Misión 2: La Fe guiará el camino

POV

Septón Supremo

Tokens

La voz de la Fe [La voz de propio Septón es escuchada por los propios Siete y espera que ellos mismo recojan sus plegarias y le respondan con imágenes reveladoras]

Misión

El Septón Supremo rezará a los Siete, durante siete días y siete noches buscando la respuesta sobre la incertidumbre que depara el futuro de Poniente, y sobretodo de Antigua y de la Fe.

Roleo

Una mueca de satisfacción marcaba la comisura de sus labios mientras Ser Addam se marchaba, y su rictus volvió a la normalidad cuando el Gran Maestre entró a arrojar la luz del conocimiento - Saludos Gran Maestre, veo que acudís presto para arrojar luz a las dudas que nos crean esta incertidumbre. - Lord Hightower se mantenía recto, sin mostrar un ápice de nerviosismo aunque la situación y la decisión que tomarán llevará a su casa a la destrucción o la gloria - Mas me temo que este es vuestro terreno, el mío está allá con los Siete, ellos me brindarán todas las respuestas que nuestro señor necesita. - dijo mientras sonreía y hacia una reverencia a Lord Higtower - Volveré tan pronto las respuestas a nuestras preguntas me sean reveladas. -

Y sin más el vivido Septón se dirigió al Septo, con paso tranquilo y sin dejar de atender a aquellos que buscaban la paz espiritual en su camino, aunque una vez allí comió, bebió y dió una última orden - Mantened esta puerta cerrada durante siete días y siete noches. - “Ni una más ni una menos.” y allí en la penunbra del cuarto, siete figuras que representaba cada uno de los rostros de los Siete se iluminaban bajo una tenue luz que bajada desde el techo de la estancia… Aquello era todo lo que necesitaba para tener las respuestas que requería.

Tiempos

El Septón Supremo ayunará encerrado en el Gran Septo Estrellado durante Siete días y Siete noches.

Objetivo

Obtener una respuesta de Los Siete ante lo que se avecina con la reclamación de los Targaryen y como afectará ello a todo lo que le rodea.

El Septón Supremo ayunó día tras día, noche tras noche y, finalmente, tuvo la respuesta que esperaba, la misma que en tantas otras veces anteriores: Silencio.

Los Dioses jamás contestaban, lo importante era que los fieles creyeran que sí.