Lord Walder Frey bajaba las escaleras que conducían a las mazmorras a paso lento pero inexorable. A cada peldaño refunfuñaba y maldecía. Estaba arto del escaso respeto que le tenían sus vasallos del Pantano de la bruja, llevaba tiempo sin apretarles las peloteas y las miradas de desdén e indiferencia hacia su casa habían aumentado y más tras lo acontecido a los Stark. Al parecer alguien del pantano de la bruja había reconocido a algún Frey durante la fechoría…
— si la situación no fuera tan delicada… los pasaba a fuego y sangre… malditos … — murmuraba al llegar por fin al último escalón.
El viejo Frey se acercó a una de las celdas, las que estaba al final del pasillo, sacó una llave abrió la puerta.
— Nos vamos! Tengo planes para ti… — susurró agarrando por el brazo al reo.
Doscientos hombres de armas de los Frey formados para la batalla observaban como Lord Walder Frey en persona se entrevistaba con Lord Nayland.
— No se que os ocurre a muchos con nosotros los Frey… nos miráis por encima del hombro como si no fuéramos nadie. Acaso… ¿olvidáis quien es vuestro señor? ¿Quien os protege o os da de comer cuando vienen mal dadas? Podría aplastaros como una cucaracha a vos y a todos los vuestros reducir este lugar a ceniza. ¿No me creéis? Mirad a vuestro alrededor…
Lord Nayland vio a los hombres Frey y un escalofrío recorrio su cuerpo.
— Pero como yo comprendo algo que vos ignoráis os traigo un presente. ¿Os acordáis de vuestro sobrino? Aquí lo tenéis sano y salvo, bueno quizá un poco desnutrido, pero se repondrá… Juntos somos más fuertes, el cruce es más fuerte unido. No lo olvides , tu lealtad está para conmigo.
Personajes:
Walder Frey + 200 soldados
Objetivo:
Muestra de fuerza suavizada con un acto de buena fe, para mantener el silencio y la lealtad de los Nayland.
Tokens: Orgullo desmedido, nido de comadrejas,