PoV
**Mimir Mørkt Hjerte**
Algo más enjuto que el resto de sus camaradas (aunque este hecho no hizo que Mimir se acobardara o se sintiera menos), desde pequeño luchó como el que más y su espiritu de superación lo fue consumiendo hasta que se convirtió en un guerrero voraz y sin compasión. En su iniciación fue el único superviviente (incluso su instructor murió) y desde entonces su caracter tendió a se esquivo y cruel.
Está seguro de poder conseguir ser el próximo lider del clan, aunque aún respeta lo suficiente a Bor como para seguir siendo uno de sus guerreros y éste le da total libertad para calmar toda su sed de sangre. Su cara y su cuerpo es una oda escrita a la batalla a base de cicatrices que lo marcan y que aumentan en número con el paso de las luchas.
Tokens
**Mimir Hørkt Hjerte / Corazón oscuro**
Es el líder del Clan Bjorn y de todos los clanes que componen la Tribu Bjorn. Es un especialista en combate que jamás ha rehusado una buena lid. Impredecible y temerario no duda jamás en pasar al ataque aunque siempre bajo el amparo de la tribu a la que escucha y respeta.
Ejércitos
1 Fyrdmen de Ære (Alzado), en Ære [Veterano +1, Fyrdmen] FUE: 12
2 Fyrdmen de Ære (Alzado), en Ære [Veterano +1, Fyrdmen] FUE: 12
1 Fyrdmen de Mørkt Hjerte (Alzado), en Mørkt Hjerte [Veterano +1, Fyrdmen] FUE: 12
2 Fyrdmen de Mørkt Hjerte (Alzado), en Mørkt Hjerte [Veterano +1, Fyrdmen] FUE: 12
Objetivo
Llegar a Rivendall
Misión
Marcharemos por los caminos para llegar a Rivendall con precaución por si el enemigo hubiese llegado a y tuviésemos que esperar a reagrupar los ejércitos.
El primer trayecto se realizara desde Aere a Rivendall donde marcharemos con dos ejércitos a los que se unirán otros dos al paso por Morkt Hjerte.
Localización
El camino se inicia en Aere, pasa por Morkt Hjerte y termina en Rivendall
Camino de Aere a Morkt Hjerte con 2 ejércitos:
Hexágonos: 3 camino = 30 horas
Desde Morkt Hjerte a Rivendall con 4 ejércitos:
Hexágonos: 4 camino (+3 por ejército) = 42 horas
Total Trayecto = 72 horas
Roleo
Las negativas a levantarse en armas aún retumbaban en la cabeza de Mimir, su corazón latía como lo hacían los tambores de guerra antes de una batalla, Bor le había dado la orden de avanzar con los ejércitos a Rivendall, que se ocuparían de ellos más tarde pero por dentro le reconcomía en no dar una lección a esas malditas ratas, “volveré” se decía a si mismo, “volveré pronto” se repetía… una y otra vez, y así durante el largo camino no tuvo más que pensar en las torturas que cometería contra aquellos cobardes cuando los tuviese delante “Si yo fuese el jefe esto no iba a quedar así” concluyó en su cabeza dibujando sin querer una diana en el pecho de Bor…
Ahora las órdenes eran otras, después de reunir al amplio ejército femenino de Aere marchó sobre sus tierras, allí se le unirían sus hombres para después caminar sobre Rivendall donde se unirían a Bor y a Frigga para aplastar a los enemigos.