Misión 35. La flota del Rejo

En principio dice @Sisar que dice @Manuel que la flota se pondrá a mi servicio. No quiero andar jugando, si llego a Bastión y la flota no se pone a mi servicio voy a atacar, sin remilgos.

Pues lo dicho, se llega, se echa un vistazo a lo allí reunido y Lord Velaryon exige a los capitanes allí reunidos que se presenten ante él en su buque insignia para ponerse a sus órdenes. Le he pedido la lista de tropas a Manu pero … bueno, si me la pones tú mejor, que le veo poco colaborativo.

Una vez me confirmes que se ponen a mis órdenes, o que no, te pongo mapa y cálculo de tiempos, o plan de ataque, según toque.

Te parecerá gracioso, pero esto es lo que hay.

Flota Baratheon Piedraverde Estermont 1 Galeras Bastión de Tormentas Convocado Leva
Ejército Baratheon Piedraverde Estermont 1 Ligero +2, Marineros Bastión de Tormentas Convocado Leva
Flota Baratheon Bastión de Tormentas Baratheon 2 Bastión de Tormentas Convocado Leva
Flota Baratheon Bastión de Tormentas Baratheon 3 Bastión de Tormentas Convocado Leva
Flota Baratheon Bastión de Tormentas Baratheon 4 Bastión de Tormentas Convocado Leva
Flota Baratheon Bastión de Tormentas Baratheon 5 Bastión de Tormentas Convocado Leva
Flota Baratheon Bastión de Tormentas Baratheon 1 Buque insignia, “Lord Steffon” Bastión de Tormentas Convocado Leva

Te faltan marineros por un tubo xD

Se construyó la flota pero nunca reclutó marineros.

Por orden de su majestad Aerys de la casa Targaryen, el segundo de su nombre, rey de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, señor de los Siete Reinos y Protector del Reino todo hombre capaz de combatir debe levantarse en armas para unirse a la flota real y combatir a los enemigos del reino.

Ser Lyn no era hombre de muchas palabras ni de muchos remilgos, no preguntaba sino que ordenaba. Muchos se negaron, pero las espadas y las lanzas hicieron cambiar parecer a muchos otros.


PoV: Lord Velaryion
Token: Lyn Corbray

Lo mato, te juro que lo mato, xD

Así de primeras tenemos 1 ejército de mercenarios que podría tomar 1 de las flotas, aunque fuera con penalizadores. Una de las flotas de Velaryon toman el buque insignia para ellos. Así molan más. Nos quedarían 4 por rellenar.

Velaryion, Lyn Corbray y un puñado de hombres se lanzan al campo de Bastión de Tormentas a reclutar todo hombre posible (vamos, a sangrar las tierras). Sin remilgos, estos tíos no son Lord Gerold Hightower ni tienen problemas morales ni nada, se localizan campesinos.

Una vez hecho partiremos repartiendo los hombres lo justo para poder llevar los barcos y repetiremos la jugada en varios castillos. Hasta que tengamos suficientes hombres.

El orden es Bastión, Nido de Grifo, Castillo del Atardecer, Aguasmil, Piedrasverdes, Villallorosa y Bosqueumbrío.

Espero sacar suficientes tropas para rellenar todas las flotas, si no, pues se abandonan las que no tengan hombres en Villallorosa y listo.

El tour completo dura 5 putos días, más lo que se tarde en reunir las tropas. El grueso de la flota marchará hacia Villallorosa, como es una flota grande tardará más, mientras que Lord Velaryion y Ser Lyn, con un puñado de barcos se adelantarán para que cuando llegue el grueso los hombres ya estén reunidos, si es que se consigue gente.
El martes/miércoles que viene, o incluso más tarde si quieres retrasar la misión por el tema de sangrar los territorios, deberíamos estar listos.

Una flota de tamaño 15 necesita 5 días y 10 horas
Cruzará 13 hexágonos de costa en 130 horas navegando normalmente

Avísame el lunes…

Es lunes, quedas avisado

Uff, yo creo que mañana haré esto. Pero bueno, contarás con suficientes hombres al menos, para mover los barcos.

Sin problema, voy yo también con el tiempo justo, pero marchamos hacia el oeste, hacia el Rejo, mañana te pongo mapa y demás.

Sé que estamos de parón, pero te lo dejo dicho para cuando reanudemos, y aprovecho para recordarte que tienes que resolverme exactamente como queda el tema de reclutar gente.

Se marcha hacia el oeste, bordeando la costa dornienses después de haber hecho acopio de víveres. Como el viaje es muy largo, se parará para recoger suministros un par de veces (como se indica en el mapa) parando cada vez 1 día para recoger suministros (como bien dicen unas reglas que me ha costado la vida encontrar, ¿porqué están en batallas? Soy subnormal)

No hay razones para ir con ningún tipo de subterfugio, flota real, pendones al viento, cuando se para no se piden las cosas, se toman, si hay que matar campesinos para ello, pues se matan y ya está, no pasa nada.

