Misión 21: fuego sobre las aguas

PoV

Aemond Targaryen

Descripción del PoV

Aemond lidera a Aegon y Daeron para dirigirse a la preceptiva quema de las galeras situadas cerca de Valleoscuro.

Tokens

Vhagar

Descripción del token

Muy enfadado, muy grande y con mucho fuego y amor para repartir

Fuegosolar

Descripción del token

Preparado para llevar a su jinete al combate y entrenado en combate junto con Tessarion merced a la misión 15

Tessarion

Descripción del token

Preparado para llevar a su jinete al combate y entrenado en combate junto con Fuegosolar merced a la misión 15

Ejércitos

  • Vhagar (Alzado) , en De Desembarco del Rey a Valleoscuro grupo VERDE [Numeroso +2, Dragón, Veterano +5, ] FUE: 105.0
  • Fuegosolar (Alzado) , en De Desembarco del Rey a Valleoscuro grupo VERDE [Numeroso –2, Dragón, ] FUE: 30.0
  • Tessarion (Alzado) , en De Desembarco del Rey a Valleoscuro grupo VERDE [Numeroso –2, Dragón, ] FUE: 30.0

Objetivo

Destrozar las galeras al lado de Valleoscuro y darle experiencia a Daeron en combate, dado que es el más verde de los jinetes. Escoltado por Vhagar y con su entrenamiento conjunto esto debería darle más pericia para combates con otros dragones o ejércitos.

Misión

Los tres dragones aprovechan su clara ventaja sobre las galeras para lanzarse al ataque. Allí donde las torres pueden hacerles daño, los barcos deberían tener más desventajas a la hora de enfrentarse a algo proveniente del cielo. La idea es que Vhagar sea una de las puntas de ataque y que Tessarion y Fuegosolar la otra, dado su entrenamiento conjunto.

Trazaremos una media luna alejándonos de la ciudad y sus arqueros y torres para caer sobre las galeras e incendiarlas. La ciudad es piedra, pero esto debería arder como una tea. Es posible que hayan anticipado la jugada y tengan preparados escorpiones o algún artefacto similar. En tal caso, tras la primera pasada nos alejaremos para un bombardeo lo más elevado posible y vuelta posterior al campamento.

Los dragones son nuestro principal recurso y no los arriesgaremos. Es, por ende, un ataque veloz dedicado a causar la máxima destrucción posible en un período de tiempo corto, pero no enfrentando escorpiones pesados cara a cara. Si no los hubiera, mantengo la presión quemando todo lo posible antes de replegarnos. Habrá que descansar antes de la batalla.

Localización

Junto a Valleoscuro, donde se alojan sus galeras

Roleo

¿Qué tramáis?

Era imposible que hubieran dejado a la flota así como así. Imposible que no hubieran anticipado que los dragones retornarían. Tenía que haber algo más.

-Son idiotas, hermanos. ¡Idiotas! - Aegon sonreía sentado sobre Fuegosolar. Los hombres jaleaban a su rey y los príncipes mientras despegaban. - Se prenderán como tea y arrasaremos con su fuerza naval. ¡Es perfecto!

Perfecto, sin duda. Y un golpe durísimo al aprovisionamiento de Valleoscuro y de los negros. Pero no podía ser todo. Aemond escudriñaba a través de su único ojo la disposición de la flota, esperando advertir alguna manta tapando escorpiones, algún extraño instrumento, arqueros apostados.

-En formación de triángulo, lejos de la ciudad. - Aegon y Daeron obedecieron. Su hermano jugaba a ser el glorioso rey conquistador, pero sabía que, en materia militar, le seguiría sin dudarlo. - Trazaremos un círculo para alejarnos de esas tores y haremos una pasada. Permaneced alerta ante posibles escorpiones. Minimicemos el daño. - Pasó una mano por el costado de Vhagar. Había devorado a unas ovejas hace poco, pero probablemente apreciaría algo de carne humana. Carne de Valleoscuro.

-Sí, hermano. - Daeron le miraba con algo parecido a la admiración. Tan joven, tan tierno. Su primera experencia de batalla. Había confiado en que algo como esto le ayudaría. - No os decepcionaré.

Alas negras, azules y verdes tomaron el cielo. En el horizonte se escuchaban los gritos y las alarmas.

Al poco de llegar con tus ejércitos a sitiar la plaza y cuando te ibas a disponer a quemar la flota llegan dos dragones que puedes reconocer fácilmente, el príncipe Daemon Targaryen a lomos de Caraxes y Lucerys Velaryon a lomos de Arrax. Las cosas, sin embargo, siguen adelante, esta vez se había ido a combatir y a derramar sangre.


