PoV
Larys Strong
Texto preformateado
Larys coordina todo en persona recibiendo los informes y dando órdenes a los agentes.
Tokens
El Patizambo
Larys Strong es tanto PoV como token.
Larys participa en persona.
Consejero de Rumores y Lord Confesor
Larys tiene una red de informantes y de agentes que van desde meros soplones a torturadores de las Celdas Negras. Como miembro del Consejo Privado, además, tiene acceso a información de primera mano sobre lo que acontece tanto en el Reino como en Desembarco del Rey.
Esta misión es asunto del Trono de Hierro, al menos en apariencia, y cuenta con el beneplácito del Consejo Privado.
Ser Perkin la Pulga
El caballero apodado la Pulga es un caballero errante ambicioso y con ideas extrañas en la cabeza que le llevan a actuar de una forma que pocos esperan. Sirve a Larys Strong porque este le paga y lo mantiene con vida, o dicho de otra forma, no lo manda ejecutar.
Va a jugar un papel esencial en la misión en persona.
Ejércitos
No
Objetivo
Infiltrar a Ser Perkin en el círculo de confianza de Mysaria.
Misión
Larys sabe que tras el oro y el pan se encuentra Mysaria. Sabe que tras Mysaria se encuentra Daemon. Sabe que Mysaria sabe que Sangre y Queso son agentes de Larys. Y sabe que, de momento, Mysaria no sabe que Ser Perkin ahora trabaja para Larys.
Con esa información, Larys ordena a Ser Perkin que se haga un hueco entre los hombres de confianza de Mysaria. Solo eso. No le pide que le informe de nada, no le pide que haga nada que no sea trabajar para el Gusano Blanco. Pero cuando Larys contacte con él, debe estar preparado para informar y actuar. Ser Perkin debe estar seguro que Larys puede mandar asesinar a Mysaria con un susurro pues aunque tenga el control de gran parte de la población más pobre de Desembarco, Larys tiene el oído del Consejo Privado predispuesto a escucharle. Ser Perkin debe comprender que aunque los Reyes depende del pueblo, eso no significa que el pueblo esté libre de su ira. Infiltrarse no es congeniar.
Localización
Desembarco del Rey.
Roleo
Ser Perkin regresó a Lecho de Pulgas después de una temporada larga y dura en las celdas de la Fortaleza Roja. El barrio lo recibió con el mismo caos que recordaba, pero había algo en él que lo hacía sentir más ajeno, más distante. Caminó por las calles mugrientas, saludando a viejos conocidos que apenas lo reconocieron al principio. Su tiempo en la cárcel había dejado una huella en su rostro, en su andar más cansado y en sus manos, que ya no parecían tan hábiles con la espada como antes. Algunos se burlaron de él, otros le palmeaban el hombro con simpatía, pero todos notaban que ya no era exactamente el mismo.
*Después de unos días, Perkin se fue asentando de nuevo. Su nombre aún tenía algo de peso en las tabernas y antros de mala muerte. Ser Ansar, un viejo amigo y compinche de las calles, fue quien lo buscó una noche para beber. Tras varias copas y risas, Ansar lo miró de reojo, su tono despreocupado pero sus palabras serias. “Si de verdad quieres volver a prosperar en este agujero, Perkin, deberías hablar con Mysaria,” le dijo, bajando la voz. “Esa mujer tiene el control de las sombras de la ciudad. Podría darte lo que necesitas para volver a ser alguien.” *
Perkin frunció el ceño. La idea de acercarse a una figura tan peligrosa y enigmática como Mysaria lo hacía sentir incómodo. “No quiero deberle nada a nadie, Ansar,” respondió, pero Ansar insistió. “Si te interesa, yo mismo puedo interceder por ti. Piénsalo, yo estaré trabajando en ellou” Las palabras quedaron en el aire, pero Ser Perkin no respondió de inmediato.
Pasaron unos días. Perkin siguió con su vida en las calles, simulando darle vueltas a la conversación con Ansar. Sabía que si quería prosperar, no bastaba con su nombre y su espada mellada. Así que, una noche, mientras la luna brillaba sobre las callejuelas, Perkin accedió. “Está bien,” le dijo a Ansar, “preséntame a esa mujer, pero no le prometo nada.” Sabía que estaba dando un paso en una dirección peligrosa, pero, ¿acaso no venía de un lugar peor?