PoV
Lord Triston Sunderland
Señor de Tres Hermanas
Tokens
Lord Triston Sunderland
Es la voluntad de las Islas, su mejor representante
Sir Alyn Sunderland
Lider Militar, uno de los mejores guerreros de las tres Hermanas. Con gran capacidad de mando y astucia militar.
Hijos de las Hermanas
Abstracto: orgullo de pertenecer a las islas, aumenta la moral y la tenacidad del personaje/guerreros.
Ejércitos
- 1 de Rompeolas (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Leva, Hda +3, Arqueros +1, Marinos] FUE: 11.0
- 2 de Rompeolas (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Leva, Hda +2, Arqueros +1, Marinos] FUE: 9.5
- 1 de Aguasrecias (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Leva, Hda +2, Arqueros +1, Moral –1, Marinos] FUE: 8.55
- 1 de Marea Roja (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Numeroso –1, Leva, Hda +2, Arqueros +1, Moral –1, Marinos] FUE: 6.84
- 2 de Puerto Gaviota (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Leva, Hda +1, Caballeros +1, Arqueros +1] FUE: 9.75
- 3 de Puerto Gaviota (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Leva, Hda +2, Arqueros +1, Marinos] FUE: 9.5
- Flota de Puerto Gaviota (Alzado) , en Puerto Gaviota grupo AZUL [Séquito, Hda +2, Lanceros +8, Veterano +2, Marinos] FUE: 14.4
Objetivo
Acudir a Piedra de las Runas en busca de refuerzos, para marchar contra SotoGris. Triston SUnderland y ALyn Sunderland marcharan a pie junto a sus hombres, arengándolos y animándolos. Haciendo ver que ellos también se exponían a las penurias de la marcha con el objetivo de subirles la moral.
Misión
Lord Triston Sunderland y Alyn Sunderland marcharan a pie junto a sus tropas a Piedra de las Runas para buscar refuerzos y marchar después sobre Sotogris.
Localización
Desde Puerto Gaviota hasta Piedra de las Runas
Un ejército de tamaño 7 necesita muy poco tiempo para ir desde Puerto Gaviota hasta Piedra de las Runas
- 1 hexágono de llanuras, a marcha rápida en 6 horas
Roleo
El viento azotaba las caras curtidas de los hombres de los Sunderland, llevando consigo el aroma de la tierra húmeda y las promesas de una guerra inminente. Triston, el señor de Tres hermanas, su mirada fija en el horizonte, alzó la voz, su tono resonando como el martillo sobre el yunque:
“¡Hombres de Sunderland! ¡Escuchad mis palabras! La hora de la prueba ha llegado. Lady Arryn, con su cobardía y ambición, llevará el Valle a la ruina. Ha levantado su espada contra sus propios vasallos, contra sus propios familiares. ¿Responderemos con miedo o con la furia de un león acorralado?”
Un rugido sordo surgió de las gargantas de los hombres, una respuesta unísona que retumbó en los valles.
“¡A pie marcharemos!” exclamó Triston, su puño golpeando su pecho con fuerza. “No montaremos nuestros corceles mientras nuestros hermanos luchen en las trincheras. Verán en nosotros un ejemplo, un faro en la oscuridad. ¡Verán que los Sunderland sangran y mueren junto a ellos!”
A su lado, Alyn, su hermano, hábil y valiente millitar, asintió con la cabeza, su rostro iluminado por una determinación férrea. “Sí, hermanos, a pie marcharemos. Mostraremos a Lady Arryn y a todos los reinos que no hay honor en la comodidad. ¡La victoria se forja en el sudor y la sangre, y nosotros la conquistaremos!”
Los hombres, conmovidos por las palabras de sus líderes, se erguieron aún más, sus espadas reluciendo bajo la luz del sol naciente. La marcha hacia Piedra de las Runas se convirtió en una procesión de hierro, un espectáculo de unidad y valor que resonaría en los corazones de todos aquellos que lo presenciaran.
A medida que avanzaban, los Sunderland y sus hombres entonaban cánticos de guerra, sus voces se elevaban como una sola, una fuerza imparable que atemorizaba a los enemigos y inspiraba a los aliados. Con cada paso, el camino se convertía en una metáfora de su determinación: un camino de hierro hacia la victoria.