Hale, órdenes. Especifica cuanto te arriesgas o si directamente desistes. Pero claro, la retirada tendrá consecuencias. Tenlo por seguro.

Tío y sobrino se disponían para despegar en la plaza mayor del Valleoscuro. Dentro de las murallas, no había un lugar abierto más grande en el que poder alojar a los dragones, aunque la guarnición tuvo que improvisar para adaptar el lugar para unas necesidades para las cuales no estaba evidentemente diseñado.

Recuerda lo que hemos hablado, muchacho. No hagas estupideces, las flotas se pueden reponer, los dragones, no. Tu madre no me lo perdonaría. —le dio al joven Lucerys un par de palmadas en el rostro—. Fuerza y valor. Suerte. —se dirigió entonces hacia Lord Gunthor—. Quiero a todo ser vivo capaz de portar un arco en las murallas atento al cielo, Lord Darklyn. Os los pondré bien a tiro para que podáis arrojar al suelo cretino traidor de mi sobrino.


Fuera de las murallas, otro monarca y sus dos hermanos se disponían igualmente para despegar.

Vamos a darles una paliza a esos traidores, mis queridos hermanos —Aegon sonrió mostrando todos sus dientes, estaba de buen humor y confiado, esta vez tenían un dragón de más y habían llevado un ejército considerable con ellos—. Esta vez no habrá bochornosas retiradas. Es hora de demostrar al reino quién es el más fuerte y aplastar ese refugio de traidores.

—asintió sombrío el principe Aemond —. Hay deudas pendientes de saldar.

El príncipe Daeron Targaryen no comentó nada. A diferencia de sus hermanos, no compartía esa desmedida sed de sangre y venganza, y estaba más concentrado en sobrevivir y en no dejar en evidencia el nombre de su familia.


El sol se alzó en lo alto cuando las cinco bestias aladas emprendieron el vuelo hacia los cielos que se alzaban sobre la bahía del Aguasnegras. Los tres dragones de los Verdes se colocaron a la entrada del puerto, pero lejos del alcance de los arqueros y escorpiones de los Darklyn, esperando respuesta de sus adversarios. Y los dragones de los Negros, salieron, en apariencia, aceptando el lance. Las primeras llamaradas fueron vertidas, y desde el cielo, los ejércitos de cada bando observaban, expectantes. Desde el suelo podían ver claramente como se iban aproximando más y más hacia el Valleoscuro, tal y como pretendía Daemon, pero desde el aire, los jinetes estaban demasiado concentrados en el lance aéreo como para darse cuenta en aquel detalle.

El primero en percatarse de ello fue el príncipe Aemond, al ver como el virote de un escorpión hendía el aire sin alcanzar su objetivo a su izquierda. Vhagar era el más grande de los dragones y el blanco más fácil, captaba las miradas preferentes de buena parte de los defensores. No obstante, Aemond entendió que si estaban sobrevolando la ciudad, la flota estaba al alcance de su potencia de fuego. Y se dispuso a intentar quemar la flota del rival, pero entonces el príncipe Daemon salió a su encuentro para interceptarlo.

El príncipe Lucerys se había quedado momentáneamente solo, y se limitó a cumplir con las órdenes del rey consorte meticulosamente, aprovechando la agilidad de su dragón que parecía inalcanzable. Daeron y Aegon le perseguían a cierta distancia bien compenetrados, Daeron con prudencia, Aegon con entusiasmo asesino. La oportunidad de ambos llegó cuando Lucerys hizo un brusco cambio de sentido y Arrax chocó inesperadamente con Tessarion. Daeron, asustado, hizo retroceder a su bestia, pero esta confusión dio tiempo suficiente para que Fuegosolar se uniera a la refriega, con intención de matar. Arrax y Fuegosolar se enzarzaron en una dura pelea y el primero se llevó con mucho la peor parte. Desde el suelo, el ejército de los verdes empezó a vitorear a su señor monarca, que victorioso, parecía que iba a cobrarse su primera víctima…

Daemon, al ver lo que sucedía, espoleó rápido a Caraxes para ayudar al joven Lucerys. Aemond sonrió, era la oportunidad que había estado esperando. Ahora tenía la flota a su merced, libre para prenderle fuego. Y no iba a perder la oportunidad que se le había brindado…

Vhagar ha prendido fuego a toda la flota enemiga, todos los barcoluengos amarrados en el Valleoscuro arden sin remedio. Además, Arrax ha sido herido, pero no gravemente. No obstante, ambos consiguen retirarse con seguridad tras las murallas del Valleoscuro, y el día termina.

El día termina, tras esta resolución, estamos a viernes.