Misión 43. El sol se pone

El príncipe ya había partido y, por lo que le contaban los informes, estaba a las puertas de encontrarse con los ejércitos de Robert Baratheon, otro traidor que necesitaba ser castigado. Pero de momento la atención del rey estaba fija en el príncipe de Dorne.

Doran Martelll había apostado muy alto y había perdido, y buscando su salvación había comenzado a acusar a todos los buenos hombres que el rey tenía en estima. Lord Staunton, siempre dispuesto a redactar sus leyes, Lord Velaryon, a quién le debía la salvación y la llegada de la compañía dorada, los Darry, que pese a todas sus penurias seguían leales, el bueno de Ser Jonothor, siempre dispuesto, nunca dudando. Incluso el príncipe, que parecía ser el heredero que necesitaba el reino, la guerra le había endurecido, no había duda alguna. Era hora de que el sol se pusiera.

Escribe, príncipe Doran— el rey no había abandonado las fórmulas de cortesía. Príncipe era y como príncipe se le trataba.

Doran Martell escupió sangre por toda respuesta y el interrogador real volvió a girar el torno mientras los gritos del príncipe resonaban por las celdas negras. Quizás llevaría toda la noche, pero el príncipe de Dorne escribiría aquellas cartas.


Se obliga a Doran a escribir dos cartas, una a Elia y otra a Oberyn. La de Elia viene a decir que la amenaza Greyjoy es demasiado grande y Dorne no es segura, tanto ella como los niños deben alcanzar Rocadragón. La de Oberyn dice que los ejércitos de Rhaegar están pacificando los ríos y, para ayudar a su campaña los dornienses deben avanzar contra Cuevahonda y amenazar el corazón de Occidente. Se enviarán por mensajero, si la de Oberyn es interceptada por los Lannister pues tampoco pasa nada, interceptarán una carta sellada de Doran Martell marcando un objetivo, que refuerzen Cuevahonda.

En algún momento cederá a la tortura, una vez escriba y firme, se le sigue torturando un rato más, que sufra. El rey estará presente todo el “interrogatorio”

No te pongo ni tokens ni na porque no creo que esto requiera tirada ni nada, es de ese tipo de cosas que sencillamente “pasan”


PoV: Aerys
Token: Tratamos a Mellarion como un token para esta misión? Si no es así uso Promesas, promesas, promesas

Sobre Mellario, no sabemos de quién es hija, pero notablemente será hija de alguien importante. El príncipe de Dorne no se iba a casar con una fulana cualquiera de Norvos. Así que se le pregunta tranquilamente por su familia y se escribe a Norvos buscando congraciarse con ellos, se cambiará la condena de Mellario de muerte a exilio si están dispuestos a pagar un rescate.

Más que conseguir un token nuevo creo que lo suyo sería recuperar alguno de los dañados, incluso alguno de diplomacia en lugar de dinero resemblando que el rey sabe hacer justicia.

¿Alguna respuesta desde Norvos? Si no me responden se la vendo a las casas de placer de Lys, seguro que se pagará un buen precio.

La tortura se te va de las manos y ambos mueren.

Sí, salvo que saques un pedazo de 1 como ha pasado xD

El roleo puede estar guay, Aerys presente mientras se tortura a Doran y Mellario hasta la muerte, sin buscarla. Una frase como “Oh, vaya, que desafortunado” al final, seria grandioso xD

Como están sufriendo los martell en esta partida, son de los pocos que han muerto, junto a la cabea de tu anterior consejero de la moneda.

Cierto es, xD,xD

Mañana hago un roleo, pero … a Mellario no se la torturaba, así que no se me ha muerto sin querer. ¿Quizás Norvos no la quiere y se la vendo a las casas de placer de Lys sin consecuencias mecánicas? ¿O Norvos la quiere pero el pago no es lo suficientemente grande como para afectar ningún token? Lo que más te apetezca que deje claro el desdén del rey por los Martell

Te dejo elegir. Haz como si fueras yo y vieses un 1, sírvete. Igual Mellario es alguien importante y te exigen su liberación para no empeorar vuestras relaciones.

Bueno, Doran despachado.

No se me ocurre nada interesante, la verdad, así que entregársela a Norvos a cambio de promesas de amistad y el juramento de que no volverá a poner pie en Poniente es funcional.