PoV: Petyr Baelish
Tokens:
Administrador del Reino (Control - Espionaje) | Señor de los Secretos (Control - Espionaje - Diplomacia) | Crías de dragones (Tesoro - Diplomacia)
Objetivo: Crear nuevas rutas de comercio entre Braavos y Puerto Gaviota y Desembarco del Rey
Misión: Diirgirse a gremios de comerciantes y burgueses para llevar a cabo rutas de comercio entre las dos ciudades de Poniente y Braavos, propiciando el comercio y un mayor trasiego de dinero. En general, mejorar finanzas.
Rol:
En los canales serenos y callejuelas empedradas de Braavos, Petyr Baelish, conocido como Meñique en los intrincados círculos de la política y el comercio, se movía con la discreción de un sombra entre los gremios de mercaderes. La ciudad, famosa por su riqueza y poderío marítimo, era un objetivo clave en los planes del astuto consejero de la Moneda del rey Stannis Baratheon.
Con paso seguro, Baelish se presentaba ante los maestres de los gremios más influyentes, llevando consigo cartas selladas con el emblema del fuego y el ciervo de la Casa Baratheon además de contar con el respaldo del Banco de Braavos, que contaba con Meñique como su enviado a los Siete Reinos. Explicaba con elocuencia la visión del rey de las oportunidades comerciales entre Braavos y los puertos de Poniente, particularmente Puerto Gaviota y Desembarco del Rey. Prometía seguridad en las rutas marítimas y beneficios mutuos para ambas partes.
En cada encuentro, Meñique desplegaba su habilidad en el arte de la persuasión. Con palabras cuidadosamente elegidas, resaltaba los recursos únicos y los productos de alta calidad que podrían intercambiarse entre Braavos y los reinos de Stannis Baratheon. Desde los exquisitos vinos de las tierras de Poniente hasta los refinados tejidos de Essos, la ciudad libre tendría acceso a mercancías codiciadas, mientras que Puerto Gaviota y Desembarco del Rey se beneficiarían de la prosperidad económica.
El Consejero de la Moneda no solo ofrecía promesas; también presentaba detalles precisos sobre los esquemas de seguridad y protección para los buques mercantes que se aventuraran por las aguas peligrosas. Baelish, con su mente calculadora y su habilidad para tejer redes de influencia, sabía que cada acuerdo comercial sellado podría fortalecer la posición de Stannis Baratheon en el tablero político de los Siete Reinos.
Sin embargo, detrás de su sonrisa encantadora y sus palabras amables, Meñique siempre tenía un ojo entrenado en los movimientos de sus competidores y en las oportunidades que cada interacción podía brindarle. Braavos era un mercado codiciado por muchos, y Petyr Baelish no dejaría pasar la ocasión de dejar su marca en los anales del comercio marítimo, especialmente en nombre del rey que le había confiado tal misión.