PoV: Lady Lysa Arryn
Objetivo: Hacer que todos los banderizos comiencen a hacer recolección de víveres para el Invierno
Misión: Mandar comunicaciones a los banderizos para obtener respuesta y, en caso de que alguno necesite refuerzo, Lysa se encargará de ayudar en lo posible.
Tokens:
- Lady Lysa Arryn (Diplomacia - Prestigio): Ileso. En el Nido de Águilas
- El Caballero de la Puerta (Prestigio - Comandante): Ileso. Lo porta Ser Donnel Waynwood.
Rol:
Lysa Arryn se encontraba en el balcón más alto del Nido de Águilas, la imponente fortaleza que se alzaba majestuosa sobre el Valle de Arryn. La brisa helada del otoño acariciaba su rostro mientras observaba el vasto paisaje que se extendía ante ella, teñido de los colores dorados y rojizos de la estación. Era un recordatorio de que el invierno no tardaría en llegar, y con él, las duras pruebas que siempre traía consigo.
Convocó a sus más leales banderizos a la gran sala del consejo. Los señores del Valle, con sus abrigos de piel y capas pesadas, entraron uno a uno, murmurando entre ellos con preocupación evidente. Sabían que el llamado de su señora no era para tratar asuntos triviales.
Lysa se levantó de su trono de piedra y los miró con una determinación que pocas veces se veía en ella. Su voz resonó clara y firme en el salón:
—Señores del Valle, el otoño ha llegado a Poniente. Las hojas caen, los días se acortan y el viento trae consigo el presagio del invierno. Sabemos bien que en estas tierras, el invierno puede ser cruel y despiadado. No podemos permitirnos ser tomados por sorpresa.
Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran en la mente de cada uno de los presentes. Los ojos de todos estaban fijos en ella, esperando su dirección.
—Os convoco a todos para que hagáis acopio de viandas y materiales. Cada hogar, cada fortaleza, cada aldea deberá prepararse. Ordeno que se haga un recuento exhaustivo de todos los recursos disponibles. Queremos saber cuántos granos, carne salada, frutas secas y otros alimentos tenemos almacenados. También debemos reunir madera, herramientas y medicinas. Quiero que se mantenga un registro actualizado de todo lo que tenemos y lo que nos falta. Y ese registro deberá ser enviado aquí, al Nido de Águilas, cada mes.
El murmullo se intensificó un poco mientras los señores del Valle asimilaban la magnitud de la tarea. Lysa levantó la mano, pidiendo silencio nuevamente.
—La supervivencia del Valle de Arryn depende de nuestra capacidad para estar preparados. Cada uno de vosotros tiene la responsabilidad de cuidar a su gente y de asegurarse de que nadie pase hambre ni frío durante el invierno. No toleraré la negligencia. Aquellos que no cumplan con sus deberes enfrentarán mi ira y la de todos los aquí presentes.
Los ojos de Lysa recorrieron la sala, desafiando a cualquiera a cuestionar su resolución. Los señores asintieron, algunos murmurando promesas de lealtad y compromiso. Sabían que el invierno era una fuerza con la que no se podía jugar.
—Que los Siete nos protejan —concluyó Lysa—. Y que el Valle de Arryn se mantenga fuerte y unido frente a las adversidades.
Con esas palabras, disolvió el consejo. Los señores del Valle se retiraron uno a uno, listos para llevar a cabo las órdenes de su señora. Lysa se quedó un momento más en el balcón, mirando el horizonte con una mezcla de preocupación y esperanza. Sabía que el verdadero desafío aún estaba por venir, pero también sabía que, con la preparación adecuada y la unidad de su gente, el Valle de Arryn podría enfrentarse a cualquier tormenta que el invierno les arrojara.