Misión 28: La compañia de Robalito

PoV: Lysa Arryn

Tokens:

Lady Lysa Arryn (Diplomacia - Prestigio) - El Caballero de la Puerta (Prestigio - Comandante)

Objetivo: Espabilar a Robalito + Tener amigüitos felices con él

Misión:

Conseguir unos amigos/compañeros para Robalito que puedan ser acompañantes en un futuro y le cuiden en caso de tener que partir a algún lugar, como si fuesen una guardia futura. Todos entre las casas nobles del Valle. Tener en cuenta que espero que Lord Melcoln haya enseñado algo ya al niño, a no ser tan dependiente.

Rol:

En lo alto de la fortaleza de Nido de Águilas, Lysa Arryn convocó una reunión en la Gran Sala. La luz del sol se filtraba por las altas ventanas, iluminando las antiguas piedras y creando un ambiente solemne y majestuoso. Sentada en su trono de madera tallada, Lysa observaba con seriedad a los nobles reunidos ante ella, con Ser Donnel Waynwood a su lado, su leal caballero de la Puerta.

“Queridos amigos y consejeros”, comenzó Lysa con su voz clara y firme. “Hoy nos reunimos para discutir un asunto de gran importancia: el futuro de mi hijo, Robert Arryn. Como todos saben, mi querido hijo necesita compañeros de su misma edad, amigos en quienes pueda confiar y que lo apoyen en los años venideros.”

Los señores y damas presentes asintieron en acuerdo, esperando escuchar el plan de la Señora del Valle.

“Por esta razón”, continuó Lysa, “he decidido invitar a algunos jóvenes nobles de familias afines para que compartan la educación y la vida diaria de Robert aquí en Nido de Águilas. Creo que la amistad temprana entre ellos fortalecerá los lazos entre nuestras casas y garantizará un futuro más seguro y unido para el Valle.”

Ser Donnel Waynwood, de gesto serio pero amable, se adelantó. “Señora, hemos considerado cuidadosamente algunas casas adecuadas cuyos hijos podrían ser compañeros adecuados para el joven Robert. Entre ellos se encuentran los herederos de casas nobles como los Corbray, los Royce y los Belmore.” [Todo inventado, no tengo ni puta idea]

Los presentes murmuraron entre ellos, evaluando las posibles alianzas y conexiones que esta decisión traería consigo.

“Estoy de acuerdo con la sugerencia de Ser Donnel”, declaró Lysa, su mirada firme y determinada. “Quiero que Robert crezca rodeado de jóvenes valientes y leales, que lo ayuden a convertirse en un verdadero Señor del Valle.”

Los nobles presentes asintieron una vez más, aceptando la sabiduría de su señora.

“Ser Donnel, adelante con los preparativos”, ordenó Lysa. “Envíe las invitaciones a las familias seleccionadas y hágales saber que esperamos con ansias la llegada de sus hijos. Que esta decisión sea el comienzo de una nueva era para el Valle.”

Con esta resolución, la reunión concluyó y los nobles se dispersaron, llevando consigo la tarea de preparar el camino para una generación de jóvenes destinados a compartir la vida y el destino de Robert Arryn en las alturas de Nido de Águilas.

Recuerdo que se ha reflotado el tema.

Los infantes de las Casas vasallas de Arryn del Valle son enviados para hacerle compañía a Robalito y con el tiempo forman un grupo muy heterogéneo y unido.

Conforme pasan tiempo juntos hacen planes para su futuro y una idea empieza a germinar en la mente de Robalito, alentado por sus nuevos compañeros: quieren ir a Desembarco del Rey y conocer al rey en persona para jurarle lealtad y que sepa que es un buen súbdito.

Esa idea es algo más que un capricho, es una obsesión y Robert Arryn le comunica a su madre que debe preparar la expedición.