Un total de casi 13 días. Contando que salimos ayer la primera parada se produce tras 5 días (miércoles 20 dado que ayer y hoy no se juega). La segunda parada se produciría el lunes 25, y la llegada al Rejo estaría programada para el jueves 28.

No creo que llegue antes del final de la partida, xDxD

Una flota de tamaño 14 necesita 10 días y 20 horas (+2 días) para ir desde Villallorosa hasta El Rejo
Cruzará 12 hexágonos de costa en 120 horas navegando normalmente
Cruzará 8 hexágonos de costa en 80 horas navegando normalmente
Cruzará 6 hexágonos de costa en 60 horas navegando normalmente

No te preocuoes. Habrá batalla antes de que llegues.

Ese era el objetivo, xD

Tus avanzadillas te informan de que el grueso de la flota Greyjoy, bastante mermada, se encuentra frente a las costas del Canal de los Susurros, algo menos de 200 naves. En la ciudad de Antigua, a lo lejos, se elevan grandes columnas de humo.

Diga lo que diga Euron, las órdenes son las mismas, esperar a que los hijos del hierro se alejen y, entonces, avanzar sobre Antigua.

Voy a escribir a @mc_lek, para empezar negociaciones. Si le dices de mi llegada mejor

Debes escribir a @Boros , el jugador que has citado es Sergio, Stark.

Si el caso es que lo sé, tengo el mensaje a medio escribir, y es a boros, xD

Se empiezan los preparativos para el asalto directamente, no se espera que que Lord Hightower alcance la seguridad del puerto, si se le pasa por encima … pues mala suerte.

Euron liderará la vanguardia, con sus tropas, los martell y la escoria de la tormenta. Velaryion/Ser Lyn liderarán los suyos + los del rey, Ser Richar Lonmouth los de Rhaegar.

Tres tokens. Si quieres lista de tropas tiene que ser más tarde/mañana. Pero están a medias en las mías, a medias en las de rhaegar, más las de la tormenta, más las dos de Euron

Lord Velaryon dio las órdenes y Ser Lyn se apresuró a dirigir el desembarco para tomar las diferentes playas de Antigua, separados por sectores los campesinos de la tormenta junto a los marineros veteranos de Estermont y Tarth preparaban el asedio a la ciudad, Lord Estermont en persona se encargaba de dirigir los preparativos. Mientras tanto los mercenarios de la Casa Martell esperaban cumplir aquellas promesas que recibieron al principio de la guerra, riquezas conquistando una de las ciudades más imponentes de Poniente. Sus contratistas habían caído en desgracia pero servir al señor e Marcaderiva parecía un negocio mucho mejor. Corría la cerveza a escasos metros de las murallas, en sus tiendas, mientras esperaban a que el grueso de los marineros del Mar Angosto desembarcaran y prepararan las escalas, las mofas para con el señor del Faro eran repetidas una y otra vez, nadie se cansaba de recordar el desprecio que el Lord Almirante de la Casa Real había tratado a uno de los hombres más poderosos de los Siete Reinos, el que muchos decía que había envenenado la mente de su cuñado para elevar al trono a la Casa Targaryen.

Durante más de un año Antigua había florecido y se había relamido ante la idea de convertir el Mar del Ocaso en el nuevo centro del reino, desplazando la hegemonía comercial que hasta ahora ostentaban las islas del Mar Angosto. En aquel enfrentamiento final se jugaba mucho más, la guerra había terminado y Lord Lucerys lo sabía, por aquella razón había rechazado cualquier pacto, nadie le culparía por aquello, ¿por qué iba a creer unos garabatos en un papel atribuidos al Príncipe Rhaegar? Por lo que a él respectaba el rey seguía siendo Aerys, los Hightower seguían siendo unos traidores y tanto Marcaderiva como Marea Alta esperaban una suculenta porción del saqueo que vendría tras la caída de la ciudad. Por su parte, Lord Leyton, veía como sus sueños de grandeza se esfumaban, como lo habían hecho la vida de sus dos hijos, ambos habían peleado con honor y ambos habían perecido ante aquel demonio, si sobrevivían tardarían muchos años en olvidar los habitantes de la ciudad el terror que eran capaces de sembrar las naves de los hombres del hierro. Prácticamente la mitad de la flota enemiga había desembarcado en la playa para cuando Lord Leyton llegó a la ciudad, los ánimos de los harapientos guerreros estaba por los suelos.

  • Llegó el momento -avanzaba apesadumbrado pero con un aura de determinación-, sacad a las mujeres y los niños por la puerta norte, que cierren las puertas si se acerca el enemigo. Lord Beesbury, Sotomiel será su destino, cuidad de los nuestros si la ciudad cae.

