-¡Connington!, ¡es bueno volver a verte! - Toyne le sonreía, con aquella mueca deformada que era su boca, dada la cicatriz que le recubría la barbilla y parte de los labios. - Pensaba que odiarías a Aerys después de lo que te hizo, no esperaba verte de nuevo aquí.
Jon estrechó la mano que le tendían y le devolvió la sonrisa. Aún estaba manchado de sangre, la de Balon Swann y tantos otros a los que había derribado durante el combate, pero esto era importante. Había hablado con Rhaegar y se habían abrazado. Su príncipe le había salvado y él le había devuelto el favor. Ahora, juntos, iban a salvar el reino con el plan que Jon había diseñado.
-No le tengo aprecio, digámoslo así. - Jon observó al ejército que se recuperaba del combate. Los estandartes del dragón…los del grifo, con Ronald arengando a las tropas, y hombres de las Tormentas desperdigándose en el horizonte. - Pero el reino es lo primero. Ya lo sabéis. Todo por el reino.
-Demasiado honor, Connington, demasiado honor. - Un escudero le trajo una bebida a Toyne. - Pero, al fin y al cabo, “nuestra palabra es tan buena como el oro”. Encajarías bien en la Compañía Dorada, supongo. ¿Te lo has planteado?
-Quizás en otra realidad. En esta, me temo que no. Queda mucho por hacer. - Jon aceptó la bebida que le tendían. - Tengo algo que proponerte, Myles. Espero que te guste.
-Tenías mi atención pero ahora…ahora tienes mi curiosidad. - Toyne se inclinó hacia él. - ¿Más oro? Habéis pagado lo vuestro por la Compañía. ¿Otro castillo para mí?, ¿me has traído una moza de tetas enormes, de esas que llevo tiempo sin catar?, ¿vamos a arrasar los ríos para follarnos pelirrojas?
Jon se rió.
-No, es más relevante. Es el dragón al que vuestra Compañía sirvió. - Los ojos de Toyne brillaron de pronto. Los Fuegoscuro. El Dragón negro. Maelys el Monstruoso había muerto hace tiempo ya, en los Peldaños de Piedra. - ¿No es a los que siempre serviréis?
-Eso juramos. - Toyne asintió. - ¿Pero propones traición?
-No, propongo salvar el reino. Aerys está loco, lo sabes. El mundo lo sabe. Rhaegar sería un mejor rey, pero varios reinos no lo aguantan. He pensado en una forma de hacer que estos Siete Reinos vuelvan a estar unidos, vosotros obtengáis lo que queréis, y cerremos esta cicatriz. - Señaló al dragón de los estandartes. - Un dragón rojo, un dragón oscuro. Paz.
-¿Cómo? - ¿Era emoción lo que brillaba en los ojos de Toyne?
-La línea masculina de los Fuegoscuro se extinguió, pero no la femenina. La heredera llegará pronto…para casarse con Aegon Targaryen, hijo de Rhaegar, futuro Rey de los Siete Reinos. - Miró a los ojos a Toyne. - Manteneos con nosotros. Manteneos con Rhaegar y no con Aerys, y su hijo gobernará muy pronto. Y con él, una Fuegoscuro. La paz. El sueño de vuestros fundadores.
Perdona el retraso en el roleo, sé que te lo había dicho por whatsapp, pero ahí queda. Creo que ha quedado bonito.