Misión 49: Grafton, Señor de Dragones

PoV: Lysa Arryn

Token: Gerold Grafton

Objetivo: Controlar las finanzas del Reino y la Casa de la Moneda. Crear el Token “Administrador del Reino” que vaya dirigido a un token de finanzas/dinero.

Rol:

En un día nublado de principios de primavera, el barco que llevaba a Gerold Grafton se acercaba lentamente al puerto de Desembarco del Rey. A bordo, Gerold observaba con atención la costa y las altas torres que se alzaban en la distancia, símbolos de poder y intriga en la capital de los Siete Reinos. Había sido nombrado Consejero de la Moneda tras el turbulento asesinato de Petyr Baelish, un hombre cuya sombra aún se extendía sobre la economía del reino incluso después de su muerte.

Con su cabello canoso y su mirada penetrante, Gerold Grafton no era un extraño en los círculos financieros. Había acumulado una fortuna considerable como comerciante en el Valle de Arryn, donde su habilidad para negociar contratos y su meticulosidad con los números eran conocidas por todos. Ahora, estaba a punto de enfrentarse a su desafío más grande: asegurar el control sobre la economía de los Siete Reinos y llenar el vacío dejado por el audaz y astuto Petyr Baelish.

Al llegar al puerto, fue recibido por un pequeño grupo de soldados de la Guardia Real, que lo acompañaron a la Torre de la Mano, donde se le había asignado residir. La Torre, un bastión de piedra que dominaba la bahía, era el centro del poder en la capital y el lugar desde donde Gerold planeaba iniciar su campaña para restaurar la estabilidad económica.

Desde el primer día, Gerold convocó a los principales comerciantes y banqueros de Desembarco del Rey a reuniones discretas en la Torre de la Mano. Entre ellos se encontraban hombres del Este como Tobho Mott, un herrero famoso por su habilidad en la forja de acero valyrio. Estos hombres eran los pilares de la economía local, y Gerold necesitaba su apoyo para implementar sus planes.

Con muchos negoció un acuerdo que reducía los aranceles sobre ciertos bienes importados a cambio de un aumento en la exportación de productos esenciales para la corona. Era un trato que beneficiaba a ambas partes, aumentando los ingresos reales mientras permitía que esos hombres expandieran sus operaciones comerciales.

Con Tobho Mott, Gerold discutió la creación de un nuevo taller real para la forja de acero valyrio, financiado en parte por la corona y en parte por inversiones privadas. Este taller no solo proveería armas de calidad para los ejércitos reales, sino que también se convertiría en un símbolo de la recuperación económica del reino.

Pero la verdadera joya en la corona de Gerold era la Casa de la Moneda, una institución clave en la emisión y gestión de monedas del reino. Fundada por Petyr Baelish, la Casa de la Moneda era una pieza central en el control financiero del reino. Gerold se aseguró de colocar a hombres de confianza en puestos clave dentro de la Casa, garantizando así su lealtad y eficiencia en la recolección de impuestos y la acuñación de monedas.

Sin embargo, la situación financiera del reino era precaria. En deuda con el Banco de Hierro de Braavos y con las arcas reales exhaustas, Gerold sabía que necesitaba medidas audaces para estabilizar la economía. Por eso conversó con ellos, mandándoles una invitación a la capital.

Las negociaciones fueron largas y complejas, pero Gerold demostró una habilidad magistral para la diplomacia financiera. Finalmente, logró un acuerdo que reducía la carga de intereses sobre la deuda del reino y extendía los plazos de pago, al tiempo que aseguraba nuevas líneas de crédito para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo económico.

Además, implementó una serie de medidas ingeniosas para aumentar los ingresos reales. Introdujo nuevos impuestos sobre bienes de lujo y fortaleció las rutas comerciales, asegurando así una fuente constante de ingresos por aranceles. Además, instituyó un sistema de bonos reales, permitiendo a nobles y ciudadanos invertir en el futuro del reino a cambio de intereses pagados con los ingresos futuros.