PoV: Lysa Arryn
Tokens:
- Lysa Arryn
- Caballero de la Puerta
Objetivo: Recompensar a los Waxley de Serbaledo por su papel en la guerra. Recuperar su ejército.
Misión: Lysa visitará Serbaledo, nombrará a los Waxley con menciones especiales y bla bla bla y les concederá honor de alguna manera, dama de compañía si tienen niñas, algún escudero de Yohn Royce si tienen niños, ese tipo de cosas. Ceder alguna ayuda para que las tierras se recuperen.
Rol:
El viento gélido de las Montañas de la Luna soplaba con fuerza cuando Lysa Arryn, Señora del Nido de Águilas, y su escolta, encabezada por Donnel Waynwood, el Caballero de la Puerta, descendían por el estrecho sendero que los llevaría a Serbaledo. Lysa, montada en un caballo blanco, lucía su habitual manto azul, con el emblema del halcón y la luna bordado en hilo de plata, símbolo del poder de la Casa Arryn.
El sol comenzaba a ocultarse detrás de las montañas cuando llegaron al pequeño pueblo de Serbaledo, hogar de la Casa Waxley. Los habitantes, al percatarse de la llegada de tan ilustres visitantes, se apresuraron a congregarse en la plaza principal. Los niños miraban con ojos curiosos y los adultos susurraban entre sí, preguntándose cuál sería el propósito de aquella visita.
El nuevo Señor Waxley, un joven de no más de veinte años, salió a recibirlos acompañado por sus hermanos menores y algunos de los veteranos de la batalla del Colmillo Dorado. Su rostro mostraba una mezcla de orgullo y nerviosismo, sabiendo que su padre había caído en batalla y que ahora era su responsabilidad liderar a su gente. Lysa Arryn desmontó con elegancia y se acercó a él con una sonrisa cálida.
—Lord Waxley, es un honor estar aquí hoy —dijo Lysa, extendiendo su mano en señal de respeto.
—El honor es nuestro, mi señora. Serbaledo os da la bienvenida —respondió el joven Lord Waxley, inclinando ligeramente la cabeza.
Donnel Waynwood, imponente en su armadura, se colocó al lado de Lysa. Había sido testigo del valor de los hombres de Serbaledo en la batalla del Colmillo Dorado y sentía un profundo respeto por ellos.
—Hoy no estamos aquí solo para agradecer —continuó Lysa, alzando la voz para que todos los presentes pudieran escuchar—, sino también para reconocer el valor y el sacrificio de los hombres de Serbaledo. En la batalla del Colmillo Dorado, luchasteis con una valentía que pocos podrían igualar. Vuestro padre, Lord Waxley, cayó defendiendo los ideales de nuestro hogar, y su sacrificio no será olvidado.
La multitud guardó un respetuoso silencio, recordando al noble caído. El joven Lord Waxley asintió solemnemente, con los ojos brillantes de emoción.
—Como muestra de nuestro agradecimiento y para asegurar que Serbaledo prospere, la Casa Arryn ha decidido otorgaros tierras adicionales al sur, junto con recursos para reconstruir lo que se haya perdido —prosiguió Lysa—. Además, se establecerá una exención de impuestos por los próximos cinco años para que podáis concentraros en fortalecer vuestras tierras y vuestro hogar.
Los murmullos de asombro y gratitud recorrieron la plaza. La generosidad de la Casa Arryn era inesperada, y muchos ojos se llenaron de lágrimas de agradecimiento.
—Joven Lord Waxley, es vuestro deber ahora liderar a vuestra gente con la misma integridad y valentía que vuestro padre mostró. ¿Juráis lealtad a la Casa Arryn y prometéis proteger el Valle como lo hizo vuestro padre antes que vos? —preguntó Lysa, con voz firme y solemne.
El joven Lord Waxley se arrodilló ante Lysa, con la cabeza inclinada en señal de respeto.
—Juro lealtad a la Casa Arryn y prometo proteger el Valle con todo mi ser —declaró con determinación.
Lysa asintió con aprobación y extendió su mano para ayudarlo a levantarse. La multitud estalló en vítores y aplausos, celebrando no solo el honor otorgado, sino también la promesa de un futuro más próspero.
—Entonces, que este día sea recordado como el inicio de una nueva era de fortaleza y unidad para Serbaledo —dijo Lysa, mirando a la multitud con una sonrisa.
Con estas palabras, la ceremonia concluyó y la esperanza renació en Serbaledo. Los Waxley, ahora bajo el liderazgo del joven lord, tendrían el apoyo necesario para restaurar sus tierras y continuar con el legado de valor y honor de su padre. La presencia de Lysa Arryn y Donnel Waynwood no solo había traído reconocimiento y recompensas, sino también una renovada fe en el futuro.