Misión 40: Curación Token

PoV

Corlys Velaryon

Encargado de intentar mejorar las relaciones de los bastardos de Laenor.

Tokens

Corlys Velaryon

Encargado propiamente de mejorar la reputación de los bastardos en Marcaderiva y los Negros.

Bruma

La aparición de Bruma, totalmente recuperado, debe ser un aliciente para todos.

Objetivo

Pasar a ileso el token de Bastardos de Marcaderiva

Misión

Junto a Corlys y Bruma, los bastardos se aparecerán por todo el lugar, tratando de mejorar reputación, ya sea Alyn en la armada o Addam junto a Bruma en el bloqueo de Desembarco.

Roleo

El bloqueo del Gaznate se había convertido en un juego interminable de paciencia y tensión. Día tras día, los hombres de la flota Velaryon mantenían sus posiciones en el estrecho, soportando el peso de la vigilancia constante y la espera interminable bajo el sol implacable y las noches gélidas.

Corlys Velaryon, con la experiencia de décadas en el mar, sabía que en la guerra no siempre se ganaba con batallas espectaculares. A veces, el triunfo venía en la forma de un cerco silencioso y agotador, de resistir hasta que el enemigo se quedara sin opciones. En eso confiaba mientras sus ojos repasaban el horizonte cada mañana, buscando cualquier signo de movimiento. Su presencia en la cubierta del Orgullo de Marcaderiva daba a sus hombres una calma que solo un líder como él podía inspirar. Sabían que mientras él estuviera allí, vigilante y firme, las probabilidades estaban a su favor.

Para Addam Velaryon, el día a día era un juego de planificación y control junto a su dragón, Bruma. Aunque Addam anhelaba la acción de la batalla, había aprendido a aceptar la importancia de la paciencia. No todos los días podía surcar los cielos y descargar fuego sobre los enemigos. Sin embargo, su presencia y la de Bruma tenían un propósito: disuadir a cualquier barco de intentar pasar el bloqueo. Al amanecer y al anochecer, Addam volaba sobre las aguas, su silueta y la de su dragón visibles a kilómetros de distancia, una advertencia a cualquier navío que osara acercarse.

Alyn, el más joven de los hermanos, era quien mejor se adaptaba a la monotonía de los días. Desde que se embarcó en el bloqueo, se había ganado la confianza de los marinos. A pesar de su juventud, era hábil con la espada y tenía un ojo agudo para detectar pequeñas embarcaciones en el horizonte. Su entusiasmo era contagioso, y a menudo bromeaba con los demás sobre las apuestas de quién vería primero una vela en la distancia o sobre el próximo barco mercante que intentarían interceptar. Entre sus tareas, Alyn se ocupaba de supervisar a los vigías y de rotar a los hombres para mantenerlos frescos y atentos.

Las noches en el bloqueo eran aún más tensas. Los hombres de la flota Velaryon sabían que las naves enemigas podrían intentar colarse en la oscuridad, y aunque Bruma patrullaba ocasionalmente los cielos, el riesgo de un ataque furtivo siempre estaba presente. Era en estos momentos cuando el liderazgo de Corlys brillaba con mayor intensidad. En cada turno nocturno, él se aseguraba de que los vigías estuvieran despiertos, atentos, y de que los arqueros mantuvieran sus flechas listas. Alyn aprovechaba la tranquilidad para narrar historias o cantar canciones suaves, manteniendo el ánimo y el sentido de camaradería entre los hombres.

De vez en cuando, alguna embarcación audaz intentaba romper el cerco. Entonces, los hombres de Corlys se movilizaban con la rapidez y coordinación que solo la disciplina de semanas de bloqueo podía lograr. Addam, desde lo alto de su montura, observaba los movimientos de los barcos y, si la amenaza era real, guiaba a Bruma en una caída rápida y temible sobre el mar. Bastaba que el dragón lanzara una llamarada cercana o dejara escapar un rugido para que muchos desistieran de sus intentos.

Así, entre patrullas, maniobras de disuasión y ocasionales enfrentamientos, el bloqueo se sostenía, día tras día, sin ceder terreno. Corlys había calculado bien: si mantenían su presencia en el Gaznate, lograrían cortar el suministro hacia Desembarco del Rey, debilitando a la oposición sin necesidad de arriesgarse en batallas innecesarias. Y en eso, en la constancia, el cansancio y la vigilancia, Corlys, Addam y Alyn demostraban su determinación y astucia. Cada día en el bloqueo era una pequeña victoria, una batalla silenciosa ganada en el inmenso campo de agua y de espera.

Sin más, el token queda recuperado.