Misión 3: Isleños de mierda

PoV : Ser Petyr Mallister

Tokens : Los palmeros de Petyr. Foster “Manodura” Wode. Marinos Mallister.

Los palmeros se usan para provocar a los Goodbrook. No pararán de lanzar puyas a los isleños hasta que revienten y busquen pelea.
Foster Wode es necesario para ganar la pelea. Petyr se asegurará de que el Maestro de Armas esté cerca y preparado.
Los Marinos seguro que tienen cuentan pendientes con los Hombres del Hierro y sabrán cómo pelear.

Tropas: Casi todos los que estén en el castillo.

Objetivo : Petyr Mallister es consciente de que su padre, en su absoluta ignorancia, ha invitado a hombres de las Islas de Hierro. Eso, que ya es malo de por sí, es aún peor si se trata de conspirar contra el Hoare. Pero, claro, ya están allí por lo que lo mejor que puede pasar es que hay una pelea que termine con los Goodbrook muertos. El muy estúpido Lord Goodbrook ha ido en persona junto a su hijo bastardo, así que si se provoca una buena pelea y los pueden matar, se habrán quitado de enmedio a unos isleños de mierda con justificación (sí, Petyr cree que esto queda justificado).

¿Cómo se provoca la pelea?
Pues teniendo un bastardo, por muy legitimado que esté, y teniendo sacerdotes ahogados, los hombres de Petyr no pararán de lanzar comentarios despectivos y bastante insultantes hacia la comitiva Goodbrook. Estos hombres son ideales para ello pues saben usar la lengua mucho mejor que la espada; eso sí, saben que cuentan con el respaldo de los hombres de Mallister que estarán preparados gracias a que Petyr casualmente habrá llamado a Foster y un nutrido grupo de hombres Mallister avisados de que los Goodbrook no pueden dejar de estar vigilados.

En resumen: Quiero matar a los Goodbrook (padre e hijo) y hacer parecer que la pelea la provocaron ellos.

Roleo :

Los bastardos en las Islas se hacen llamar Pyke de apellido.

Salvo si tu padre no es capaz de follarse ni a una oveja, en cuyo caso te dan un buen apellido aunque no seas su hijo.

Los dos hombres hablaban a voces y mezclaban sus palabras con risotadas y miradas nada disimuladas a los Goodbrook, especialmente a Harlan. No estaban solos, claro, eran quizas una decena pero no tenían pinta de ser muy duchos a la hora de defender sus chanzas. Y encima había alguno borracho.

Petyr Mallister estaba cerca, lo suficiente para ver cómo se desarrollaba todo pero no tanto como para que le salpicara algo. Estaba nervioso pues Foster no llegaba, pero ya había dado aviso de que los isleños estaban provocando a sus hombres y que al menos una veintena acariciaba sus hachas.

Debe ser costumbre entre los cerdotes ahogados, legitimizar al primero que se cruce para mantenerse ahí.

Ahora que caigo, en las islas no hay ovejas.

Pues follarán entre ellos, yo qué sé.

Tú, pordiosero– Harlan Goodbrook se acercó a los hombros de Varamar con la mano en el pomo de la espada –¿Ves esa campana? La pusieron ahí los maricones de tus abuelos para saber cuando tenían que bajarse los pantalones y poner el culo, con la esperanza de que lo único que les hicieran los hijos del hierro fuera follárselos


Harlan muerde el anzuelo sin dificultad, las cosas escalan rápido y la primera estocada es lanzada por el Goodbrook. Pronto Harlan y Balon Goodbrook yacen muertos, junto con la mayoría de los hombres con los que vinieron, la mayoría.

Lord James Mallister monta en cólera cuando se entera lo que ha ocurrido y maldice a los Hombres del Hierro que se han comportado como animales. Su hijo le cuenta cómo fue todo - su versión, claro - y el padre se la cree totalmente.

Foster calla porque ha disfrutado el momento si bien cree que vendrán problemas.

PD: No voy a perseguir a los supervivientes si huyen. Y si son capturados, pues se quedan a la espera de haber qué hago con ellos.

PPD: Esto es muy divertido. Con una Casa Mayor no podría hacer estas mierdas con tanta facilidad.
James intenta convencer a los demás nobles de que los Mallister son buenos anfitriones a la vez que valientes y todo el rollo.