Misión 52: Dragón contra Dragón

PoV

Rhaenys Targaryen

Rhaenys comandará el ataque

Tokens

Rhaenys y Meleys

Agotado. Comandará el ataque a los dragones.

Sangre y Fuego

Sangre y Fuego, la mejor jinete de dragón

Bastardos de Marcaderiva

Alyn Mares es el jinete de Ala de Plata.

Ala de Plata

Ala de Plata participará en el ataque.

Ejércitos

  • Ala de Plata (Alzado) , en Harrenhall grupo ORO [Numeroso –1, Dragón, Veterano +2] FUE: 48.0
  • Meleys (Alzado) , en Harrenhall grupo ORO [Numeroso –1, Dragón, Veterano +2] FUE: 48.0

Objetivo

Atacar a los dragones de Aegon y Helaena en el ataque que han lanzado contra el campamento.

Misión

Entiendo que se están retirando las tropas Baratheon. Mis dragones son más rápidos que los caballeros, pero la intención no es atacar a las tropas, si no establecer contacto con los dragones enemigos, tener una batalla, siempre y cuando sea lejana a los hombres Baratheon.

Todo dependerá de lo lejanos que estén, claro. Si consigo tomar contacto cerca del campamento, habrá batalla directa entre dragones con ayudas de los arqueros Norteños/Ribereños.

Si el contacto es lejano al campamento, la intención es tener un primer contacto, una batalla que no sea a muerte, pero que deje ver que Meleys y Ala de Plata pueden hacer daño. Y la intención es una: Helaena, la cual es una jinete que en batalla se presupone peor.

Si es imposible tener lucha, en ese caso, la intención es hostigar la retirada y aprovechar para quemar el bosque que te pongo en rojo, esperando que haya tropas tormenteñas ahí y así causar bajas.

*Se que Stark va a tratar de alcanzarnos con sus arqueros para ayudarnos. Solo tenerlo en cuenta. Como digo, dependerá de cuando pueda entablar batalla con los dos dragones.

Localización

Roleo

La mañana se alzaba sobre el campamento Stark, bañando las ruinas de Harrenhall con una luz dorada y cálida. Sin embargo, la calma de la mañana fue pronto rota por un rugido ensordecedor en el cielo. Dos dragones Targaryen descendieron sobre el campo como presagios de fuego y muerte: Aegon II Targaryen montaba a Fuegosolar, el dragón dorado de alas resplandecientes, y Helaena Targaryen volaba sobre Dreamfyre.

Aegon II, montado en su dragón de fuego, lanzó la primera acometida. Fuegosolar rugió y exhaló un torrente de llamas que abrasó las primeras filas del campamento Stark. Los hombres de los lobos intentaron organizarse, pero el fuego del dragón arrasaba con todo a su paso. La destrucción fue instantánea, las llamas iluminaban la mañana como un sol infernal.

Helaena, con la serenidad que siempre la había caracterizado, siguió a su hermano. Desde su dragón, Dreamfyre lanzó ráfagas de fuego más pequeñas pero igualmente devastadoras, cubriendo todo el campo con su aliento abrasador. Las tropas Stark, sorprendidas y aterradas, no tenían tiempo de reaccionar; su lucha se convirtió en un desesperado intento de sobrevivir al fuego que caía del cielo.

Pero en ese mismo instante, el rugido de otro dragón atravesó el aire. Meleys, el dragón rojo de Rhaenys Targaryen, emergió de las nubes, brillando a la luz del sol naciente. Rhaenys, decidida y con el corazón lleno de furia, había llegado al rescate. A su lado, Alyn Mares, el hábil jinete de Ala de Plata, se preparaba para el combate.

“¡No más muerte entre nosotros, Aegon!” gritó Rhaenys con la voz llena de determinación, mientras su dragón descendía en espiral hacia el campo de batalla. Rhaenys estaba dispuesta a vengarse la afrenta de Vhagar hacía una semanas.

