ejército para defender no sabían bien qué, pero que podría suponer el final de las pretensiones de Tully y de Stark.
-¡A la guerra!
Misión: mover al ejército hacia las cercanías de Poza de la Doncella, donde nuestros exploradores nos han informado de que está el enemigo (bueno, Varys, concretamente). Baratheon y yo dividiremos nuestros ejércitos para hacer pinza contra el enemigo, mientras llegan posibles refuerzos de Velaryon…y mi arma sorpresa (La Compañía Dorada). Exploradores al frente para ver si el enemigo está en movimiento y, mal que me pese, marchas forzadas.
Objetivo: acercarnos a Poza de la Doncella y preparar posiciones defensivas a la espera de Manu para lanzar EL ASALTO.
Mapa:
Te he puesto en rojo mi ruta, amarillo Baratheon, violeta las fuerzas de Velaryon que ha prometido Hammer y azul la supuesta llegada de la Compañía Dorada este jueves. Todos juntos en unión les daremos un hostión.
Según Valar Tools, a marchas forzadas, dos días y tres horas (3 hexágonos de camino y dos de llanuras). Me arriesgo a forzar para llegar, mando exploradores por delante y confío en que con cinco tokens se minimicen riesgos.