PoV
Corlys Velaryon
Se encarga de la misión en si.
Tokens
Corlys Velaryon
Control de la misión
Bruma
Control del Gaznate total
Objetivo
Mejorar el token Tesoro de los Nueve Viajes desde Agotado
Misión
Junto a Bruma, Corlys mantendrá el control total del Gaznate, haciendo que haya un control aún más exhaustivo (Puse 3 flotas más desplegadas en el mar, junto a Bruma). La intención es hacernos con todo lo que tenga valor y aumentar la riqueza a extremos para Velaryon.
Roleo
Un día típico en el control del Gaznate con Corlys Velaryon al mando comenzaba al amanecer, cuando la niebla aún cubría las aguas y el aire salado se sentía espeso en los pulmones. Desde la cubierta de su buque insignia, el Orgullo de Marcaderiva, Corlys observaba el horizonte, siempre vigilante. A su lado, la imponente figura del dragón Bruma, cuyos ojos como brasas brillaban incluso en la penumbra, mantenía a raya cualquier pensamiento de desafío entre los mercaderes y contrabandistas.
Mientras las primeras naves del día cruzaban el paso, los vigías gritaban reportes de cada velamen divisado. Corlys revisaba los registros cuidadosamente, comparando los nombres de los barcos y sus cargas con las listas oficiales. Los barcos que no podían justificar su presencia eran detenidos, sus tripulaciones llevadas a los puertos para ser interrogadas por los oficiales de la Guardia del Mar.
A media mañana, Bruma solía lanzarse desde la alta torre de Marcaderiva, sobrevolando el estrecho como una sombra de terror. El simple rugido del dragón bastaba para disolver cualquier intento de resistencia o piratería. A veces, un despliegue de llamas al aire servía de recordatorio de que la ira del dragón estaba siempre al alcance.
Corlys, con su experiencia de décadas en el mar, no solo confiaba en la fuerza, sino también en la diplomacia. En el puerto, recibía a capitanes mercantes con promesas de protección si cumplían las reglas y pagaban los tributos correspondientes. Su presencia era tan imponente como el dragón que le acompañaba: sus cabellos plateados ondeaban al viento, y su voz, como el trueno, dejaba claro que el Gaznate era suyo.
Al caer la tarde, con el sol teñiendo el agua de rojo, el Gaznate volvía a estar en calma. Corlys se retiraba a su camarote, escribiendo informes y trazando rutas de patrulla para el día siguiente, mientras Bruma descansaba sobre un risco cercano, con el sonido de las olas como su única compañía.
Así pasaban los días en el Gaznate, bajo el estricto control del Señor de Marcaderiva y su temible dragón, quienes garantizaban que el paso fuera seguro para los leales y un infierno para los audaces.