Hacía varias horas que la luz del alba había llenado los cielos del Ojo de los Dioses cuando Rhaenys finalmente cedió a las voces de sus aliados y emprendió el vuelo. Hacía unos meses no habría dudado, pero Meleys aún mostraba las heridas de su lucha con Vhagar y la reina que nunca fue dudaba más de lo que nunca lo había hecho, había perdido a los hijos de sangre hacía ya años, no quería perder a la Reina Roja también.

Pero el deber obligaba y si bien Alyn no era quién habría querido tener a su lado Ala de Plata era una bestia magnífica. Juntos emprendieron el vuelo hacia el este, sobrevolando los pabellones de ribereños y norteños que gritaban de júbilo a su paso. Al raudo vuelo de las bestias no tardaron más de unos minutos en llegar a donde Fuegosolar y Fuegosueño aún protegían la retaguardia de los hombres de las tormentas.

Ambas bestias remontaron el vuelo y Rhaenys hizo lo propio con Ala de Plata siguiendo su cola. Por un instante pareció que los reyes rehuirían la batalla pero pronto los hermanos se detuvieron en seco y se lanzaron en picado contra sus enemigos. Pese a ser la mas joven de las bestias Fuegosolar lideró la carga con Aegon gritando al viento como poseído por los viejos dioses de la antigua valyria y el cielo se llenó con las llamas doradas del joven dragón.

Rhaenys y Meleys ni se inmutaron atravesando la llamarada con celeridad pero Ala de Plata no estaba acostumbrada a la guerra y Alyn, quién aún recordaba el daño que el fuego de un dragón podía hacer, no quiso o no pudo continuar, dando la ventaja a sus adversarios.

Fuegosueño se lanzó contra la Reina Roja tratando de usar su tamaño, fuerza y edad para acabar la batalla lo antes posible, pero Rhaenys supo usar la velocidad de su montura para mantener a la bestia de Haelaena a raya y ganar tiempo hasta que Ala de Plata recuperará el ritmo de la batalla.

Apenas fueron unos minutos pero los dragones cruzaron más de veinte leguas, hacia el sur, hacia el interior del Ojo de los Dioses y para cuando Ala de Plata se volvió a unir a la lucha ninguna mirada indiscreta les interrumpiría. Con su aliada de nuevo cerca Meleys reemprendió el ataque y se lanzó contra Fuegosueño mientras Alyn y Ala de Plata se enfrentaban al rey.

Fuegosueño era el más temible de las bestias allí reunidas, pero Rhaenys tenía décadas de experiencia a sus espaldas y Haelena no pudo contrarrestar la velocidad de la Reina Roja que tras varias fintas logró encontrar una apertura y clavó sus dientes en el cuello de la bestia.

El rugido hizo resonar Poniente entero, pero casi pareció que el grito de Haeleana lo sobrepasará. Cientos de metros arriba Aegon dominaba la lucha con Alyn, Ala de Plata no era una bestia feroz y pese a que su mayor tamaño hacia que la lucha no fuera una carnicería Fuegosolar ya había dejado la marca de sus garras en sus escamas. Pero cuando Aegon escuchó el grito de su mujer no dudó en abandonar la lucha y lanzarse en picado hacia los gritos, ignorando a Ala de Plata y siendo consumido en una poderosa llamarada, pero sin detenerse.

Sus garras se clavaron en la espalda de Meleys y la lucha rápidamente se volvió en su contra. Fuegosueño se soltó de las mandíbulas de la Reina Roja y descargó su fuego contra la cabeza de la dragona cegándola mientras Fuegosolar enroscó su cola contra ella sin dejar de rasgar con sus garras. Incapaces de sustentar el vuelo ambas bestias se precipitaron, mordiendo, golpeando y desgarrando la carne de su adversario, contra la superficie del Aguasnegras.

Ala de Plata vuelve al campamento. Herida (tiene un punto de daño)
Meleys sufre dos puntos de daño y muere. Rhaenys muere en la caída.
No sabes del destino de Fuegosueño, Fuegosolar o los reyes.

Una lástima por Meleys. Ha sido un placer jugar con Rhaenys y Meleys!