Misión 4: A Skjaldar lo vamos a escaldar

PoV

Jorund, el Rey en la Montaña

Jorund abandonó su hogar en Isfjellheim en su juventud. Las leyendas cuentan que enfrentó bestias mágicas, sedujo a ninfas y burló a dioses en tierras distantes, regresando con riquezas inimaginables, hombres leales de tierras desconocidas, y fuego en sus ojos. Asumió por la fuerza el mando de los Frostbjorn, prometiendo grandeza y venganza contra aquellos que habían menospreciado a los Hijos de la Nieve.

Pronto, Jorund estableció Bjornfestning, una majestuosa fortaleza de roca negra que simbolizaba la potencia emergente del clan. Las minas del Gyldenåre florecieron bajo su tutela, utilizando técnicas avanzadas que cambiaron la fortuna de su pueblo. No solo mejoró la economía, sino que también forjó una fuerza militar formidable: los Járnvaki. Bajo su liderazgo, llevaron a cabo campañas de conquista, subyugando clanes y expandiendo territorios. Solo una coalición de clanes de las Tierras Verdes pudo frenar su avance implacable.

Físicamente, el tiempo ha dejado su marca en Jorund. Es llevado en una silla por porteadores, las arrugas profundas surcan su rostro, y sus cabellos ralos apenas cubren su cabeza, aunque sus ojos, nublados por las cataratas, aún destellan con el fuego de su juventud. A pesar de su aparente fragilidad, es un líder con una determinación inquebrantable. Aquellos que subestiman su astucia rara vez sobreviven para lamentarlo. Su presencia impone un profundo respeto a los suyos, casi una devoción religiosa.

Psicológicamente, Jorund es un visionario astuto e implacable. Ha moldeado el carácter del clan a su imagen, transformando viejos enemigos en aliados fervientes. Aunque su muerte es inminente y plantea incertidumbres para el futuro de los Hijos de la Nieve, su legado como Rey en la Montaña es indudable y perdurará en las leyendas por generaciones.

Tokens

4: Duros como las montañas

Frase emblemática de los montañeses, refleja su carácter inquebrantable y resistencia ante adversidades. Personifica su conexión con el terreno escarpado y su perseverancia. Es un recordatorio constante de su orgullo, fortaleza y capacidad para enfrentarse a rivales superiores.

5: La presciencia de Jorund

Un don casi místico, la presciencia de Jorund trasciende la mera experiencia. Es su habilidad innata para anticipar movimientos enemigos y adaptarse a situaciones cambiantes. Años de liderazgo y astucia se combinan, permitiéndole estar siempre un paso por delante, fortaleciendo su legado y asegurando el futuro de su tribu.

8: Sten Frostbjorn

El veterano comandante de los Járnvaki, Sten es la encarnación de la disciplina y la ferocidad en batalla. Su reputación como líder implacable precede cualquier campaña, infundiendo temor en los enemigos y respeto inquebrantable entre sus tropas. Su habilidad para salir airoso de cualquier batalla lo convierte en un recurso inestimable para su padre.

Ejércitos

Objetivo

Convencer a Skjaldar de que marche a la guerra.

Misión

Al llegar las tropas hacemos una demostración de fuerza marcial, Jorund sale a recibirlos y darles su discursito y Sten, el comandante en jefe oficioso, les da la última arenga y les dice que marchamos a Valdisjar a recogerles y luego, al Kaven.

Eso sí, en todo momento queda ambiguo que es lo que vamos a hacer exactamente, nada de “vamos a aliarnos con Kaven y echar a los loreleanos”, no no, para nada, lo que decimos es que hay guerra en nuestra frontera, y nos va a involucrar a nosotros queramos o no, así que vamos allí para demostrar que somos los putos amos de esta puta isla y patearle la cabeza a quien haga falta.

Antes de marchar Jorund llama a Einar Skjaldar para ver si tiene algún problema personal con algo de esto, y en caso de que sí, convencerle y/o avergonzarle hasta que no lo tenga.

Si de paso motivamos más a las tropas, pues mira, bien también.

Localización

Bjornfestning

Roleo

El Jefe Einar Skjaldar terminó de interpretar su última revisión de la Saga del Sello de Vindalf, y el silencio reverencial del salón de banquetes se rompió en aplausos y jaleos. Jorund, el protagonista de la saga, sonreía con los ojos cerrados, con una expresión pacífica que pocas veces se veía en su rostro.

-Sí. Así fue, Einar, así fue como liberé al Viento del Norte. Lo has contado mejor de lo que podría hacerlo yo mismo -dijo satisfecho cuando el estruendo amainó.

Le hizo un gesto con la mano para que se acercara, y añadió en voz baja:

-Y cuando vuelvas vas a tener aún más material.

Einar, entendiendo perfectamente lo que estaba diciendo y lo que no, miró algo incómodo alrededor.

-Jorund, nadie nos está amenazando. Nadie se atrevería a hacernos frente, la guerra queda entre los señores de las Tierras Verdes y los loreleanos. No me pidas que mande a mis hombres a la muerte por eso.

-Solo hay dos vías, joven Einar. Vencer o morir. ¿Quieres que nos quedemos aquí? Eso sería elegir la segunda. Es la hora de que libremos nuestra última guerra. Después de esta, nadie osará oponerse a nosotros nunca más, y podré morir en paz al fin. Pero para eso os necesito a todos. Hemos llegado tan lejos, ¿para ahora despeñarnos a escasas yardas de la cumbre? Confía en mí. Vamos a la gloria, no a la muerte. Fiskeya será nuestra, y tú compondrás la saga de su conquista.

Ups, me acabo de dar cuenta de que “Duros como las montañas” lo estaba usando en otra misión. Edito y lo cambio por otro relevante.

EDIT: mmm, no me deja editar, pollas xD lo cambio por

3: Las Minas del Gyldenare: Estas minas son la principal fuente de riqueza de la tribu. Extraen de ellas hierro, metales preciosos y piedras raras, esenciales para el comercio y la artesanía. Su explotación ha posibilitado la dominación económica de los montañeses sobre la región.

en plan de que, si hace falta darle oraco, se le da.

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Skjaldar acepta marcha a la guerra contigo, pero sabes que nunca cruzará el Kaven si no es con muchas prerrogativas. No tiene ganas de guerra, pero te seguirá, de momento.