PoV: Tormund
Tokens: Tormund, Wargs
Misión: Inspeccionar las partes más aisladas del Muro (obviando los tres castillos ocupados por la Guardia) para ver por dónde sería más fácil cruzarlo.
Objetivo: Obtener bonus en futuras misiones.
Mapa:
En lo alto de una colina cubierta de nieve, Tormund Matagigantes se erguía con majestuosidad, su mirada fiera recorriendo el vasto muro de hielo que se extendía ante él. La brisa helada azotaba su cabello rojizo y su barba espesa, pero él apenas parecía notarlo, concentrado en su tarea.
Con gesto reflexivo, Tormund alzó su mano, señalando hacia el horizonte donde el Muro se perdía en la distancia. Sus ojos astutos escudriñaban cada centímetro de la gigantesca estructura, buscando cualquier indicio de debilidad, cualquier grieta en la armadura de hielo.
Sus compañeros salvajes, dispersos a su alrededor, aguardaban en silencio, atentos a las órdenes de su líder. Algunos examinaban el terreno tapándose la molesta luz reflejada en la nieve con la mano, mientras que otros mantenían guardia, vigilando en todas direcciones por si acaso algún patrullero de la Guardia de la Noche se aproximaba.
Tormund descendió de la colina con paso seguro, sus botas crujían en la nieve compactada mientras se acercaba al Muro. A medida que avanzaba, sus manos ásperas palpaban la gélida superficie, buscando irregularidades, fisuras o cualquier indicio de que el Muro pudiera ser vencido.
Al llegar a la base del Muro, Tormund se detuvo y se inclinó para examinar de cerca las grietas en el hielo, su mente trabajando a toda velocidad, evaluando cada posibilidad. Podía percibir el frío implacable del Muro penetrando en sus huesos, pero su determinación no flaqueaba.
Con un gesto, llamó a uno de sus hombres, un joven salvaje de aspecto intrépido. Le indicó que explorara una sección particular del Muro, una zona donde la roca se fundía con el hielo, ofreciendo una posible ruta de escalada. El joven asintió con entusiasmo y partió, ágil como un gato montés, desapareciendo entre la maleza y la nieve.
Mientras tanto, Tormund continuaba su inspección, recorriendo lentamente la base del Muro, su mente calculando estrategias, evaluando riesgos y considerando cada detalle. Sabía que cruzar el Muro no sería fácil, pero también sabía que la determinación y la astucia salvaje siempre encontraban un camino.
Y así, con la determinación ardiente en su corazón y la experiencia acumulada en sus años de lucha, Tormund Matagigantes vigilaba el Muro, buscando el punto débil, el camino menos vigilado, el momento oportuno para llevar a cabo su audaz empresa.