Melisandre va a forjar a Dueña de Luz en las llamas que envuelven la puerta para subir la moral de los hombres y ver si hay alguna visión que la haga prever lo que ocurrirá en la ciudad
Misión
Lo de arriba, básicamente. Las puertas han ardido, tenemos la posibilidad de hacer un espectáculo en ese fuego con Dueña de Luz antes de entrar en la ciudad. Subir moral de tropas e impresionar
En mitad del caos que reinaba en Desembarco del Rey, Melisandre, la sacerdotisa roja de R’hllor, atrajo la atención de los hombres de stannis. Con sus ojos inyectados en llamas y su capa roja flameante ondeando en el viento les conminó a ser testigos de la forja de Dueña de Luz.
Junto a la Puerta del Río, Melisandre había elegido una gran hoguera alimentada con fuego valyrio, como forja para la espada. Con una expresión de determinación en su rostro, Melisandre comenzó a recitar antiguas palabras de poder, convocando a la energía ardiente del fuego para que se manifestara como una imitación de la legendaria espada Dueña de Luz.
Con un gesto majestuoso, Melisandre solicitó una espada y tras aceptarla, la extendió sobre la hoguera sin dejar de conjurar el poder de R´hllor. Los soldaods observaban con admiración y reverencia mientras la espada iba impregnándose de fuego verde ante sus ojos, iluminando la escena con su resplandor incandescente.
Pero entonces, algo salió terriblemente mal. Mientras Melisandre continuaba bañando la espada de fuego, el fuego valyrio comenzó a arder con una intensidad descontrolada, envolviendo a la sacerdotisa roja en una vorágine de llamas abrasadoras.
Los gritos de agonía de Melisandre resonaron en la noche mientras el fuego valyrio la consumía, sin que nadie se atreviese a acercarse.
Finalmente, los más devotos de R´hllor entre los seguidores de Stannis se lanzaron sobre ella y compartieron su fuego para salvarla a ella.
Cuando se apartaron, el olor a carne quemada impregnaba el ambiente y los desinteresados soldados se apartaron del bulto humeante que era Melissandre. Sin ropa, el cuerpo de la mujer era un amasijo de carne quemada y sangre, sin cabellos y sin un rostro reconocible. Viva, sí, pero ¿a qué precio?
La misión no tiene éxito y Sombra de Luz (Melissandre) obtiene un punto de daño.