El discurso fue sombrío, práctico, nadie esperaba sobrevivir. Multiplicaban por cuatro su número y tras una batalla como la del día anterior nadie en su sano juicio esperaba que pudieran resistir una defensa efectiva. Las cornetas sonaron, casi 20.000 armas se lanzaban contra sus murallas. Llegaba a su fin la dinastía más antigua conocida en poniente.

Los primeros en lanzar los garfios y trepar por las escalas fueron los mercenarios, las mejores tropas de tierra que disponía Lord Lucerys, los más sedientos de sangre, al frente de ellos Euron Greyjoy, riendo y chillando mientras rajaba cráneos con su hacha. El ímpetu de los primeros compases de la batalla favoreció a los asaltates, pese a las decenas de bajas que se amontonaban frente a las murallas los defensores se estremecieron ante la visión de aquel hombre, otra vez ese maldito pirata cuya fuerza no podía venir de otro lugar que desde el mismísimo desconocido. Más los defensores no desfallecían, habían tocado fondo y pelearían hasta la muerte por aquella ciudad. Aquel día no se peleaba por un rey u otro, se peleaba por la vida, por el conocimiento, era la batalla final, que se libraba entre la sádica y errática conducta de los grandes señores frente al irresoluble enigma de la resilencia de los vencidos. Poco a poco el asalto perdió empuje y la guardia de la ciudad contuvo el primer envite. Los hombres de la Tormenta peleaban con menos ímpetu, el normal para los hombres que luchan únicamente por deber y los mercenarios del Príncipe Mor, a costa de muchas bajas, contuvieron su sector.

El final del día trajo algo de desconcierto, nadie se esperaba aquello, pronto se hizo patente que los hombres condenados a morir resistirían hasta el final y que la muerte debería disfrutar de unos agónicos días para recibir su premio, haciendo enloquecer a más de uno tras las murallas. Los Archimaestres de la Ciudadela se implicaron, una grata sorpresa para Lord Leyton, que agradeció en su fuero interno no haber prendido fuego, en un arranque de locura, la mayor fuente de conocimiento de los Siete Reinos. Quizás aún hubiese esperanza. Aquí y allá los más sabios insuflaban valor a los más abatidos, los acólitos curaban las heridas superficiales y los maestres suministraban la Leche de la Amapola a los defenestrados. ¿Cuantos días podrían aguantar así?

Durante siete días los marineros de la Flota Real murieron en las murallas de Antigua, haciéndose patente que no disponían del número suficiente de hombres para rendir la ciudad al asalto. Al octavo día Lord Slwyn Tarth pidió audiencia con el capitán de la flota, dándole a entender que sus bajas habían sido demasiado elevadas para seguir atacando y que Lord Estermont se encontraba en un estado de extrema gravedad y que los médicos auguraban que no pasaría de aquella noche, hasta las heridas más insignificantes en campaña podrían resultar mortales. Lord Lucerys maldijo su suerte y enfiló el camino hacia las tiendas de los Greyjoy, los algo más de 1.500 isleños que se les habían unido en aquella campaña. Al llegar no pudo contenerse, los muy cobardes estaban a punto de embarcarse en sus rápidos barcoluengos y cerrar la ciudad. Las palabras de Euron Greyjoy enfurecieron al Lord Almirante hasta el punto de olvidar que había ido hasta allí sin escolta, en un arranque de ira. Esta ciudad del demonio no caerá. Volved a casa, follad con vuestra mujer, vivid otro día.

Desde luego el veterano Lord Lucerys no estaba acostumbrado a que lo ninguneasen de aquella manera y cuando quiso llegar a las manos para detener a aquel indeseable un puñal de dos palmos de longitud se hundía en sus entrañas y un aliento putrefacto le hablaba al oído. Tendríais que haberme escuchado, se me da bastante mejor matar que morir.

El octavo día de asedio acabó con un gran funeral donde se quemaron los centeneras de cadáveres y se honraron la muerte de Lord Lucerys y Lord Selwyn. Lord Esterdmont quedaba ahora al mando del asedio y los algo menos de 10.000 efectivos que quedaban con vida. En la ciudad, algo menos de 2.000 exhaustas almas se mantenían en pie haciendo lo propio, Lord Mullendor había fallecido y pese a la alegría que dio observar como un par decenas de embarcaciones abandonaban las playas todos sabían que aquel ritmo sería insostenible durante mucho tiempo.


Pues eso, tu PoV a muerto, Euron Greyjoy se ha pirado y con el sus hombres. Antes de morir sabes que más de 2.000 defensores han muerto y también unos 10.000 hombres tuyos.

Que órdenes tiene Lyn Corbray? Porque ahora los PoV son Estermont y Richard.