Con astucia y diplomacia, Lyn Corbray se acercó al joven Mychel, su antiguo escudero, cuyo vínculo de sangre con la casa Redfort lo convertía en un potencial aliado valioso. Con habilidad, Lyn tejía palabras de elogio y promesas de futuros beneficios, tratando de sembrar la semilla de la lealtad hacia Petyr Baelish, el astuto Consejero de la Moneda.
Sin embargo, la sugerencia de desviarse de la lealtad hacia la señora Lysa Arryn, regente del Valle, no cayó bien en los oídos de los Redfort, que consideraban a la Casa Arryn su legítima gobernante. La tensión se elevó cuando Lyn Corbray, con su típico desdén por las formalidades, insistió en la superioridad de las alianzas con Baelish sobre las de Arryn.
El asunto se precipitó hacia un enfrentamiento de honor cuando Ser Jasper Redfort, el feroz y orgulloso heredero de la Casa Redfort, desafió a Lyn Corbray a un duelo para defender el honor de su casa y su señora. Con espadas desenvainadas y corazones encendidos por el fuego del conflicto, los dos caballeros se enfrentaron en un duelo mortal.
La hoja de Lyn Corbray danzaba con gracia letal, encontrando huecos en la guardia de Ser Jasper con precisión mortal. A pesar de su valentía, el joven Redfort no pudo igualar la habilidad y la experiencia del experimentado caballero. Con un golpe certero, Lyn Corbray perforó la defensa de su oponente, hundiéndose en su pecho con un estallido de sangre.
El eco del duelo resonó entre las montañas del Valle de Arryn, mientras Ser Jasper Redfort yacía en el suelo, su último aliento escapando de sus labios. Lyn Corbray, victorioso pero manchado de sangre, contempló el precio de su ambición mientras la sombra del conflicto se cernía sobre el Valle, presagiando tiempos turbulentos por venir.
El token Lyn Corbray pasa a estar DAÑADO porque su lealtad ha quedado puesta en entredicho y las demás Casas desconfían de él.